El volcán da una tregua y su actividad marca (de nuevo) una tendencia descendente
A esperar si se consolida este patrón de menor actividad.
El volcán de La Palma parece retomar este jueves su tendencia descendente, pese a una subida de la emisión de dióxido de azufre y tras el repunte del miércoles en sismicidad y tremor.
Los científicos se mantienen a la espera de comprobar si se consolida ese patrón de las últimas semanas de menor actividad observable en la erupción, en vísperas de que mañana se cumplan dos meses de su comienzo.
Los comités científico y técnico del Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) están atentos además a la posible incidencia de las lluvias que se esperan en las próximas horas, que sitúan a la isla en aviso amarillo, aunque es posible que las precipitaciones afecten sobre todo al norte y al este de La Palma, mientras que el volcán está en la vertiente oeste.
En las próximas horas se espera también que el viento, que sopla del norte y ha permitido mejorar la calidad del aire en el valle de Aridane, role a oeste, lo cual puede comprometer la operatividad del aeropuerto de La Palma y quizás también de los aeropuertos de Tenerife y La Gomera.
La portavoz científica del Pevolca, Carmen López, del Instituto Geográfico Nacional, ha explicado que, a corto plazo, hay grandes fluctuaciones en las mediciones observables y, por eso, no hay que valorar los cambios de un día para otro, sino la tendencia a largo plazo.
En el caso de la sismicidad, que fue intensa a niveles intermedios el miércoles y más sentida por la población que en las últimas semanas, sigue siendo alta este jueves, pero bajando, por lo que por ahora se mantiene la tendencia de estabilidad de largo plazo.
Lo mismo ocurre con la señal de tremor, que se intensificó para descender en las últimas horas.
Pero en el caso de las emisiones de dióxido de azufre (SO2) ha sido al contrario: había descendido el miércoles y ha repuntado este jueves a un rango de entre 16.000 y 32.000 toneladas diarias, en todo caso inferior a las 50.000 toneladas máximas registradas el 23 de septiembre.
“Hay todo un complejo sistema de alimentación del volcán y es normal que en la dinámica eruptiva haya estos episodios de intensificación y luego de recuperación de niveles anteriores. Ahora estamos a la espera de ver si se mantiene la tendencia”, ha indicado Carmen López.
La colada se ensancha
La mayor actividad el miércoles se notó también en una mayor emisión de piroclastos y en un avance de la lava por la colada 4, situada al norte del área de emergencia, ocupando nuevo terreno entre la montaña de La Laguna y la montaña de Todoque.
Francisco Prieto, portavoz hoy del comité técnico del Pevolca, ha indicado que esa colada se está ensanchando y avanzando lentamente hasta la costa, de donde dista unos 300 metros, aunque es incierto si el magma alcanzará el mar por esa variante.
La superficie cubierta por la lava ha crecido hasta las 1.040 hectáreas, el delta lávico sobre el mar ocupa 43 hectáreas y la anchura máxima entre coladas es de 3.200 metros.
Comienza la reconstrucción
Por su parte, el ingeniero de caminos Amílcar Cabrera ha anunciado que los plazos de construcción de la nueva carretera, inicialmente de un mes, podrían acortarse.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha avanzado este jueves los primeros cálculos sobre el daño económico producido por el volcán, entre 550 y 700 millones de euros, una cifra superior al 1 % del PIB canario, lo que permitiría acceder a los fondos de solidaridad de la Unión Europea para la reconstrucción de la isla.
Este viernes el volcán, aún sin nombre, cumple sesenta días desde que estalló en la dorsal de Cumbre Vieja de La Palma, isla a la que regresará por séptima vez el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en donde coincidirá con el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius.