¿Es un buen momento para invertir y para comprar una vivienda?
Los analistas vaticinan una caída en los precios de la vivienda y oportunidades en empresas del sector de la salud y tecnológico.
“Piso en venta en calle de la Infanta Mercedes. Consta de recibidor, cocina independiente, salón, dos dormitorios y un baño. La zona es inmejorable”. Este anuncio es uno de los miles que pueblan la página de idealista, uno de los portales inmobiliarios más consultados para la búsqueda de piso en la capital.
Todo sería normal en esta publicidad, si no fuera por un pequeño detalle. Esta casa salió a la venta en su día por 311.000 euros y ahora aparece por 299.000 euros, un 4% menos. Esta caída de precios se empieza a convertir en una constante en muchos anuncios de venta de pisos.
La pandemia del coronavirus ha contagiado a la economía, que se encamina hacia una de las peores crisis de la historia. Al igual que ocurrió tras la caída de Lehman Brothers en 2008, el parón de la actividad económica, la inestabilidad y la incertidumbre sobre el futuro han provocado grandes desplomes en los mercados financieros y también empieza a notarse en el inmobiliario.
Gracias a estos desplomes de las Bolsas, las acciones de muchas empresas cotizan a precios muy baratos. Algo similar puede ocurrir con los pisos. Ante esa ventana de oportunidad, surge una duda: ¿es un buen momento para invertir? ¿Y para comprar una casa?
Los expertos recomiendan ante todo cautela y mesura a aquellos ciudadanos que quieran invertir su dinero en estos momentos por primera vez porque existe mucha volatilidad en los mercados. Es decir, las Bolsas pueden subir mucho un día y caer mucho al siguiente, sin ninguna razón aparente.
“Este será un año especialmente complicado, ya que hay una absoluta falta de previsibilidad acerca de lo que podría pasar en los siguientes meses. Los distintos organismos están haciendo previsiones, y son muy dispares, variando esencialmente en función de la duración de la crisis del covid-19 y de la capacidad de recuperación posterior”, señala Victoria Torres, responsable de análisis y selección de fondos de Singular Bank -antiguo SelfBank-.
Lo importante a la hora de invertir es no dejarse llevar por un impulso, no dejarse influir por la última noticia, y, en cambio, diseñar una estrategia a largo plazo. No pensar en cuánto dinero se pretende conseguir mañana, sino dentro de un año.
“En momentos como los que estamos viviendo, puede ser muy difícil
mirar más allá de los próximos días. Creo que ser capaces de ampliar nuestro horizonte temporal a meses o años contribuirá a aprovechar las mejores oportunidades de inversión a largo plazo”, señala Jody Jonsson, gestora de Capital Group.
“Hay que ser bastante cauteloso sobre las perspectivas de numerosas clases de activos, incluyendo las acciones. Hay oportunidades de inversión en la renta variable [acciones], pero tenemos que ser muy selectivos a medida que el aumento de los costes de la deuda, la viabilidad y la sostenibilidad del flujo de caja se haga más importante”, explican desde la gestora de activos Schroders.
Esta gestora de inversiones independiente ofrece una de las claves a tener en cuenta en los próximos meses cuando se quieren comprar acciones de una empresa: la liquidez. Antes de invertir en una compañía, hay que mirar su solvencia, cuál ha sido su desempeño anterior y, sobre todo, el endeudamiento que tiene. Muchas empresas se verán obligadas a cerrar la persiana durante esta crisis porque se ha desplomado el consumo.
Esto sirve también como pequeño consejo individual para aquellas personas que quieran lanzarse a invertir en Bolsa. Antes de ponerse a comprar acciones, hay que revisar la situación económica personal. Un inversor no puede invertir hoy todo el dinero que tenga ahorrado y que quizás vaya a necesitar mañana si, de repente, llegan mal dadas, caen sus ingresos o se va al paro.
No poner todos los huevos en la misma cesta
Otra de las recomendaciones realizadas por todos los expertos en estos momentos es diversificar la inversión para disminuir los riesgos. Como dice el dicho popular, “no poner todos los huevos en la misma cesta”.
¿Por qué puede resultar útil? Si se invierte todo el dinero en el mismo sector o, incluso, en la misma empresa, y luego esas compañías no funcionan como se esperaba o incluso se van a pique, habrá perdido su inversión.
Los expertos señalan a la salud como uno de los sectores en los que se abren oportunidades para invertir. Cuando pase la pandemia se incrementará el gasto de los Gobiernos y de los ciudadanos ante el miedo a un rebrote del coronavirus.
“Aunque algunas empresas de salud están viendo una elevada demanda en la actualidad, creemos que esto continuará más allá de la actual crisis. Quizá se podrán ver niveles más altos y sostenidos de gasto en salud por parte de los gobiernos para asegurarse de que los servicios de salud están mejor equipados. La innovación en el sector sanitario está trayendo consigo interesantes oportunidades de inversión. En muchos casos, las valoraciones de mercado de tales compañías no reflejan adecuadamente su potencial de revalorización a largo plazo”, apuntan desde Schroders.
