Esperanza Aguirre saca la cartera y el color de su tarjeta de crédito deja alucinados a todos
La expresidenta de la Comunidad de Madrid no se había dado cuenta de esta casualidad y pasó un momento de "Tierra, trágame"
El eurodiputado y vicesecretario de institucional del PP Esteban González Pons presentó la semana pasada en Madrid su segundo libro, titulado: “El escaño de Satanás”. La obra no pretende ser un ensayo o unas memorias, sino un “sesudo volumen de teoría política”. Según su sinopsis, “es una fábula sobre la actualidad, un esperpento que nos permite reír y morir de miedo a la vez, una metáfora que trata de España. Y un retrato al natural de nuestros políticos; de los buenos, pero también de los mordidos por el mal. Porque, sabedlo, en el parlamento español, Satanás tiene su propio escaño”.
El acto de presentación del libro reunió a la antigua cúpula del PP de Rajoy, con el expresidente del Gobierno como gran invitado. También acudieron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el actual presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, y hasta Teodoro García Egea. Quien no acudió fue el anterior líder del partido, Pablo Casado, pese a que sí estuvo en la presentación del primer libro de González Pons.
Y a este acto no podía faltar Esperanza Aguirre. La expresidenta de la Comunidad de Madrid no dudó en arropar a su “amigo Esteban”. “Era el portavoz en el Senado cuando yo era presidenta y nos tratábamos muy bien”, ha dicho la exdirigente ante un reportero de “El Intermedio”.
Aguirre fue sin el libro bajo el brazo, por lo que aprovechó la oportunidad para comprarlo. ”¿Lo va a pagar en efectivo o con tarjeta?”, le pregunta el periodista. Ella dice que “con tarjeta” y el reportero le responde: “No habrá sacado el dinero de un cajero...”, recordándole su incidente con la Policía en plena Gran Vía cuando dejó su coche mal aparcado para extraer efectivo en una sucursal bancaria.
Pero el momento más surrealista de la conversación llega cuando Esperanza Aguirre saca la tarjeta de crédito para pagar el libro y el periodista se da cuenta de que es de color negra. ”¿Cuánto dinero hay que tener para tenerla negra?”, le dice. Ella, algo cortada, le contesta: “Las hacen en negro, ¡yo qué culpa tengo!”.
Las tarjetas “black’ u opacas son una retribución que recibieron 86 miembros de la dirección y el Consejo de Administración de Caja Madrid y después Bankia, independiente de sus retribuciones y gastos de representación. Nadie declaraba los gastos a Hacienda, ni la entidad bancaria, ni sus beneficiarios. Un caso que sacudió a la política madrileña y española y que acabó con la condena a Rodrigo Rato y a otros 63 exdirectivos o exconsejeros de Caja Madrid por disponer “a su antojo” del dinero de la entidad.