El Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa en 80.202 personas el exceso de defunciones registradas entre el 15 de marzo, cuando comenzó la primera ola del coronavirus, y el 27 de diciembre de 2020 en relación al mismo período del año anterior.
Según la estadística de defunciones que publica este miércoles el INE, entre mediados de marzo y finales de diciembre de 2020 fallecieron en España 391.398 personas frente a las 311.196 que murieron en el mismo período de 2019 si bien este organismo contabiliza las defunciones por todas las causas, no sólo por covid-19. Oficialmente, según los datos de Sanidad, son 52.275 las personas que han fallecido por coronavirus en España.
El repunte más alto del año se registró la semana 14 de 2020 (del 30 de marzo al 5 de abril), con un total de 20.767 muertes, frente a las 8.807 acaecidas un año antes, un 135%.
Otro repunte de defunciones en 2020 se dio en la semana 45 (del 2 al 8 de noviembre) cuando 10.599 personas fallecieron, 2.922 más que un año antes, un 38%.
De las 80.202 muertes en exceso entre las semanas 11 y 52 del año 2020, 38.438 eran hombres y 41.764 mujeres.
Por edades, en ambos sexos la mayoría se corresponde con mayores de 70 años. En el período citado de 2020 fallecieron 196.777 hombres y 194.621 mujeres. Un año antes, las cifras entre el 15 de marzo y el 27 de diciembre eran de 158.339 varones y 152.857 mujeres.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
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El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.