EN UNA GALAXIA NO TAN LEJANA...

ORLANDO - Hemos sido engañados. Esa galaxia muy muy lejana que conocemos desde 1977 y hemos visto tantas veces en el cine está, en realidad, a tiro de piedra. Se localiza en Orlando (EEUU) y para llegar a ella no hace falta ninguna nave imperial o pilotar el Halcón Milenario. Con un avión es suficiente.

El mundo de Star Wars, o lo más parecido que existe a día de hoy de lo que hasta ahora era puro cine, ha sido trasladado minuciosamente por Disney a Galaxy’s Edge, un espacio gigantesco, colosal, inaugurado en agosto en los Hollywood Studios de Walt Disney World Resort en Florida.

Hasta ahora la joya de la corona, la atracción hacia la que se dirigían todos los ojos y generaba largas colas, era el mítico Halcón Milenario. Nunca, jamás, se podrá estar más cerca de emular a Han Solo. Nunca, jamás, se podrá estar más cerca de pisar la mítica nave.

Pero toda ‘estrella’ tiene su amenaza. Y las larguísimas horas de espera para montar en el Halcón Milenario se reparten desde mediados de noviembre con un competidor ‘galáctico’ recién aterrizado: Rise of the Resistance.

Se trata de la atracción más “ambiciosa, inmersiva y avanzada tecnológicamente que hayamos creado jamás”, presume Bob Chapek, presidente de Parques, Experiencias y Productos de Disney. Tiene motivos para sacar pecho: la atracción mezcla aventura, viaje, acción y unos efectos especiales que generan la inmersión del visitante en una batalla galáctica entre la Primera Orden y la Resistencia. Esa experiencia, de unos 20 minutos de duración, está dividida en diferentes fases, intensidad y tiempos. 

La historia arranca en el lejano planeta Batuu. El visitante es reclutado por la Resistencia de la mano de BB8 y Rey y trasladado a un avión de transporte (I-TS). Malas noticias: será interceptado por un Destructor Estelar. Una vez secuestrado, el visitante debe abandonar la nave y cruzar un hangar espectacular ocupado por más de 50 Stormtroppers. Impresiona.

De ahí se pasa a un interrogatorio que es interrumpido de forma inesperada: toca huir, escapar. A partir de ese momento se inicia la parte más impactante de la atracción: el visitante, a bordo de un transbordador, sufre una persecución liderada por Kylo Ren y el General Hux que eleva la adrenalina y contribuye a incrementar la sensación de estar viajando por la Galaxia gracias a unas pantallas laterales repletas de naves, fuegos cruzados y galaxias que casi pueden tocarse con la punta de los dedos. 

La nueva atracción es la culminación de un trabajo de casi cinco años y, de lejos, es la más ambiciosa jamás desarrollada en cualquiera de los parques Disney del mundo. Pero no se trata sólo de dos atracciones —Halcón Milenario y Rise of the Resistance—, sino de trasladar al visitante a todo un nuevo mundo: Batuu, un remoto planeta del Borde Exterior.

“Casi todos sabemos cómo es Star Wars, pero por primera vez podemos ser parte de él”, comenta Diego Parras, imagineering en Walt Disney y uno de los principales responsables de la que Rise of Resistence se haya hecho realidad. No es sólo la atracción: se trata de envolver al espectador en todo un mundo del que nada se conoce y en el que casi todo es muy familiar. Se trata, en definitiva, de que durante unas cuantas horas cualquiera pueda abandonar la mundana realidad para bucear entre las callejuelas y los personajes de una de las sagas más populares de la historia del cine. No es poco reto.

El Batoo creado de la nada en la conocida como Galaxy’s Edge es una ciudad completa, total, erigida de arriba a abajo, en la que el visitante se cruza con naves imperiales, toma bebidas espaciales (y especiales) en la cantina de Oga, camina por espacios ambientados en la Saga, se da de bruces con Darth Vader y reclutas del Ejército Imperial o es recibido al grito de ″¡Bright suns!″, con el que se saluda a los que se adentran en el territorio de Batuu.

“Tenemos que pensar en la gente que ama o quiere a Star Wars, pero también en aquellos que nunca les ha interesado demasiado. Por eso es importante pensar cómo se siente una persona no sólo cuando se sube a una atracción, sino cuando pisa un nuevo mundo: el entorno, los detalles. Es importante, por eso, que aquellos que no han visto nunca una película de Star Wars sí se percaten de que entran en un lugar diferente, algo que no han visto jamás, que pasan a otro mundo. Y eso lo hemos conseguido con tecnología, con luces, con la arquitectura…”, subraya Ann Morrow Johnson, imagineer de Disney.

“Batuu es un mundo completamente nuevo, no existe en ninguna de las películas, y lo que queremos es el visitante cree su nueva historia. Por eso, nada más llegar, se topan con cosas jamás vistas en la saga, pero éramos conscientes de que teníamos que recurrir a algunos de los mitos de las películas, como el Halcón Milenario. Se trata no sólo de ver la historia, sino ser parte de la historia del mundo de Batuu”, señala Nathaniel Palma, ’embajador’ de Disney. No es sólo una atracción, es una experiencia.

Para conseguirla se han requerido años de trabajo y viajes por todos los puntos del mundo. Muchos de los creativos se trasladaron hasta Marruecos o Turquía para captar la esencia de los mercados callejeros de esos país y trasladarlos al entorno de Galaxy’s Edge. También viajaron a Reino Unidos para supervisar los sets de cine donde se grabaron muchas de las escenas de la saga e inspirarse en los vestuarios o decorados que se utilizaron.

Y que ningún fan acérrimo de la saga se preocupe: George Lucas estuvo involucrado en el proceso de creación y desarrollo de Galaxy’s Edge. “Fue una relación muy linda en la que ambas partes supieron conjugar la identidad y propósitos de Star Wars y Disney”. apunta Nathaniel Palma.

Recuerdos de todo tipo

Atracciones, recreaciones cuidadas hasta el menor de los detalles y mucho merchadising: además de las tradicionales tazas, llaveros o camisetas, se puede adquirir, por ejemplo, una ensaladera de metal con la cabeza de C-3PO, animales exóticos de la galaxia, se puede construir una espada láser, adquirir Funkos de la saga en exclusiva… “Intentamos ofrecer productos tanto para los más fanáticos de la franquicia como para aquellos que han visto alguna de las películas, o ni siquiera alguna, pero que conocen todo el mundo que rodea a Star Wars”, apunta una de las responsables de la creación, distribución y venta de Disney. “Tenemos más de 200 productos de Batuu, incluida una réplica del vehículo en el que se traslada la gente en la atracción”, agrega.

Productos algunos permanentes y otros con una menor vida. “Introducimos cosas nuevas no necesariamente porque haya productos que tengan una mayor o menor demanda, sino porque queremos darle una vuelta a la temática sobre la que nos queremos enfocar, siempre en el entorno de Galaxy’s Edge”, puntualiza.

De hecho, para la creación de todo el merchadising, varios diseñadores de Disney tuvieron acceso al archivo de Lucasfilm a fin de estudiar los bocetos originales de vestuario y productos. En muchos casos, se utilizó un escáner digital para tomar imágenes en 360 grados de esos elementos. Mediante impresoras 3D crearon réplicas casi exactas para ser comercializadas en las tiendas.

Porque no se trata de parecerse al universo de Star Wars, sino de hacerlo realidad.

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