Ellen DeGeneres, del cielo al infierno: su programa se enfrenta a una investigación por "racismo, miedo e intimidación"
Las productoras de 'Ellen DeGeneres Show" se reunirán con empleados y extrabajadores.
A la que fuera la reina del show en Estados Unidos, Ellen DeGeneres, se le acumulan los problemas. Si el pasado mes de mayo uno de sus compañeros acababa con su buena fama al iniciar una campaña en su contra por ser “una de las personas vivas más malvadas” —a la que se unieron otros personajes que la conocen—, ahora WarnerMedia ha abierto una investigación sobre el entorno laboral de El show de Ellen DeGeneres, según publica Variety.
La presentadora lleva triunfando con su programa desde el año 2003 y se metió al público internacional en el bolsillo cuando presentó la gala de los Oscar en 2014, pero las productoras Warner y Telepictures tienen dudas que quieren aclarar. Ambas enviaron una carta a los empleados del programa en la que se les informaba de la investigación, indica The New York Times.
El proceso consistirá en entrevistas de los responsables de Recursos Humanos con los empleados actuales y los que han pasado anteriormente por el programa, en las que habrá un representantes externo de Warner. La idea es conocer cómo ha sido su experiencia laboral en el espacio presentado por la cómica.
Las productoras han tomado la decisión de llevar a cabo esta investigación tras revisar varios artículos publicados en medios estadounidenses en los que los empleados denunciaban “discriminación y maltrato”, ante lo que Ellen DeGeneres prefirió guardar silencio según las palabras de su representante en BuzzFeedd News.
Los testimonios de los trabajadores apuntan también en la dirección del “racismo, el miedo y la intimidación” y a una “cultura de trabajo tóxica” detrás de las cámaras, y declaran despidos negligentes tras bajas laborales o por fallecimiento de un ser querido.
En 2019, Ellen DeGeneres renovó su contrato con el programa, que de momento no se emite por vacaciones, hasta 2022.
Hace tres meses, los compañeros de la presentadora iniciaron una campaña en redes sociales para “desenmascarla”. De hecho, con el confinamiento en marzo en Estados Unidos, el cómico Kevin T. Porter inició un hilo en Twitter en el que invitaba a sus seguidores a contar “las historias más locas” sobre las malas formas de la presentadora.
Las respuestas, masivas, la tachaban de fría, con manías de diva y de maleducada hasta el punto de exigir que cualquiera que se dirigiera a ella debía tomar chicle para que nunca le llegará ningún mal aliento.
Tom Majerck, que fue su guardaespaldas en la gala de los Oscar en 2014, también habló de la cómica en una entrevista concedida a FOX. En ella aseguró que su jefa siempre le había tratado de una manera humillante.
El panorama pinta feo para la reina americana del show.