¿Es posible usar 'demasiado' un vibrador?
Si lo que temes es desarrollar una adicción, tranquila.
Cuando era adolescente, recuerdo que pensaba que si usabas demasiado el vibrador podías provocar un daño irreparable a tus partes íntimasr. Que un día, masturbándote con tu juguete favorito, el clítoris se te entumecería de forma permanente. Y, entonces, tendrías que decir adiós a los orgasmos para siempre. (Ya sabéis, el 37% de las mujeres necesitan estimularse el clítoris para llegar al orgasmo, según una encuesta de 2017).
En internet, la idea de que utilizar demasiado un vibrador puede provocar la desensibilización permanente del clítoris se conoce como síndrome de la vagina muerta. Pero, ¿es un problema real o solo un mito sexual? Esto es lo que argumentan los expertos consultados por la edición británica del HuffPost.
El vibrador puede entumecer el clítoris, pero solo de forma temporal.
“No hay pruebas empíricas de que el uso del vibrador pueda provocar la desensibilización permanente del clítoris”, tranquiliza Nan Wise, terapeuta sexual, neurocientífica y autora de Why Good Sex Matters.
Lo normal es que, si disminuye la sensibilidad del clítoris, sea por poco tiempo. Un estudio de 2009 publicado en la revista especializada Journal of Sexual Medicine desveló que aproximadamente el 71% de las mujeres que han usado un vibrador no ha sufrido ningún efecto secundario negativo, como entumecimiento genital, dolor, irritación, inflamación, desgarros o cortes. Del 16% que sufrió entumecimiento genital, solo el 0,5% dijo que les duró un día o más.
“Piénsalo así: es como cuando te sientas sobre una de tus piernas y se te queda dormida, pero luego vuelve a la normalidad y todo sigue funcionando”, compara Gigi Engle, sexóloga y autora de All the F*cking Mistakes: A Guide to Sex, Love, and Life. Del mismo modo, tienes que darle a tu clítoris un tiempo para recuperarse y no debería tardar en volver a la normalidad.
Si te molesta el entumecimiento, prueba a reducir la intensidad de la vibración, utilízalo por encima de la braga o encuentra otro juguete que no sea tan intenso, recomienda Nazanin Moali, terapeuta sexual y presentadora del podcast Sexology.
La respuesta breve es no. Los estudios no avalan la creencia de que una persona pueda volverse adicta física o psicológicamente a un juguete sexual. Otra preocupación relacionada es que las mujeres que utilizan los vibradores para masturbarse acaban tan enganchadas que pierden las ganas de acostarse con otras personas, concretamente con los hombres.
“Es un mito que sigue perpetuándose para estigmatizar la sexualidad femenina”, asevera Engle.
Sí cabe señalar que las mujeres que utilizan vibradores con frecuencia tal vez estén acostumbradas a llegar enseguida al orgasmo y por ello puede que tengan expectativas irreales sobre la facilidad de llegar al clímax frotando el clítoris, durante el sexo con penetración o durante el sexo oral. Por eso es bueno alternar la forma de llegar al orgasmo para no depender solamente de una.
“Según la intensidad de los vibradores, muchas mujeres son capaces de llegar al orgasmo en menos de 5 minutos”, asegura Moali. “Sin embargo, también hay que tener en cuenta que es perfectamente normal y saludable que tu pareja sexual tarde más si decide no usar juguetes”.
Si piensas que el vibrador te afecta en tu día a día (empiezas a llegar tarde al trabajo, evitas socializar o te aíslas de tu pareja), es hora de que analices tus hábitos.
“Algunas personas que tienen dificultades para regular sus emociones utilizan el sexo como primera vía de escape, algo que puede llevar a desarrollar conductas sexuales descontroladas”, advierte Moali.
Aunque no tienes por qué preocuparte por causarte daños permanentes en el clítoris, sí hay algunos riesgos que debes conocer. Por ejemplo, puedes irritarte la vulva si no limpias bien el vibrador (hay que seguir las instrucciones del fabricante, ya que muchos materiales requieren cuidados específicos).
“Si utilizas un vibrador y te lo metes en la vagina, asegúrate de que está diseñado para ello y de que está bien lubricado con un lubricante compatible con el dispositivo para reducir la irritación de la capa superficial de la vagina”, aconseja Wise.
La experta también advierte de los riesgos de introducir en otros orificios, como la boca o la vagina, un juguete que haya estado dentro del ano, ya que podrías extender materia fecal y bacterias en esas áreas.
Si compartes juguetes con tu pareja o con otras personas, corres el riesgo de propagar o contraer infecciones de transmisión sexual, como clamidia y herpes. Lo recomendable es practicar sexo seguro cubriendo el juguete con un condón sin usar y limpia el juguete después de cada uso.
Si experimentas entumecimiento duradero en la zona genital, al médico. El detonante tal vez sea un problema médico o fisiológico, no tu vibrador. “Puede deberse a cambios hormonales asociados con la menopausia o a otros problemas médicos. Habla con tu médico con libertad si notas que algo va mal en tu salud sexual”, indica Wise.
Desde luego que sí. No hay que olvidar que un vibrador es un objeto diseñado para dar placer, no es un objeto al que temer. De hecho, utilizar vibradores ofrece un montón de beneficios físicos, mentales y emocionales.
Por una parte, los vibradores te ayudan a descubrir qué es lo que le gusta a tu cuerpo. “Te pueden enseñar a tener orgasmos si nunca has tenido uno antes”, sostiene Engle.
También te sentirás más segura y empoderada a la hora de practicar sexo con otra persona. “Que una mujer sea capaz de llegar sola al orgasmo puede mejorar drásticamente su confianza para enseñarle a su pareja sexual lo que necesita para sentir placer y alcanzarlo”, asegura Sari Cooper, terapeuta sexual y directora del Center for Love and Sex de Nueva York.
Por no mencionar que los orgasmos que consigues con el vibrador ayudan a mejorar tu humor y a relajarte. “Es una experiencia que mantiene a las mujeres en el presente y evita que se preocupen por alcanzar una relajación cuerpo-mente completa”, explica Cooper.
Es más, el uso del vibrador parece guardar relación con un montón de aspectos positivos, señala Wise, como una mejor salud sexual en términos de deseo y excitación, lubricación vaginal, menos dolor y más orgasmos.
Así pues, que vivan las buenas vibraciones.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.