Estamos normalizando que alguien se autoproclame presidente, y eso es muy grave
Trump se considera ganador de las elecciones y habla de fraude, pero ni se han contado todas las papeletas ni hay pruebas de fraude. Y Biden, por cierto, va ganando.
Donald Trump no ha ganado las elecciones del 3 de noviembre, pero él cree que sí y, por eso, señala a los demócratas, al sistema o al voto por correo. Que Donald Trump se crea vencedor no sería tan grave si no fuera porque Donald Trump es el presidente de Estados Unidos.
Este miércoles, Trump se autoproclamó ganador en Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Michigan, algo que es falso porque el escrutinio aún continúa en los tres primeros estados, Michigan ya es para el demócrata Joe Biden.
En dos tuits, Trump declaró su presunto triunfo en esos cuatro estados clave, mientras Biden se acerca al umbral de 270 delegados necesarios para lograr la Presidencia y la campaña del mandatario intenta parar el recuento en Michigan, Pensilvania, Georgia y Winsconsin.
Twitter etiquetó casi de inmediato el primer tuit de Trump con la advertencia de que “las fuentes oficiales” no habían declarado ganadores en esas contiendas cuando el mandatario emitió el mensaje.
“Nos hemos hecho, para propósitos del voto electoral, con la mancomunidad de Pensilvania (que no permite observadores legales), el estado de Georgia, y el estado de Carolina del Norte, todos los cuales tienen una GRAN ventaja de Trump”, escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
″¡Además, por la presente reclamamos el estado de Michigan si, de hecho, hubo un gran número de papeletas desechadas en secreto!”, añadió el presidente, en un mensaje que Twitter también etiquetó como conducente a una posible desinformación sobre las elecciones.
El presidente emitió esos mensajes justo después de que los principales medios de comunicación proyectaran a Biden como ganador en el estado clave de Michigan, que Trump ganó en 2016.
Según las proyecciones, Michigan ya está teñido del azul demócrata, y Biden ya suma 264 delegados en el Colegio Electoral, muy muy cerca de llegar a los 270 compromisarios que dan las llaves de la Casa Blanca, frente a los 214 que acumula Trump.
Sin embargo, la campaña de Trump mantiene que aún tiene opciones de imponerse y ha desafiado el proceso de recuento en cuatro estados que le auparon al poder en 2016: Wisconsin, Michigan, Pensilvania, y Georgia. En los dos primeros, las proyecciones ya dan como ganador a Biden por un estrecho margen. En los tres últimos, el equipo de Trump ha presentado demandas para parar el escrutinio de votos, por considerar que sus observadores no han tenido el acceso debido al lugar donde se está realizando.
Además, en Pensilvania, la campaña del presidente se ha sumado a un litigio que busca que el Tribunal Supremo detenga el recuento de ciertos votos, y ha presentado otra demanda para poner límites al plazo que tienen quienes votan por primera vez para confirmar que tienen la identificación necesaria.
Trump no garantizó una transición de poderes pacífica y lo está cumpliendo. “La única manera en la que ellos pueden ganar es haciendo trampas”, dijo el presidente en una entrevista con Fox Sports Radio en septiembre.
Ya este miércoles, desde la Casa Blanca, Donald Trump aseguró que las elecciones estaban siendo “un fraude al pueblo estadounidense”. “Nos estábamos preparando para ganar estas elecciones. Francamente, hemos ganado estas elecciones”, dijo el todavía presidente.
Declarar las elecciones fraudulentas ya estaba en sus planes. El problema es que no hay ninguna prueba que sostenga sus afirmaciones. El mandatario y su campaña han allanado el terreno para posibles juicios desde hace meses, al sembrar desconfianza en el voto por correo —a pesar de que no hay pruebas de que pueda llevar a un fraude generalizado— e insistir en que el resultado que debería contar es el de la noche electoral.
Más recientemente, Trump cuestionó los procedimientos establecidos en Pensilvania, donde se declararon válidos los votos por correo recibidos en los tres días posteriores al martes si el matasellos confirma que fueron enviados dentro del plazo legal.
“Millones y millones de personas votaron esta noche por nosotros y un grupo muy triste de gente está tratando de quitar el derecho al voto a ese grupo de gente, y no lo toleraremos”, insistió Trump la madrugada del miércoles ante los 200 invitados de su campaña que participaron en su fiesta.
Mientras tanto, muchos miran con preocupación los impulsos autoritarios del presidente, y no sólo desde el Partido Demócrata. La ONG Human Rights Watch (HRW) alertó este miércoles del peligro que tiene el “falso” anuncio prematuro de victoria electoral de Donald Trump.
“Los autócratas estarían perfectamente felices de socavar la democracia en Estados Unidos acogiendo una declaración prematura de la victoria. Pero los líderes que se preocupan por la democracia deberían prestar atención a lo que quieren los votantes de acuerdo a lo que determinan las reglas electorales, en lugar de lo que dicen los candidatos”, aseguró el director de HRW, Kenneth Roth.
En una breve declaración, Roth insistió en que es el momento de “garantizar que todo voto es contado” y subrayó que “el recuento de votos continúa, todavía no hay un ganador y el anuncio de Trump es prematuro”.
Algunos políticos también han mostrado su rechazado a la proclamación de Trump, como la congresista demócrata neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, que la ha calificado de “ilegítima, peligrosa y autoritaria” en una publicación en redes sociales pocos minutos después de que el presidente asegurara haberse impuesto en las elecciones a pesar de que continúa el recuento en varios estados clave.
Mientras tanto, el equipo de campaña del todavía presidente sigue su hoja de ruta, y espera que para el viernes podrá proclamar una victoria en las elecciones. “Para finales de esta semana, quedará claro a todo este país que el presidente Trump y el vicepresidente (Mike) Pence serán reelegidos durante otros cuatro años”, dijo Jason Miller, asesor de la campaña de Trump, este miércoles durante una llamada con periodistas en la que no admitió preguntas.
El jefe de la campaña de Trump, Bill Stepien, también anunció la victoria de Trump en Pensilvania, a pesar de que sigue el escrutinio en el estado y las cosas están muy ajustadas. “Declaramos una victoria en Pensilvania, y esto no se basa en intuición o sentimientos, se basa en matemáticas, y creemos que las cosas no estarán ajustadas”, afirmó Stepien en la misma llamada.
En lugares como el condado de Maricopa en Arizona, manifestantes pro-Trump ya han entrado en escena, jaleando que los demócratas les están robando las elecciones, y dificultando el trabajo de quienes están recontando los votos y de los periodistas que informan desde la zona.
Algunos periodistas han tenido que ser escoltados y evacuados del lugar para evitar conflictos, como cuenta Alicia Acuna, de Fox News.
Trump no sólo ha allanado el terreno judicial, sino que está alentando a sus seguidores a no aceptar los resultados legítimos de unas elecciones, y eso puede acabar mal.
Autogolpe, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa “violación de la legalidad vigente en un país por parte de quien está en el poder, para afianzarse en él”. De ahí al golpe de Estado —definido como una actuación violenta y rápida por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes— hay sólo un paso.