Es hora de reconocer
El pasado 27 de febrero presentamos en Madrid "El Índice del Reconocimiento en España". Un estudio promovido por Amstel, en el que hemos colaborado como psicólogo. Este estudio se hace con el motivo de impulsar en España la cultura del reconocimiento.
Este estudio desarrollado a través de 1650 entrevistas entre mayores de 18 años viene a refrendar la falta de cultura del reconocimiento en áreas como el trabajo, la familia o en el mundo digital.
Estamos programados para centrarnos en lo negativo, al punto de que en nuestro lenguaje existen más palabras para definir las emociones negativas que para las positivas. Y como señalan algunas investigaciones, necesitamos cinco halagos para combatir cada crítica que recibimos.
Voy a comentar algunos de los datos que arroja la investigación:
En el ámbito personal
Solo la mitad de los españoles creen merecer el reconocimiento (50,3%). Así es que una parte significativa de la población no reconoce su capacidad, esfuerzo y lo que es capaz de hacer. Esto es un elemento importante que no facilita en esta parte de la población el que mantenga una sana autoestima.
Ámbito laboral
El trabajo es donde menos reconocidos nos sentimos. De tal modo que 8 de cada 10 entrevistados creen que los españoles no nos sentimos valorados en nuestro trabajo; pero si nos adentramos más en el tema del trabajo, vemos que el 83,3% afirma que los jefes no valoran el trabajo bien hecho y que más del 80% destacan más los errores que los aciertos.
¡Cuidado! Los jefes y compañeros tampoco salen bien parados. De nuevo más de la mitad reconoce "poner a parir" al jefe y criticar a algún compañero.
Ámbito familiar
En la familia tampoco reconocemos el esfuerzo que hacen los demás. Más del 60 % no solo no reconoce lo importante que es el uno para el otro en las parejas, sino que: o no son agradecidos con sus padres o ni tampoco valoramos lo suficiente el tiempo dedicado por los abuelos a los nietos.
Comportamiento online y Redes Sociales
Nuestro comportamiento online es similar. Los españoles buscamos mucho más lo negativo, que por ejemplo los anglosajones.
En redes sociales también preferimos la queja al reconocimiento. Solo en un 22% de los casos expresamos reconocimiento total por una acción bien realizada, un trabajo bien hecho o una cualidad merecida.
Y ¡cuidado! Cuantos más jóvenes, menos agradecidos. Los menores de 18 años son los que menos reconocen una acción bien realizada, mientras que los jóvenes entre 18 y 24 años y los mayores de 45, son los que más reconocimiento emiten en las redes sociales
¿La falta de reconocimiento es un hábito o es por envidia?
La razón principal que señalan los encuestados es la falta de hábito en reconocer 67,9% según el estudio. Nos sale de forma natural, lo natural es señalar lo negativo y obviar lo positivo. Y por otra parte está la envidia. El objetivo de la envidia es desear algo que no se tiene, a nivel material, físico, de actitud, etc. La envidia a la larga puede convertirse en un gran sufrimiento al convertirse en una lucha constante de querer tener o poseer lo que me falta.
La falta de esta valoración positiva por parte de los demás puede traernos consecuencias negativas. Como por ejemplo, una búsqueda desesperada del halago y de validación hasta incluso llegar a la renuncia a conseguir el aprecio, desánimo, tristeza y sensación de inutilidad, que en algunos casos puede llevar a la depresión. Por ello resulta tan importante reconocer lo positivo de los demás.
El reconocimiento nos motiva a ser mejores y nos genera bienestar
Según revelan los datos del estudio la inmensa mayoría de los españoles se siente animado a hacer las cosas mejor cuando alguien reconoce su esfuerzo.
El estudio nos desvela que la mayoría se siente reconocido/a y les alegra el día el recibir un whatsapp de un ser querido en el que le dice lo importante que es para él. Le alegra el día y le hace sentirse reconocido/a el hecho de que su jefe/a le felicite por el trabajo bien hecho
Y es que incorporar el hábito del reconocimiento en todos nuestros ámbitos de la vida (personal, familiar, laboral, social, etc.) nos va a generar un mayor bienestar que redundará en nuestra salud emocional.
Desde luego instaurar el reconocimiento en nuestra vida no va ser cosa de magia y el cambio no va a suceder de golpe y un día te vas a despertar y se terminó tu negatividad. Hay que dedicar esfuerzo, voluntad y constancia para cambiar eso.
Nuestro cerebro está constantemente cambiando su estructura basándose en lo que lo que pensamos, sentimos y hacemos; los científicos lo denominan 'neuroplasticidad' dependiente de la experiencia'. Si nos centramos en lo positivo, nos estamos haciendo cargo del proceso de cambio estructural de nuestro propio cerebro.
El reconocimiento nos acerca más al bienestar, tanto el que lo practica como del que lo recibe. Incluso resulta más beneficioso para el que agradece que el que recibe el agradecimiento. Ser agradecido es una fortaleza del ser humano que genera bienestar.
Minimizar el número de comportamientos "envidiosos" que tenemos en nuestro día a día. Poner el foco de atención en lo que tenemos y no en lo que nos falta
Podemos en determinados momentos reconocer algo valioso de las personas que tenemos cerca y si además somos capaces de expresar algún sentimiento positivo, dándoles lo que nos gustaría recibir, de este modo les ofrecemos un apoyo con un valor muy sano. Y también podemos beneficiarnos de manera natural.
Dar lo que queremos recibir puede tener una forma natural de volver a nosotros.
La persona agradecida, aquella que reconoce una buena labor, se siente incluso mejor que el que recibe el reconocimiento