¿Es la bajada del IVA de los productos básicos la mejor medida para el bolsillo del consumidor?
Los expertos no ven un ahorro para las familias y plantean alternativas más eficaces.
Año nuevo, cesta de la compra nueva. La supresión del IVA a los alimentos de primera necesidad y la bajada del 10% al 5% a alimentos como la pasta y el aceite ha sido una de las medidas más comentadas del Gobierno en lo poco que llevamos de 2023.
La iniciativa ha sido recibida con cierta desconfianza por parte de los consumidores y especialmente de organizaciones como Facua o la OCU. Apenas días después de hacerse pública, el Ejecutivo anunció que verificará con “un sistema de seguimiento de la evolución de los precios” que estas rebajas del IVA beneficien ”íntegramente” al consumidor “sin que el importe de la reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios”.
Además de controlar esta subida de los precios, los beneficios de esta medida no acaban de verse entre los consumidores, aunque hay notables rebajas en la mayoría de los productos.
Este temor con el que recibieron los consumidores la medida no era infundado y el día 3 de enero, Facua denunció que ocho cadenas de supermercados habían incumplido la bajada del IVA en distintos productos. Este jueves, han ampliado su denuncia otros 11 artículos, nueve de los cuales siguen sin corregir.
Son seis productos en Carrefour, dos en Alcampo, dos en Hipercor (ambos ya corregidos) y uno en Dia, con los que la cifra de 46 irregularidades denunciadas inicialmente se amplía a 57.
Facua ha precisado que Carrefour y Alcampo han corregido la práctica totalidad de precios en los que se había advertido de anomalías, pero mantienen sin repercutir la bajada del IVA a los que la asociación desvela ahora. Aldi también habría corregido la totalidad de sus precios.
Tal y como informan desde la organización, la cadena con más casos, Dia, ha adaptado correctamente los precios de 12 de los 13 productos de la primera denuncia. Eroski ha hecho lo propio con seis de las ocho irregularidades y Lidl con cuatro de cinco productos denunciados.
Además, Facua ha detectado que Hipercor y Carrefour subieron el precio de una serie de alimentos después del anuncio realizado el 27 de diciembre y antes de que entrara en vigor la medida. La primera lo hizo con seis productos dentro de la línea de legumbres marca El Corte Inglés y Carrefour con seis frutas y verduras.
Estas correcciones se han producido, tal y como cuenta el portavoz de Facua, Rubén Sánchez a El HuffPost, después de la publicación del primer estudio. “Hemos visto que tenemos ahí influencia en lo que estaba pasando, primero, porque les pueden multar por lo que ha ocurrido, y no descartamos que en ocasiones haya habido determinados errores y no hayan hecho esa adaptación, que han subsanado tras los datos de esta denuncia”, explica.
Sánchez recalca que además no hay transparencia con respecto a los mecanismos de control. “No se sabe qué empresas están controlando competencias. El discurso de que se está controlando el mercado es imposible, porque en España hay cerca de 24.000 tiendas de alimentación y es imposible que se estén controlando todas”, enfatiza.
“La cuestión es saber qué mecanismos de control se están poniendo en marcha y si se están vigilando los precios día a día en las cadenas comerciales o determinadas tiendas que se tomen como muestra, etc.”, señala.
Sánchez también se queja de que no se pida la colaboración de las entidades autonómicas para este control y cita el estudio llevado a cabo por la Dirección General de Consumo de Baleares, que es el único en su ámbito.
“Si lo hicieran el resto de comunidades tendríamos unos datos más detallados para enviar a competencia para que pudieran multar y podrían vigilar tiendas de ámbito provincial o regional, que hay cadenas que solo están en determinadas comunidades autónomas”, apunta.
Teniendo en cuenta que la medida supone una bajada porcentual del precio —de un 4% en el caso de los productos de primera necesidad y de un 5% en el caso de pastas y aceites—, no representa un gran ahorro para el ciudadano, excepto en determinados productos cuyo precio es más elevado y el porcentaje, por tanto, es más alto.
“Una rebaja de un 4% en los productos básicos no se nota porque en muchos de ellos el precio es bajo. En una barra de pan de un euro, un 4% de un euro, son cuatro céntimos. La mayor parte de productos, suponiendo que los supermercados trasladen esa bajada de precios, suponen un ahorro escaso”, explica Antoni Cunyat, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.
“En otros productos como el aceite de oliva, el ahorro puede ser mayor, pero no le solucionas a una familia llegar al fin de mes”, recalca. De hecho, en el análisis elaborado por El HuffPost el pasado 3 de enero, el aceite era uno de los productos que más bajaba.
Por ejemplo, la rebaja más acusada de los productos analizados de Mercadona se observa en la botella de 1 litro de aceite de oliva virgen extra Hacendado, que pasó de costar 5,90 euros a 5,63 este 3 de enero: 27 céntimos menos que corresponde al 5% aprobado para este producto.
También se observa en otros productos como los huevos y el queso en el caso de otros supermercados como Alcampo. La docena de huevos frescos de categoría A y clase M Producto Alcampo ha bajado 36 céntimos entre el 28 de diciembre y el 3 de enero. De nuevo el queso marca una de las rebajas más significativas, en este caso de 0,37 euros.
A pesar de esto, Rubén Sánchez niega que haya un producto que haya tenido una bajada global en todos los supermercados. “No hay un producto que haya bajado de forma generalizada, no todas las empresas han bajado los aceites de la misma forma, no se puede generalizar”, añade Sánchez.
