La selección española de fútbol, plata olímpica tras perder en la prórroga ante Brasil (2-1)
Un gol de Malcom en la segunda parte de la prórroga sentenció a los de De la Fuente.
Otra final olímpica perdida por España y otra más perdida por la selección española de fútbol, que no pudo con Brasil en la prórroga de la final de los Juegos de Tokio, en la que cayó merced a un tanto de Malcom en la segunda mitad del tiempo extra (2-1).
La selección mostró un juego irregular durante todo el partido, cediendo en muchas ocasiones el dominio a su rival, que se adelantó al filo de la primera mitad con un gol de Cunha, que aprovechó un fallo defensivo de la zaga española.
Antes, Richarlison había mandado a las nubes un penalti cometido por Unai Simón en una salida estrepitosa.
Los de De la Fuente se rehicieron en el segundo tiempo y a punto estuvieron de darle la vuelta al partido. Méritos tuvieron.
Antes tuvieron que ver cómo Richarlison a punto estuvo de marcar el 2-0 cuando remató y estrelló el balón en el larguero de Unai Simón.
Mikel Oyarzábal mostró su clase al rematar al segundo palo un gran centro de Soler.
Los dos Gil, Oscar y Bryan, tuvieron en sus botas el gol de la victoria.
El primero con un centro-chut que se fue abriendo y que se estrelló en el larguero, sorprendiendo al portero brasileño cuando faltaban seis minutos para el 90.
Tres minutos después, Bryan Gil a punto estuvo de marcar uno de los goles del campeonato, con un zurdazo que reventó el travesaño brasileño. Por desgracia, la pelota no entró.
En la prórroga España no mostró su mejor cara. Más bien, al contrario.
Brasil fue la dominadora y los de De la Fuente no encontraron su juego. El seleccionador olímpico dio entrada a carne fresca por los jugadores que disputaron la Eurocopa, incluido Rafa Mir, el delantero que dio el pase a la semifinal con sus tres goles ante Costa de Marfil.
Uno de los recién incorporados, Vallejo, central del Real Madrid, ocupó la banda derecha por la que llegó el tanto de Malcom que sentenció a España.
Un fallo en el marcaje hizo que el exjugador del Barça se plantase ante Unai Simón y le batiera logrando el 2-1 definitivo a falta de diez minutos en los que España no pudo lograr el empate y forzar los penaltis.
España vuelve a perder una final olímpica en fútbol, donde no gana el oro desde 1992.