La histeria por el coronavirus ha propiciado que varios expertos en la materia hagan llamamientos en redes para evitar el alarmismo.
Uno de los más compartidos ha sido el de la cuenta especializada Enfermera Saturada. Tras la crisis por el virus en Italia y viendo lo ocurrido en algunas farmacias españolas, el perfil de Twitter ha mandado un mensaje a todos aquellos que han caído en la histeria y están comprando mascarillas para combatir el coronavirus.
“Por favor, dejad de comprar mascarillas que no necesitáis. Quienes sí las necesitan, por ejemplo, son algunos pacientes oncológicos (y no por el coronavirus). Cuando van a la farmacia a comprarlas, como hacían siempre, no hay porque las habéis agotado con vuestra histeria”, ha señalado. Un mensaje que tiene en pocas horas más de 12.600 compartidos y más de 23.000 me gusta.
Por favor, dejad de comprar mascarillas que no necesitáis. Quienes sí las necesitan, por ejemplo, son algunos pacientes oncológicos (y no por el coronavirus). Cuando van a la farmacia a comprarlas, como hacían siempre, no hay porque las habéis agotado con vuestra histeria.
Otro de los llamamientos que más ha triunfado ha sido el de un médico español desde la zona del coronavirus en Italia.
Pau Mateo ha hecho un llamamiento a la calma y ha afirmado que la gente que está muriendo son enfermos con patologías previas.
“Tranquilidad. Lo peor que podría pasar es que muchos nos infectemos, como con la gripe, y que sea algo contra lo que todos los años nos tengamos que vacunar. Sobre todo tranquilidad. Es un catarro más. No estamos hablando de ébola o de VIH”, ha asegurado.
Pero no solo los profesionales médicos se han pronunciado sobre el excesivo alarmismo de algunos ciudadanos.
El periodista Lorenzo Milá, corresponsal de TVE en Milán, se ha convertido en trending topic en España por su acertada crónica para Los Desayunos de TVE, el programa de Xabier Fortes en las mañanas del ente público.
“No podemos hablar, qué se yo, de virus terroríficos como puede ser el ébola. No. Estamos hablando de un tipo de gripe del que se curan la gran mayoría de las personas que se han infectado”, ha afirmado Milá.
Así es el hospital del coronavirus de Wuhan construido en diez días
la prensa oficial prevé que esta semana entre en funcionamiento el otro "hospital exprés" comenzado días después de Houshenshan, Leishenshan, con 1.300 camas.
El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan, construido en solo diez días para combatir el brote de coronavirus, ha entrado este domingo en funcionamiento.
El nuevo hospital se ha convertido en paradigma del "milagro chino", a la vez que en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad.
El centro hospitalario está compuesto de módulos prefabricados y tiene una capacidad de 1.000 camas.
El hospital estará operado por 1.400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas.
Con este centro se espera descongestionar a otros hospitales de Wuhan en la lucha contra el coronavirus, que ha dejado al menos 361 muertos y 17.205 infectados diagnosticados en China hasta el momento, la mayoría de ellos en la provincia de Hub...
Las obras de Huoshenshan comenzaron el 23 de enero y pronto los medios estatales difundieron imágenes de más de un centenar de vehículos de obra, sobre todo, excavadoras, trabajando sin descanso en una vasta superficie.
Houshenshan está ubicado en el suroeste de la ciudad, una zona que, asegura la agencia estatal de noticias Xinhua, cuenta con los servicios necesarios para proveer al hospital y los pacientes.
El centro se construyó a semejanza del pekinés de Xiaotangshan, en el norte de la capital y levantado en una semana en 2003 para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés).
El centro tratará de contener la expansión del brote en su epicentro, la ciudad de Wuhan, que permanece en cuarentena desde el mismo día 23 de enero en que se iniciaron las obras en Huoshenshan.
Una vista de la puerta de una sala de aislamiento en el Hospital Huoshenshan en Wuhan, provincia de Hubei
Los trabajadores pasan junto a un nuevo escáner de tomografía computarizada (TC) en una habitación del hospital Huoshenshan de Wuhan.
Un médico del ejército mira alrededor de una habitación en el hospital Huoshenshan en Wuhan, provincia de Hubei.
Un médico del ejército mira alrededor de una habitación en el hospital Huoshenshan en Wuhan, provincia de Hubei.
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La construcción a toda velocidad de estos centros hospitalarios es una pieza clave en la propaganda oficial de cara a promocionar sus esfuerzos contra el virus en China y en el extranjero.
la prensa oficial prevé que esta semana entre en funcionamiento el otro "hospital exprés" comenzado días después de Houshenshan, Leishenshan, con 1.300 camas.
El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan, construido en solo diez días para combatir el brote de coronavirus, ha entrado este domingo en funcionamiento.
El nuevo hospital se ha convertido en paradigma del "milagro chino", a la vez que en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad.
El hospital estará operado por 1.400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas.
Con este centro se espera descongestionar a otros hospitales de Wuhan en la lucha contra el coronavirus, que ha dejado al menos 361 muertos y 17.205 infectados diagnosticados en China hasta el momento, la mayoría de ellos en la provincia de Hub...
Las obras de Huoshenshan comenzaron el 23 de enero y pronto los medios estatales difundieron imágenes de más de un centenar de vehículos de obra, sobre todo, excavadoras, trabajando sin descanso en una vasta superficie.
Houshenshan está ubicado en el suroeste de la ciudad, una zona que, asegura la agencia estatal de noticias Xinhua, cuenta con los servicios necesarios para proveer al hospital y los pacientes.
El centro se construyó a semejanza del pekinés de Xiaotangshan, en el norte de la capital y levantado en una semana en 2003 para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés).
El centro tratará de contener la expansión del brote en su epicentro, la ciudad de Wuhan, que permanece en cuarentena desde el mismo día 23 de enero en que se iniciaron las obras en Huoshenshan.
Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es