Vuelve España
Es una muestra de normalidad que, en parte, permitirá a muchos catalanes resarcirse de una ausencia injustificable de casi dos décadas.
La Selección Española de fútbol vuelve a Cataluña 18 años después de su último partido en nuestra tierra. De entrada, cabe decir que es una anomalía que haya pasado tanto tiempo, pues Cataluña siempre ha sido una de las comunidades que más jugadores ha aportado al combinado nacional.
Es evidente que la ausencia de la Selección en Cataluña es consecuencia del clima ideológico de hostilidad que se ha creado en Cataluña contra todo lo que representa España. Si el propio Estado, de resultas de la pusilanimidad de los dos grandes partidos políticos ha ido retrocediendo en Cataluña y desapareciendo del paisaje institucional para no molestar a los nacionalistas, cómo no lo iban a hacer entidades privadas como la Federación Española de Fútbol, que ve cómo en otros lugares de España todo son facilidades para recibir a la Selección mientras que en Cataluña el nacionalismo que todo lo impregna dificulta sobremanera la presencia de España en nuestra comunidad.
El caso es que, por fin, la Selección vuelve a Cataluña en un partido amistoso de preparación para el Mundial de Catar. Es una muestra de normalidad que, en parte, permitirá a muchos catalanes resarcirse de una ausencia injustificable de casi dos décadas. Es de justicia agradecer tanto a la Federación como al RCD Espanyol que hayan hecho posible esta vuelta que tanto nos merecemos los catalanes.
Siempre recordaré el día en que los primeros tres diputados de Ciutadans en el Parlament con Albert Rivera al frente sacaron la camiseta de la Selección en un momento de una sesión de control al gobierno de la Generalitat, presidido a la sazón por José Montilla. El entonces presidente se indignó y afeó a Rivera que trajera el tema a una sesión parlamentaria, pero el caso es que por aquel entonces España acababa de ganar la Eurocopa de 2008 con varios jugadores catalanes en el equipo, un logro histórico celebrado por todo lo alto en las calles de Cataluña, pero absolutamente silenciado por el gobierno tripartito de Montilla atenazado por ERC.
Tampoco puedo olvidar que en aquellos años los dos tripartitos destinaron ingentes cantidades de dinero público a promocionar la oficialidad de la selecciones deportivas catalanas, una ensoñación nacionalista que por desgracia los socialistas catalanes asumieron a pie juntillas.
Este sábado Barcelona volverá a demostrar que los catalanes vibramos como los que más con nuestra Selección, porque disfrutamos con el buen fútbol que viene desplegando con Luis Enrique al frente y porque la Selección encarna el sentimiento de unidad en la diversidad que tanto defendemos la inmensa mayoría de los catalanes y la cooperación entre españoles, que nos hace mejores. La Selección representa a la perfección la convicción de que juntos somos mejores.
Por todo ello, yo estaré allí mañana junto con el resto del Grupo Parlamentario de Ciutadans y con otros muchos compañeros de partido para reivindicar nuestro apoyo a la presencia de la Selección en Cataluña. Antes del partido desplegaremos ante el estadio de Cornellà-El Prat una bandera de España gigante que ya desplegamos el Día de la Hispanidad frente al Parlament de Cataluña. Con esta acción festiva queremos poner de manifiesto el apoyo sin complejos de nuestros conciudadanos a la Selección Española.
Desde Ciutadans siempre hemos proclamado nuestra adhesión a la máxima de hacer normal en las instituciones lo que es normal en la calle, que acuñó el presidente Adolfo Suárez, de cuyo fallecimiento se cumplen ocho años. Pues bien, la vida pública de Cataluña no es sólo la vida política, sino también la vida cultural, intelectual e incluso deportiva, y nosotros como partido de la ciudadanía queremos hacer normal en la vida pública lo que es normal en los hogares catalanes: el apoyo entusiástico a nuestra Selección Nacional. La vuelta de la Selección a Cataluña ya es un triunfo de la normalidad. Ahora sólo falta que gane España. Que así sea.