Obviamente, las empresas tecnológicas también continuarán en auge después de la pandemia porque la cuarentena ha demostrado que las empresas necesitan tecnología para adaptarse al teletrabajo y los ciudadanos han empezado a utilizar masivamente servicios como el comercio digital o la televisión por streaming.
“El sector tecnológico también es otra área interesante, sobre todo, en el área de software y de semiconductores. La electrificación de los automóviles verá un aumento de la demanda de chips de potencia, por ejemplo”, explican.
Eso sí, el inversor no debe elegir una empresa cualquiera de estos sectores para invertir, sino que debe buscar asesoramiento por parte de expertos. “Lo crucial es que las oportunidades se encontrarán específicamente por compañías. Las empresas con mayor potencial de crecimiento sostenible son las que están expuestas a tendencias que son independientes del crecimiento económico”, defienden desde Schroders.
Los cambios en el comportamiento de los consumidores, como una mayor demanda de pruebas, o la transición hacia la sostenibilidad son algunas de las tendencias que marcarán los mercados financieros en los próximos años.
“Una de nuestras apuestas es la inversión por megatendencias, entendidas como temáticas capaces de generar cambios profundos y permanentes en la sociedad y, por tanto, con una alta probabilidad de convertirse en los nuevos motores de crecimiento. No estamos sometidos a restricciones geográficas ni de capitalización, lo que aporta una mayor diversificación en las carteras”, señala Victoria Torres, de Singular Bank.
Algunos expertos señalan que las acciones estadounidenses serán menos rentables que sus homólogas en Europa, ya que el mercado estadounidense acumulaba muchos años de crecimiento y tardará más tiempo en recuperarse.
“Los inversores deben mantener una postura neutral frente a la renta variable mundial. No obstante, deben empezar a sobreponderar [comprar más acciones] los activos de calidad europeos, ya que las acciones de Estados Unidos se quedarán rezagadas de sus homólogos extranjeros en los próximos 12 meses”, apunta Laurent Denize, director adjunto de inversiones de la gestora francesa ODDO BHF Asset Management.
Un buen momento para comprar una casa
Al igual que ocurre con las acciones, el mercado inmobiliario también ofrecerá oportunidades interesantes para invertir en los próximos meses, una vez termine esta situación excepcional. La crisis ha paralizado cualquier operación de compraventa de vivienda, que se volverán a reanudar.
Los expertos auguran una mayor oferta de casas disponibles, ya que habrá algunos propietarios que tengan que poner a la venta viviendas en un momento de dificultad económica como el que atravesamos. Además, algunos pisos que estaban destinados al alquiler turístico -por su alta rentabilidad hasta ahora- podrán pasarse al alquiler tradicional o, incluso, a la venta.
“Cuando salgamos del encierro en el que nos encontramos es posible que se acelere el número de viviendas que aparecen en el mercado, no solo por el confinamiento, sino por la suma de las viviendas de propietarios cuya situación financiera haya empeorado y necesiten liquidez con urgencia y las procedentes de herencias. En ese momento quien pueda hacer frente a la compra de una vivienda encontrará más oferta que nunca”, señala Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista.
Este aumento de la oferta no vendrá acompañado de un aumento de la demanda por parte de los consumidores. Muchos potenciales compradores también atraviesan dificultades económicas en este momento al verse afectados por ERTEs o despidos.
“Los primeros días viviremos un espejismo al cerrarse muchas de las operaciones que estaban paradas. Una vez superado ese primer momento, encontraremos la nueva realidad del mercado: el número de compraventas en 2020 finalmente se reducirá de manera significativa para ir lentamente remontando a lo largo de 2021”, asegura Encinar.
Los analistas coinciden en que se producirá una bajada de los precios en el mercado inmobiliario tras el coronavirus, ante esa urgencia de vender por parte de algunos propietarios. Este se dará sobre todo en la vivienda de segunda mano, como el caso del anuncio inicial, que ya venía experimentando una ligera caída.
“La reducción a la que estamos asistiendo actualmente era la esperada para 2020, año en que vaticinábamos que los precios de la vivienda de segunda mano iban a empezar a caer ligeramente. Lo que puede pasar con la actual crisis causada por el coronavirus es que esta caída se vea un poco más acelerada. Los precios van a caer un poco más, aunque consideramos que no van a ser caídas muy abultadas”, asegura Anaïs López, directora de comunicación de Fotocasa.
Así han evolucionado los precios en los últimos años:
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Eso sí, que nadie espere un desplome como el que se produjo tras la crisis financiera, ya que será más moderado. Bankinter vaticina una caída de los precios cercana al 6% en el mercado residencial.
“Todo apunta a que el ajuste no será tan severo como en el periodo 2010-13 y aunque es conocida la poca inclinación de los españoles por reducir el precio de sus viviendas y no sería raro que muchos se resistan a tocar el precio a la baja a la espera de una recuperación rápida del mercado”, afirma Encinar.