Entonces, ¿se cancela la Navidad? Los expertos hacen sus pronósticos
La celebración de estas fiestas es toda una incógnita a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia.
¿Será el coronavirus el Grinch de este año? Hasta la fecha, la evolución de la pandemia y qué nos depararán los próximos meses es toda una incógnita, pero analizando la situación actual y observando las restricciones impuestas, parece difícil imaginar unas Navidades al uso: grandes reuniones, abrazos, besos y bien de compartir.
Aunque ni el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ni el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, se han pronunciado aún al respecto, fuera de nuestras fronteras el primer ministro británico, Boris Johnson, sí lo ha hecho ante la pregunta de un periodista.
″¿Significa la prohibición de reuniones de más de 6 personas que la Navidad ha sido cancelada?”. A lo que Johnson respondió: “Todavía tengo la esperanza, como he dicho antes, de que, de muchas maneras, podamos volver a la normalidad en algunos aspectos de nuestras vidas para entonces”.
Restricciones para largo
Los expertos no lo tienen tan claro. “Es una incertidumbre. Desde el punto de vista sanitario estamos a la espera de ver cómo se comportan también otro tipo de enfermedades contagiosas, por ejemplo la gripe. Ver qué tipo de respuesta tiene la gente a la campaña de vacunación que se va a adelantar”, explica la doctora de familia Marina Jaquete, de un hospital madrileño.
“Otro factor será ver cómo respondemos cuando ya no haya terrazas, haga frío, y se determine si se adoptan más restricciones en relación a las reuniones grupales. Habrá que ser muy cautos cuando nos juntemos con la familia, y sobre todo con persona vulnerables, porque es obvio que la cosa no se va a acabar para entonces...”, añade.
“La Navidad no será lo mismo, de eso estoy absolutamente segura”, cuenta Sally Bloomfield, profesora honoraria de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. “El ‘hasta qué punto’ depende de nosotros en este momento”.
El director médico y profesor Chris Whitty apunta que las medidas tomadas han venido para quedarse. “En relación a las restricciones existentes, la gente debería planteárselas como algo a lo que atenerse durante un ‘próximo bloque temporal’”. “Puede que no dure muchos meses, pero es muy poco probable que terminen en solo dos o tres semanas”. -Según han confirmado fuentes del Gobierno de Reino Unido a El HuffPost UK, éstas podrían prolongarse hasta la próxima primavera-.
En la misma línea se pronunciaba recientemente el secretario de Estado para la Salud, Matthew John David Hancock, en la BBC: “Me gustaría poder relajaros antes de Navidad, obviamente”, alegó en un primer momento. Pero ante la insistencia del medio para que aclarase si las familias podrán celebrar juntas las señaladas fechas, reconoció: “No necesariamente”.
Compras por Internet y cancelación de actos escolares
La preocupación del doctor Julian Tang, virólogo consultor y profesor asociado de la Universidad de Leicester, es que se comience a relajar el distanciamiento social si vamos a centros comerciales llenos de gente y nos juntamos con los nuestros a tomar unas cañas, un chocolate con churros o el roscón.
“Comprar en Internet sería lo más seguro, pero es mucho menos festivo y puede que en Navidad no cause tanta sensación”, remarca.
“Lo que casi con total seguridad no sucederá serán las grandes fiestas de trabajo en la oficina y cosas así, por lo que algunas personas respirarán con alivio”, bromea el profesor de medicina y experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de East Anglia Paul Hunter.
Tampoco las representaciones y actos en los colegios. “Este año nada de nada, ¡Imagínate! Quizá podría tantearse manteniendo la distancia de seguridad, pero bastante desbordados estamos con cumplir los protocolos y que los niños no retrasen más aún su plan educativo”, reconoce Antonio, profesor de primaria en un colegio madrileño.
La vuelta a casa de aquellos que residen fuera es otra cuestión. Sabela vive en EEUU y su gran preocupación ahora es si podrá viajar a Galicia, su tierra natal, para pasar la navidad con los suyos. “Por el tema del visado era posible viajar a España este tiempo pero el regreso no estaba nada claro, así que llevo prácticamente un año sin pisar el país ni ver a mi familia”, cuenta.
En su localidad, Vigo, a 18 de agosto, ni el calor ni la oleada de rebrotes fueron capaces de frenar las obras de cableado previas al montaje del fastuoso alumbrado que cada fin de año convierten a la ciudad pontevedresa en referencia mundial.
“Tiene tela”, confiesa Sabela. “Pero ahora en serio, tengamos cuidado. Yo sólo pido no tomarme las uvas también a través de una pantalla”.