¿Es normal tener calambres después del sexo?
Los expertos explican qué es lo que puede provocar estos dolores.
Acabáis de llegar al clímax y te sientes genial. Pero de repente empiezas a notar una tensión rara en los músculos. ¿Qué pasa?
Los calambres después del sexo pueden ocurrir de forma ocasional. ¿Es normal? ¿Cómo puedes aliviar los síntomas? ¿Deberías preocuparte? Esto es todo lo que tienes que saber:
Las posibles causas
Hay múltiples motivos por los que se pueden sentir dolores en la zona baja del estómago después del sexo. Entre los más comunes están:
El orgasmo. "Es totalmente normal tener calambres después del sexo, sobre todo si has tenido un orgasmo", asegura la obstetra y ginecóloga Heather Bartos. Los orgasmos son simplemente contracciones espontáneas del músculo uterino y esas contracciones pueden continuar durante un breve período de tiempo después del coito, añade.
Embarazo. "Muchas mujeres pueden experimentar dolor abdominal con calambres durante la primera fase de la gestación, y aumentan especialmente durante las relaciones sexuales", señala Kecia Gaither, médica especializada en ginecología y medicina materno-fetal.
La regla. Según Bartos, algunas personas sufren más calambres cuando tienen la regla. "El útero ya está trabajando mucho para expulsar la sangre menstrual, así que las contracciones pueden ser más pronunciadas durante el sexo cuando se está con la regla", afirma.
"Curiosamente, el sexo también puede aliviar el dolor menstrual de forma momentánea, pero sí, toda esa acción y movimiento —desde las contracciones a la presión— también pueden contribuir a la incomodidad", añade Janelle Luk, endocrinóloga reproductiva y cofundadora de Generation Next Fertility.
Estás ovulando. Los expertos señalan que si estás ovulando es más probable que sientas calambres después del sexo.
"Si piensas en todas las cosas físicas que ocurren durante el sexo —contracciones después del orgasmo, presión en el cuello uterino— es más fácil entender el sentido de los calambres", apunta Luk. "De hecho, el movimiento, la presión y la actividad sexual pueden desplazar de forma temporal todo, desde los ovarios y el útero hasta la vejiga, que pueden sentir 'molestias' y dar lugar a esos calambres".
El DIU. Bartos explica que como el DIU es un cuerpo extraño que se asienta en el útero para evitar el embarazo, cualquier movimiento uterino que lo presione puede suponer ciertos calambres. Pero no suelen ser fuertes. Luk recalca que no debería preocuparnos que el sexo pueda mover el DIU de posición.
"Creo que al oír la palabra 'calambres' nos imaginamos unos dolores horribles similares a ese dolor menstrual que te impide salir de casa, pero en este caso son más bien contracciones suaves que sólo son molestas y breves", aclara.
El semen de tu pareja. El fluido seminal contiene una sustancia parecida a una hormona llamada prostaglandina, señala Gaither, y algunas mujeres son sensibles a ella. "Así que cuando se libera en la vagina durante la eyaculación, puede provocar calambres", añade Luk.
Tu anatomía. Gaither explica que algunas personas tienen un útero "inclinado", de modo que, durante la penetración, "el cuello uterino experimenta más presión y eso puede provocar dolores o calambres pélvicos".
Un quiste. Alyse Kelly-Jones, obstetra y ginecóloga en el centro Novant Health Mintview de Carolina del Norte (EE UU), afirma que un quiste ovárico roto puede causar calambres y la fuerza del coito puede producir la ruptura del quiste.
"El líquido del quiste puede expandirse y llegar al abdomen, y suele ser doloroso", apunta.
Fibromas. Si eres propenso a sufrir fibromas (crecimientos no cancerosos del útero), esos tejidos pueden acercarse al cuello uterino y causar dolor después del sexo, apunta Luk.
"En la misma línea, si tienes endometriosis —una enfermedad que consiste en el crecimiento de tejido uterino en otros órganos pélvicos— también serás más susceptible a los calambres después del sexo", señala.
Cómo aliviar los calambres post-sexo
En primer lugar, trata de cambiar la postura y el vigor del acto.
"Como estamos hablando de presión en el cuerpo durante el sexo, plantéate cambiar de posición para reducir la presión en el cuello uterino, y quizás también plantéate la opción de unas relaciones sexuales menos severas", propone Luk, que añade que vaciar la vejiga antes del sexo contribuye a reducir la presión que puedes notar. Si sospechas que eres sensible a la prostaglandina, dile a tu pareja que utilice condón para ver si eso ayuda.
"Para calambres suaves, recomendaría a la paciente pretratarse con ibuprofeno de 800 miligramos. Contar con esta medicación previa ayuda a evitar este tipo de molestias", explica Kelly-Jones.
También se puede aliviar "tomando un baño caliente o con una almohadilla de calor", sugiere Luk. "Como estás intentando calmar las contracciones y la tensión, también puedes probar remedios naturales como estiramientos o respiraciones profundas para mejorar la relajación en ese área".
Cuándo preocuparse
Aunque la mayoría de las causas de los calambres post-sexo no son motivo de preocupación, los expertos recuerdan que hay ciertos síntomas a los que sí conviene prestar atención.
"En algunos casos, la infección del tracto urinario o de la pelvis, la endometriosis o los tumores pélvicos —incluidos quistes ováricos y embarazo ectópico— pueden explicar los calambres", señala Jill Rabin, jefa de atención ambulatoria, obstetricia y ginecología en el centro Long Island Jewish Medical Center de Nueva York.
Rabin aclara que la diferencia reside en la severidad y la naturaleza de la sensación de los calambres. "Si sólo ocurren al mismo tiempo del orgasmo, no hay nada de lo que preocuparse. Si, de lo contrario, los síntomas se producen en otros momentos y si la mujer tiene endometriosis, está con una pareja nueva o ha tenido quistes en el ovario, pueden estar apuntando a otras causas", añade.
Según Luk, lo más importante es escuchar a tu cuerpo. "Si has probado alguna de estas soluciones y no funcionan, si el dolor no se disipa o empeora, si va a acompañado de síntomas como sangrado o mareos, o si se agrava e incomoda, deberías ir al médico", recomienda.
Es importante establecer una relación de confianza con un médico con el que puedas hablar y al que puedas consultar tus dudas, recalca Robin. Y presta atención a cuándo ocurren los calambres. "Llevar un diario de síntomas suele ser muy efectivo", aconseja. "Llévatelo cuando acudas a consulta".
En cualquier caso, recuerda que la mayoría de los síntomas no implican ninguna afección grave, pero "no los ignores si son persistentes y ve a ver a un doctor", concluye Robin.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano