En la escuela del príncipe Jorge, los menús no se parecen a los de tus hijos
Allí se sirven platos como ragú de cordero, salmón en salsa teriyaki y gofres caseros.
El príncipe Jorge de Cambridge tuvo su particular vuelta al cole el pasado 7 de septiembre. A sus cuatro añitos, el pequeño ya habrá conocido a sus compañeros y estará descubriendo juegos nuevos en la hora del recreo. Como cualquier niño de su edad. O casi.
Porque el hijo de los duques de Cambridge no va a cualquier escuela. Sus padres han confiado su desarrollo al prestigioso centro londinense de Thomas's Battersea. Allí podrá aprender matemáticas, literatura, comunicación y lengua, pero también tendrá clases de comprensión del mundo, artes expresivas, desarrollo personal, social, emocional y físico.
Todo ello por una tasa de matrícula de apenas 18.000 libras (casi 20.000 euros). Con ese precio, los menús del comedor no se componen de filetes empanados, macarrones y menestra. La web de la escuela publica ejemplos de los platos que se sirven a sus alumnos, como recoge la revista Town and Country. Ni que decir tiene que estas delicatessen podrían figurar en la carta de cualquier restaurante con clase.
CADA DÍA, OPCIONES VEGETARIANAS
El príncipe Jorge y sus compañeros podrán degustar "auténtico ragú de cordero recién preparado, con ajo y hierbas frescas", cerdo Strogonoff a la pimienta roja, tarta salada de pavo y jamón, chili con carne acompañado de lascas de pollo... Para que el menú sea equilibrado, todos los platos van acompañados de verduras y carbohidratos: cuscús mediterráneo, quinoa, brócoli y coliflor al vapor, bastones de zanahoria y de pepino con queso rallado orgánico, etcétera.
Para quienes no coman carne, cada día se proponen platos de pescado y vegetarianos, como salmón al estilo teriyaki sobre una cama de lentejas, salchichas vegetarianas, tortilla francesa de queso o filete de bacalao en salsa de queso.
Por supuesto, cada menú incluye una sopa del día recién preparada, además de postres varios: gofres recién hechos con su topping de nata y frutas, tartaletas de albaricoque o pastel de arroz, de vainilla y de limón. "Una dieta variada y equilibrada es una forma importante de proteger la salud y fomentar un crecimiento y un desarrollo adecuados", precisa la web. "Esto ayuda a los niños a mejorar su concentración y a alcanzar su máximo potencial dentro y fuera de la escuela".
Para favorecer el bienestar de los niños, los menús cambian según la temporada: "Ofrecemos comidas más ligeras cuando hace buen tiempo y platos más consistentes cuando vienen los días más fríos". Los platos están diseñados por un dietista, según se apunta en el artículo de Town and Country.
En Thomas's Battersea tampoco se olvidan del tentempié de media mañana. Los niños pueden tomarse un vaso de leche bio, acompañado de fruta fresca, de panes de frutas o de queso.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano