Engordar cuando tienes pareja no es un mito, pero sí un problema
Es fácil coger un par de kilos en los primeros tres meses de relación (o de convivencia), ya que comer juntos pasa a ser una parte central de la misma.
No es inusual engordar cuando se empieza una relación. Al fin y al cabo, vigilar lo que comes tiene menos incentivos una vez que ya estás con alguien que se siente atraído por ti. No obstante, según los expertos, ese no es el único motivo por el que ganamos algún kilo de más.
De hecho, engordar en pareja se debe a que comer juntos pasa a ser una parte central de la relación, sobre todo si ambos viven juntos. En consecuencia, es fácil engordar uno o dos kilos en los primeros tres meses de relación (o de convivencia), así como es muy frecuente que los recién casados engorden una media de dos kilos en su primer año de matrimonio, según la doctora Catherine Hankey, nutricionista de la Universidad de Glasgow (Escocia).
Resulta bastante lógico si se tiene en cuenta que comer o cenar juntos suele ser la opción más frecuente para una primera cita y que, conforme evoluciona la relación, sigue siendo una de las formas habituales de reforzar el vínculo de la pareja.
No obstante, la doctora Hankey ha explicado en declaraciones a The Times que engordar en pareja está convirtiéndose en un problema mayor, ya que las parejas no solo comen más, sino que también reducen su actividad física.
"Es un problema cultural enorme. Quienes empiezan a vivir en pareja tendrían que vigilar su peso. Volverse obeso daña la autoestima y puede dañar también la relación", sostiene Catherine Hankey.
Son muchos los estudios que respaldan las afirmaciones de la doctora Hankey acerca de que vivir en pareja incrementa el riesgo de padecer obesidad. De hecho, una investigación de 2007 desveló que engordar en pareja es contagioso, ya que los miembros de la relación tienden a reflejar su conducta. Por lo tanto, si uno de los miembros de la relación pasa a ser obeso, el otro miembro tiene un 37% más de probabilidades de serlo en el futuro.
Por otra parte, un estudio de 2013 llevado a cabo por la Universidad Metodista del Sur (SMU en inglés) reveló que, cuanto más felices son las parejas, más engordan en los primeros dos años, mientras que las parejas más infelices mantienen la línea sobre la báscula.
La felicidad y el aumento de peso están en correlación porque cuanto más satisfecho estás con tu pareja, menos presión sientes para mantener tu peso. Y, como indicó la SMU, "la principal motivación de vigilar el peso es el deseo de atraer a una pareja".
Es interesante comentar que los mencionados estudios muestran que las mujeres suelen engordar más que los hombres en una relación. Este dato se debe a diversos factores, como el metabolismo femenino y el hecho de que las mujeres tienden a priorizar las necesidades de la pareja por delante de las propias, según informa The Health Orange.
Así que habrá que tener cuidado con esos "kilos de amor".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Canadá y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.