"Ni a Ucrania, ni a Rusia, ni a EEUU, ni a Europa les interesa que esto sea causa objetiva para una escalada"
El especialista en Relaciones Internacionales, Frédéric Mertens, pronostica que Occidente tratará de calmar a Polonia para evitar una escalada del conflicto.
La guerra entra en nueva dimensión. Por primera vez, los misiles han caído en territorio de uno de los países de la OTAN: Polonia. La pregunta es clara: ¿qué consecuencias va a tener este hecho?
El coordinador y profesor del grado de Relaciones Internaciones de la Universidad Europea de Valencia, Frédéric Mertens, señala para El HuffPost que lo previsible es que “tanto EEUU como Europa hagan presión sobre Polonia para tratar de tranquilizarla”.
El objetivo de esa actitud no sería otro que “evitar que Polonia, en una reacción en caliente, pueda lanzar un ataque, no militar, pero sí diplomático agresivo que pueda empeorar aún más las cosas”.
Un ataque ¿voluntario?
Otro de los interrogantes es la autoría del incidente y si el mismo se ha producido de forma voluntaria o no. Mertens identifica varias hipótesis, una de ellas tiene relación con que “Putin está muy cuestionado debido a la pérdida de Jersón y su situación está peligrando de cara a los próximos meses”.
Por ello, Rusia podría haber efectuado el lanzamiento de los misiles de forma voluntaria para “provocar tanto a los europeos como a los estadounidenses y tratar de fracturar la unión que ha existido entre ellos hasta el momento”.
Otra de las posibilidades es que el país presidido por Vladímir Putin haya decidido atacar territorio polaco para “culpar de ello a Ucrania, que lo habría hecho con el objetivo de aumentar la presión sobre Occidente para recibir más apoyo”.
Una ofensiva que podría convertirse en accidente
El Ministerio de Defensa de Rusia ha calificado de “provocación deliberada” las acusaciones sobre su implicación. Sin embargo, el experto en Relaciones Internacionales recuerda que “los rusos desde la época soviética acusan a los demás de lo que están haciendo o de lo que pretenden hacer”.
En ese sentido, Rusia, ante sus recientes derrotas en el campo de batalla, “también podría estar intentando forzar a que los países occidentales hagan que Ucrania reduzca sus pretensiones y negocien”.
En cualquier caso, aunque hubiera sido intencionado y aunque se hallaran pruebas de que Rusia haya estado detrás del lanzamiento de los misiles, todo podría quedar en un accidente. “A veces, lo que se hace de forma voluntaria, se transforma en un supuesto accidente cuando a todas las partes les interesa que haya sido un accidente. Ni a Ucrania, ni a Rusia, ni a Estados Unidos, ni a Europa les interesa que esta sea una causa objetiva de una escalada”, subraya Frédéric Mertens.