El Tribunal de Cuentas fiscalizará los gastos de la Casa del Rey
El Gobierno y Zarzuela acuerdan un sistema de control como el de cualquier organismo con fondos públicos.
Por primera vez, la Casa del Rey se verá sometida a un control de gastos. Se trata de una de las medidas contempladas en el real decreto que ha aprobado el Consejo de Ministros este martes, según ha adelantado El País y ha confirmado el ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, en la rueda de prensa posterior.
En este sentido, la normativa supone una reforma de la estructura y funcionamiento de la Casa del Rey que supondrá que pueda ser fiscalizada como cualquier otro organismo que gestione fondos públicos, con especial relevancia del Tribunal de Cuentas que ahora dispondrá de esta posibilidad.
Según ha recogido dicho medio, el real decreto tiene como objetivo “reforzar la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en la Casa Real, en línea con los principios que han presidido desde su inicio el reinado de Felipe VI”. Precisamente, esta decisión se produce un día después de que se haya hecho público el patrimonio del monarca. No obstante, el real decreto no fija la obligatoriedad de que el rey tenga que publicar su declaración de bienes, por lo que será él el que lo decida, como ha ocurrido esta semana.
Bolaños ha detallado las claves del nuevo real decreto que se divide en tres bloques. El primero es el de transparencia y rendición de cuentas, mientras que el segundo aborda la eficiencia en el servicio público de la institución y el tercero se corresponde con la ejemplaridad. “El triple objetivo del real decreto es en primer lugar consolidar en una norma jurídica y dar rango legal a muchas prácticas que ya se venían llevando a cabo en la Casa Real”, ha especificado el titular de Presidencia.
Además, ha apuntado que con esta nueva normativa, “la monarquía española da un paso adelante” y “avanza en materia de transparencia, rendición de cuentas, ejemplaridad y eficiencia”. De esta forma, Bolaños ha destacado que la Corona española “se homologa a los más altos estándares con otras casas reales europeas”.
La fiscalización del Tribunal de Cuentas
De esta forma, el real decreto establece una nueva regulación de la contratación y procedimientos de contratación, por el que se introduce el principio de publicidad con total respeto a la autonomía presupuestaria de la Casa del Rey. En este sentido, se acompañará la norma de una serie de nuevas instrucciones de contratación, por lo que la Casa del Rey estará obligada a publicar en la página web sus cuentas de forma trimestral.
Además, se suscribirá un convenio de colaboración entre Casa Real y el Tribunal de Cuentas y se abre la posibilidad de suscribir otros con otro tipo de organismos. La finalidad es la de proceder a una auditoría externa para verificar “la imagen fiel del patrimonio y la situación financiera” de la Jefatura del Estado. Así, todos los contratos suscritos, la memorial anual de actividades, retribuciones o los regalos institucionales que reciba la Casa del Rey se deberán publicar periódicamente.
Además del convenio de colaboración con el Tribunal de Cuentas, también se celebrarán otros con la Abogacía General del Estado con la finalidad de dar asesoramiento jurídico para expandir dichos convenios a otros organismos. En esta línea, Bolaños ha recordado que ya hay algunos en vigor, como el de la Secretaría de Estado de Comercio.
Asimismo, la dirección de la oficina de la intervención de Casa Real estará por un funcionario del cuerpo de Interventores del Estado, mientras que el consejero diplomático también recaerá en una persona de la carrera Diplomática, en una clara apuesta por vincular servicios de la institución a la función pública.
Los altos cargos de la Casa Real
El real decreto también obliga a que los altos cargos de la Casa Real tengan que publicar anualmente su declaración de bienes, así como tras el nombramiento y cese. Estos cargos deberán amoldarse al código de buenas conductas que impera sobre el Rey y regirse por los principios de objetividad, neutralidad, imparcialidad, confidencialidad, austeridad, honradez y de protección del medio ambiente e igualdad entre hombres y mujeres.
En aras de una mayor ejemplaridad de la institución, todos los regalos que reciba la Casa del Rey deberán ser inventariados y custodiados sin excepción. Bolaños ha señalado que posteriormente se analizará si la propiedad de dichos obsequios, según sus características y relevancia, permanecerá en el organismo, pasará a manos de Patrimonio Nacional o, por ejemplo, es entregada a una entidad sin ánimo de lucro.
Los trabajos para la renovación de la Corona
Tal y como ha señalado El País, hasta ahora la Casa del Rey no está obligada a detallar las cuentas y se limita a hacerlo de forma global. Se trata de una cuestión recogida en el artículo 65 de la Corona, por la que el monarca tiene la potestad de “organizar su Casa, así como para gestionar y aplicar la asignación económica que recibe anualmente”. Sin embargo, sí tiene la libertad de hacerlo de forma voluntario.
Según dicho medio, la reforma ha sido fruto de un trabajo que ha abarcado años entre Moncloa y Zarzuela. En todo este tiempo, han sido múltiples las muestras de que el Gobierno y Casa Real estaban tomando cartas en el asunto, en aras de mejorar la transparencia. El presidente Pedro Sánchez había subrayado la voluntad de Zarzuela de renovar la institución.
Por otra parte, Bolaños ha asegurado que el real decreto ha recibido el visto bueno de todo el Gobierno, en alusión a su socio de coalición, Unidas Podemos. “Es un acuerdo que ha salido con el acuerdo del Gobierno en su conjunto. Todos apostamos por una modernización, una mayor ejemplaridad, transparencia, rendición de cuentas y eficiencia de la Casa Real. Ha sido un acuerdo absolutamente pacífico”, ha detallado el ministro de Presidencia.