Ambos coinciden en que esta medida no es de gran impacto para el consumidor. Sin embargo, la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) apuntan a un ahorro de un 10% de media en la cesta de la compra tras analizar cinco cadenas de supermercados.
Según sus datos, en Mercadona la compra media pasó de 33,69 euros a 31,09 entre el 29 de diciembre y el 2 de enero, con un ahorro de 2,60 euros; entre esos mismos días, en El Corte Inglés la rebaja ascendió a 5,52 euros, desde los 35,49 euros de 2022 a los 29,98 euros de 2023.
En Carrefour, según Asufin, se pasó de 33,87 euros a 31,73, una rebaja de 2,14 euros. Mientras que en Alcampo, el ahorro llegó a los 4,24 euros desde los 30,32 a los 26,08 euros, y en Dia, el descuento hizo que la cesta media pasara de 35 euros a 31,68.
Según datos de la Creu Roja y Generalitat de Catalunya, el gasto de una familia para comer de forma saludable necesita 520 euros al mes, incluyendo productos frescos como carne o pescado que no han tenido rebaja de ningún tipo, por lo que el ahorro sería bastante por debajo del 10% de Asufin.
Sánchez recuerda que desde Facua no van a pedir una rebaja en el IVA de la carne ya que no consideran que esta sea la medida adecuada para el ahorro, además el Gobierno ha dejado claro que no van a aplicar una bajada a estos productos como han pedido asociaciones de consumidores, patronales empresariales y el PP.
Esto es básico para Cunyat, quien da por hecho que esta medida no está destinada específicamente para el ahorro. “Aplicando un poco de matemática y de lógica, esta medida es inefectiva si se quiere ayudar a las familias más desfavorecidas, también es regresiva porque el ahorro es tanto para el que no llega a final de mes como para el millonario”, apunta.
Desde la Asociación Española de Consumidores (Asescon) consideran que la medida es “positiva”, pero “claramente insuficiente”. “Que los productos bajen un 4 o un 5% prácticamente no se nota cuando hay subida en algunos de ellos por encima del 30%”, explican. Además, detallan en su comunicado que la subida del IPC tanto en enero como en diciembre ha sido “desorbitada” destacando por ejemplo, el azúcar que subió 50% en este año, la leche y la harina, que lo han hecho un 37%, el aceite de oliva, un 35%, o los huevos, un 30%.
Ante esta situación, los especialistas apuntan a otras posibles soluciones más beneficiosas para el consumidor como la limitación de precios o los cheques de ayuda a las familias que lo necesiten.
Sin embargo, esto no excluye la insistencia para el cumplimiento de la normativa actual. “Consideramos clave el cumplimiento de las medidas porque algo reducirá el gasto del consumidor”, matiza Sánchez.
Sin embargo, el portavoz de Facua pide al Gobierno limite los precios de alimentos básicos. “Que lo haga amparándose en la legislación que ya existe que es la Ley de comercio de 1996, que se aprobó con consenso de todas las formaciones políticas y que incluye un artículo que permite al Gobierno poner precios máximos”, añade.
Además, Sánchez acusa que “las grandes cadenas se están forrando como nunca porque han aumentado los márgenes de beneficio”. “Han aprovechado un año concreto de gran confusión, con grandes subidas de la luz y la gasolina y ciertos fabricantes y cadenas de distribución han dicho ‘si sube mucho la luz y la gasolina y aquí no pasa nada, subimos mucho los precios de los alimentos a ver qué pasa’. Y no ha pasado nada. Realmente no ha habido una intervención del Gobierno en los precios, la medida es algo tan light como eliminar el IVA o bajarlo”, añade.
Sánchez enfatiza que a los grandes supermercados “no les repercute la bajada del IVA”. “Al revés, pueden ganar más si no aplican correctamente la rebaja de precios. Al final, no salen perjudicados en absoluto ni se les recorta un ápice el margen de beneficios, que es lo que había que hacer recortar márgenes amparándose en la ley de comercio”, señala.
Cunyat tampoco ve beneficio en esta medida, pero duda de que la limitación de precios sea la solución. “Limitar los precios lo que hace es que los mercados no funcionen bien. Por ejemplo, si limitas el precio de los aceites de oliva a un máximo de 2 euros el litro pueden darse situaciones de que una empresa en España pueda venderlo en Francia por 10 euros el litro. Lo que va a hacer probablemente es eso, provocando escasez del producto en España. No suelen ser buenas medidas, Venezuela es un ejemplo. Debe hacerse en casos puntuales y excepcionales”, explica.
El experto hace un llamado a una “medida quirúrgica” destinada a aquellos que lo necesiten y no una como esta que beneficia tanto a grandes rentas como a rentas bajas.
Con respecto al cheque de alimentación de 200 euros que también promovió el Gobierno, Cunyat le ve lagunas por el trámite burocrático que hay que seguir. “Los 200 euros es un pago único tiene que pedirse entre febrero y marzo, desde que se pida hasta que se conceda mayo. Además, tienes que pedirlo a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria, por lo que tienes entrar con certificado digital, etc”, destaca.
“El problema que tiene esa medida es que cuando llegue sea muy tarde y si tiene que sobrevivir con 200 euros, mal vamos. Pienso en medidas más quirúrgicas, un cheque que sea más automático. La Agencia Tributaria tiene suficiente información de todos como para saber si eres de renta baja o no, imagínate una familia con situación de marginalidad no va a tener un certificado digital”, apunta.
Para él, esto sería “más barato para todos que la bajada del IVA” porque supon focalizar los recursos en personas de renta baja.