La guerra de las europeas: la segunda vuelta del 28-A
Las claves internas de la batalla continental.
España vive en un pleno ataque de ansiedad electoral. En menos de un mes se celebrarán las elecciones generales (28 de abril) y cuatro semanas después habrá un ‘superdomingo’ con municipales, autonómicas y europeas (26 de mayo). ¡Marean las urnas!
Las europeas siempre han sido vistas con menos interés por los ciudadanos y han servido en varias ocasiones para ejercer un voto de castigo. Pero en esta ocasión también tendrán una amplia repercusión nacional y supondrán una segunda vuelta del 28-A (además de haber removido internamente a los partidos).
Este lunes ha quedado despejada una de las grandes incógnitas: la candidatura del Partido Popular para Bruselas y Estrasburgo. Finalmente será la exministra de Sanidad Dolors Montserrat, que fue una de las caras visibles del nuevo equipo de Pablo Casado tras las primarias del pasado verano pero cuya figura ha quedado amortizada en las Cortes y ahora coge el tren allende los Pirineos.
España no se parece en nada a aquella que votó hace cinco años en las europeas. Más bien, aquella noche lo cambió todo, fue la jornada en la que se vivió la quiebra histórica del bipartidismo (por primera vez no sumaron el 50% de los votos). De hecho, fue ese día cuando irrumpió Podemos -que de repente se encontró con cinco eurodiputados- y Cs también entró en la Eurocámara, con dos.
Y en esta legislatura europea España ha pasado de ser bipartidista a ‘cuatripartista’. Pero es que en estas europeas se vuelve más complicado: el quinto partido, Vox, ha llegado con fuerza y espera un resultado cercano al 10%.
El PSOE, favorito en las encuestas
¿Cómo están las encuestas? Según la publicada por la Eurocámara el pasado viernes, el PSOE será el primer partido, con 19 escaños y un 28,8%. Los populares obtendrían un 20,3% -13 asientos-, en tanto que Podemos sería tercero, con 10 eurodiputados y un 15,6%. Cs se quedaría unas décimas por debajo (15,1%) y nueve escaños. Vox lograría entrar con 5 (8,4%) y ERC-Bildu-BNG cerrarían con 3 la representación. Se quedarían fuera Junts per Catalunya (cuya lista encabeza Carles Puigdemont) y el PNV.
Además las listas europeas han servido para remover mucho internamente los partidos. El gran ganador de la noche teóricamente será Josep Borrell, actual ministro de Exteriores. Sánchez siempre lo quiso encabezando, pero el político tuvo dudas hasta el último día e incluso sopesó ser el ‘número uno’ por Barcelona en las generales.
Los socialistas tienen grandes esperanzas y en privado siempre recuerdan que pueden ser fundamentales en la Eurocámara y tener mucho poder al ser la representación más grande dentro de la familia socialista con un Gobierno detrás. Por lo tanto, en el PSOE aspiran incluso a que el ministro de Exteriores pueda ser el sucesor de Federica Mogherini como Alto Representante.
La lista ha servido también para hacer ‘limpieza’ del susanismo: no han sido incluidos ni José Blanco ni Elena Valenciano. Sánchez ha confiado el ‘número dos’ a Iratxe García, que ya estaba en la Eurocámara y que fue un gran apoyo en las primarias. Otra de las opciones que baraja Ferraz es lograr que ella sea la portavoz continental de los socialistas. Creen en la dirección del PSOE que España está jugando por debajo de su peso y quieren puestos más importantes. En la papeleta irán también Sami Naïr, César Luena e Ibán García del Blanco.
Por lo tanto, en principio el gran duelo será el Borrell-Montserrat. Comparten una cosa: son dos voces catalanas muy duras contra el independentismo. El tema catalán volverá a estar muy presentes (encabezando las listas independentistas Puigdemont y Oriol Junqueras). Además, el expresidente vive en Waterloo y su objetivo es intentar internacionalizar el conflicto.
Pero todo tiene su vertiente interna. Casado también ha aprovechado la lista. Montserrat fue apoyo de Cospedal primero y luego suyo, pero no convenció su papel en el Congreso de los Diputados y además se ha cruzado el fichaje como ‘número uno’ por Barcelona de Cayetana Álvarez de Toledo. Le ha servido para recolocar a Ángel Garrido, actual presidente de la Comunidad y que ha sido desplazado por Isabel Díaz Ayuso en las autonómicas. En el ‘número dos’ estará Esteban González Pons, cuya labor ha sido reconocida en el PPE durante estos años y ha labrado buenas amistades internacionales.
Vox, sin candidato pero al alza
Todo ellos mirando a Vox, que todavía no ha elegido su candidato pero que ya esperan en la Eurocámara. El partido de ultra derecha también sabe que el sistema electoral de las europeas les beneficia, con circunscripción única y con voto de castigo. Ya han hecho viajes al Parlamento Europeo, han dado una conferencia y se están dejando tentar por otros partidos de su corte. Todo bajo la sombra de Steve Bannon, que tiene como obsesión esta cita electoral.
Precisamente el pacto a tres entre PP, Cs y Vox ha provocado malestar en los socios europeos de Ciudadanos. De hecho, el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, ya ha advertido este fin de semana de que mira para futuras alianzas posteriores al PSOE. Los naranjas han optado por llevar a Europa a uno de sus pesos pesados: Luis Garciano. Es el gran gurú económico de Albert Rivera y tienen como objetivo convertirse en el principal partido dentro del grupo de liberales ALDE. No obstante, se ha creado un clima extraño entre el líder y su candidato a raíz del polémico pucherazo en las listas de Castilla y León.
Podemos siempre tuvo su talismán en las europeas, el comienzo de todo. Pero llega en pleno bombazo: el candidato Pablo Bustinduy renunciaba hace dos semanas -harto de las guerras internas-. La plancha será encabezada por Maria Eugenia Rodríguez Palop.
Las elecciones europeas ya están (casi) aquí... y son la segunda vuelta de las generales.