Ermua difunde un vídeo inédito de Miguel Ángel Blanco en un pleno un año antes de su asesinato
"Miguel Ángel Blanco y todas las víctimas de ETA permanecerán siempre en nuestra memoria", ha escrito el consistorio, recordando al edil popular, secuestrado y asesinado en 1997.
El Ayuntamiento de Ermua ha difundido un vídeo inédito del edil del PP Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA el 13 de julio de 1997. La cuenta oficial de Twitter del consistorio ha publicado las imágenes de un Pleno celebrado el 27 de marzo de 1996, un año antes de un crimen que conmocionó a la sociedad española.
“Miguel Ángel Blanco, Sotero Mazo, y todas las víctimas de ETA permanecerán siempre en nuestra memoria. Ermua marcó un antes y un después en la lucha contra el terrorismo. Y eso lo conseguimos entre todos/as”, escribe el perfil del ayuntamiento, que acompaña su tuit con el hashtag #ErmuaLaHuellaImborrable.
En el vídeo, de unos 13 minutos, se ve debatir a los distintos ediles sobre cuestiones de la actualidad de la villa vizcaína. En el minuto 12:00, Miguel Ángel Blanco toma la palabra brevemente para hacer una aportación al tema de debate. Durante 24 segundos se vuelve a oír su voz, un tanto ronca.
Este mensaje llega a algo menos de dos meses del 25 aniversario de su secuestro y asesinato a mano de la banda terrorista. El 10 de julio de 1997, tres etarras le secuestraron, con la exigencia de que el Gobierno central acercase a todos los presos de la organización terrorista a las cárceles del País Vasco a cambio de la vida del joven político popular.
Entre el 10 y el 13 de julio, Ermua y toda España fueron un clamor contra ETA, con innumerables manifestaciones de ciudadanos alzando sus manos y pidiendo por la vida de Miguel Ángel. En aquellos días se hizo popular el grito de “ETA, escucha, aquí tienes mi nuca”, lanzado por millones de personas hartas del terrorismo.
El Gobierno no accedió al chantaje y ETA llevó a cabo su asesinato. Blanco fue encontrado malherido en un descampado la tarde del 12 de julio, pero murió horas después. Su muerte desencadenó una oleada de actos violentos contra locales del entorno etarra. Años después, la familia del concejal popular tuvo que trasladar sus restos a Galicia ante las constantes profanaciones de sectores proetarras.