Estados Unidos podría haber evitado el 40% de las muertes por covid
El estudio revela impactos devastadores en todos los aspectos durante la Era Trump.
La Comisión de The Lancet sobre Políticas Públicas y Salud en la Era Trump ha publicado la primera evaluación exhaustiva de los efectos en la salud de la presidencia de Donald Trump, revelando impactos devastadores en todos los aspectos de la salud en los Estados Unidos.
Este análisis, publicado en la revista ‘The Lancet’, evidencia que hasta 461.000 estadounidenses menos habrían muerto en 2018, y el 40% de las muertes estadounidenses durante 2020 por COVID-19 se habrían evitado si los Estados Unidos tuvieran tasas de mortalidad equivalentes a las de las otras naciones del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido). El informe también estima que los retrocesos de Trump en las protecciones ambientales provocaron un exceso de 22.000 muertes solo en 2019.
La Comisión concluye que la esperanza de vida de Estados Unidos comenzó a estar por debajo de la de otras naciones de altos ingresos alrededor de 1980, cuando el presidente Ronald Reagan inició políticas “antigubernamentales y de concentración de la riqueza que revirtieron muchos de los avances de las eras del New Deal y de los derechos civiles”.
“La filosofía política de Reagan, conocida como neoliberalismo, ha seguido influyendo en la política sanitaria y económica de EEUU tanto bajo las administraciones republicanas como demócratas. Muchas de las políticas de Trump, como los recortes fiscales y la desregulación que benefician a los ricos y a las empresas, la austeridad para los pobres y la privatización de Medicare, emulan las de Reagan”, lamenta el informe.
Un retorno a las políticas anteriores
El documento advierte de que un retorno a las políticas anteriores a la era Trump “no es suficiente para proteger la salud”. “Se necesitan reformas radicales para corregir el racismo y los cuatro decenios de fracasos políticos que debilitaron las redes de seguridad social y sanitaria y condujeron a una mayor desigualdad”, reclaman estos expertos.
La Comisión subraya que estos fallos dejaron a Estados Unidos especialmente vulnerable a la pandemia del COVID-19. Los recortes en la financiación de los organismos de salud pública provocaron la pérdida de 50.000 empleados de primera línea, vitales para la lucha contra las epidemias, entre 2008 y 2016.
“El sistema sanitario, fragmentado y con ánimo de lucro, estaba mal preparado para priorizar y coordinar la respuesta a la pandemia. Casi el 11% de los estadounidenses sufría inseguridad alimentaria, lo que aumentaba su riesgo de obesidad y diabetes, y por tanto de muerte por COVID-19. Y el hacinamiento en las viviendas debido a la pobreza contribuyó a la propagación de la infección en las comunidades de color con escaso acceso a la atención médica”, argumentan.
Diferencia de mortalidad entre blancos y negros
El informe señala que, antes de la pandemia, la mortalidad en la mediana edad de los nativos y los negros estadounidenses era un 59% y un 42% mayor, respectivamente, que la de los blancos no hispanos. La pandemia ha ampliado la diferencia de mortalidad entre blancos y negros en un 50%, y ha reducido la esperanza de vida de los latinos en más de 3,5 años.
Las tasas de mortalidad por COVID-19 para las personas de color son de 1,2 a 3,6 veces más altas que para las personas blancas no hispanas. Las muertes por opioides, una de las principales causas de muerte antes de la pandemia que aumentaba más rápidamente entre los hombres negros de mediana edad, han aumentado en 40 de los 50 estados desde la aparición del COVID-19, según este texto.
La Comisión evidencia que las acciones de Trump añadieron 2,3 millones a los 28 millones de residentes de Estados Unidos que no tenían seguro cuando asumió el cargo, con pérdidas de cobertura concentradas en las comunidades minoritarias y entre los niños. Otros 726.000 niños se quedaron sin seguro durante su mandato. Mientras tanto, aumentó el flujo de fondos públicos a través de las aseguradoras privadas, que ahora obtienen la mayor parte de sus ingresos de los programas gubernamentales, aumentan los costes de Medicare en unos 24.000 millones de dólares anuales y han obtenido beneficios récord durante la pandemia de COVID-19.
El informe también condena la retirada de Trump de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la desfinanciación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), órganos fundamentales para la respuesta a la pandemia a nivel mundial, y su “socavación de los esfuerzos sanitarios mundiales antes de la pandemia”.
“Aunque los Estados Unidos ocupan un lugar destacado en su índice de seguridad sanitaria mundial, la pandemia de COVID-19 ha demostrado lo lamentablemente inadecuado que ha sido el sistema de atención sanitaria y de salud pública del país para proteger la salud de la nación. La pandemia del COVID-19 ha explotado las desigualdades sanitarias y sociales existentes y en ningún lugar es más evidente que en los Estados Unidos. En momentos de inestabilidad, el mundo necesita unos Estados Unidos fuertes, reforzados por una población sana, para liderar una respuesta global”, ha criticado el redactor jefe de The Lancet, Richard Horton.
33 reconocidos expertos
La Comisión de Lancet sobre Políticas Públicas y Salud en la Era Trump, formada en abril de 2017, reúne a 33 reconocidos expertos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, con experiencia en Medicina Clínica, Salud Pública, Epidemiología, Política de Atención Médica, Medicina Comunitaria, Economía, Nutrición, Derecho y Política.
La Comisión concluye que Trump “explotó el enfado de los blancos de ingresos bajos y medios por el deterioro de sus perspectivas de vida para movilizar la animadversión racial y la xenofobia; luego consiguió su apoyo a políticas que benefician a los individuos y las empresas ricas y amenazan la salud de la mayoría de los estadounidenses, incluidos los partidarios de Trump”.
“Las políticas de Trump, si bien son perjudiciales para muchas personas que no son ricas, perjudican especialmente a las personas de color. Socavó la aplicación de los derechos civiles, alentó la represión policial y la supresión de votantes, implementó políticas de inmigración duras y racistas, y aplicó políticas de vivienda y atención médica que fomentaron la segregación y recortaron la cobertura médica”, concluyen.