'Élite', el placer culpable de Netflix
¿No tiene caché cultural pero es muy adictiva? Pues prepárate para la tercera temporada de la serie.
Élite cierra ciclo con su nueva temporada en Netflix, que se estrena el 13 de marzo. El arranque de la tercera parte es un spoiler de cómo va a ser esta entrega, que da un giro en todos los aspectos pero sigue siendo fiel al ‘universo Élite’.
Y sobre ese universo, siempre ha existido una opinión muy generalizada: no tiene suficiente calidad para generar una buena serie. Sin embargo, al mismo tiempo se dice que Élite es pura droga. “Yo diría que una serie que engancha por definición es buena, porque es tan difícil enganchar... Tenemos un universo muy rico. Más allá de que hay series que te dan un cierto caché cultural y otras no”, explica Darío Madrona, uno de sus creadores.
De hecho, subraya que “en el resto del mundo hay otra percepción, hacen críticas sin un contexto y son positivas. En España el placer culpable es la excusa que se da uno a sí mismo para justificarse cuando no tiene personalidad para defender lo que le gusta”. Parece que es así y hasta los actores se dan cuenta. Hasta tal punto que un chico pidió a Mina El Hammani (Nadia) hacerse una foto con ella para su novia. “Si era para su novia, que era la que veía la serie, ¿cómo sabía quién era yo?”, revela (siempre tímidamente).
Pero... sí, Carlos Montero, otro de los creadores, confiesa que ha llegado a escribir escenas que han sido “una mamarrachada”. “Es un poco exagerada a veces, un poco verbenera, pero luego llega un director y unos actores y sabes que trabajas con red, con el criterio de otros también”, explica.
Como el 90% de las series, Élite tiene mucho de telenovela. “La premisa de Breaking Bad es un pedazo de culebrón también”, opinan ambos guionistas.
Los actores también tienen su propia opinión sobre ‘el caché cultural’. Como dice Miguel Bernardeau (Guzmán), “se tratan temas de jóvenes”. “No estamos haciendo House of Cards”, resalta.
"¿Sólo por ser una serie de adolescentes ya están dando por hecho que es una serie superficial? Se habla de los adolescentes con respeto, se adentra en su psicología, en sus problemas de verdad y dándoles la importancia que se merecen”, explica Ester Expósito (Carla).
Itzan Escamilla (Samuel) es, incluso, más descriptivo: “Escribieron una crítica en la que decían que era como el Big Mac de Netflix”. Y hasta ahí su intervención en la entrevista.
Otra de las críticas más repetidas sobre el reparto de Élite es “lo mal que vocalizan”. En las distancias cortas, se les entiende, y muy bien. Podemos dar fe. Aunque Jorge López Astorga (Valerio) no se corta para reconocer algún error. “Sí, hay problemas de vocalización, yo también lo pienso, pero puede ser por distintos factores: el audio... o que la persona no abrió bien la boca, también hay que decirlo” (ríe). En cambio, para Mina El Hammani, decir que no vocalizan es sólo una forma de “tirar por tierra el trabajo” del reparto.
Todos los actores de la serie son conscientes de cuál es la función de Élite y de que eso no la convierte en una ficción menor. “Sabemos que no estamos haciendo nada de Haneke, pero tampoco tiene esa intención. El objetivo lo cumple, que es entretener”, sentencia Omar Ayuso (Omar). Y tanto que lo hace.