El tranquilo 2021 de Felipe y Letizia (aunque 2022 pinta movidito)
Ajenos a sobrinas 'influencers', cuñados en libertad y madres independizadas, los reyes han vivido un año de calma. Pero la vuelta de Leonor por las fiestas no lo único que ha alterado la vida en palacio estos días.
En la Casa Real toca cerrar agendas y recibir en familia el nuevo año. Aunque, igual que en 2020, el final de 2021 en los despachos de Zarzuela está siendo movidito.
Cierto es que el silencio del padre exiliado ha sido total durante casi once meses y, si comparamos con los dolores de cabeza que los también huidos Harry y Meghan han causado en la casa real británica, podríamos decir que la Casa de su Majestad el Rey ha pasado un buen año, ajena a sobrinos revoltosos y sobrinas influencers, a cuñados en semilibertad o a madres independizadas.
La tranquilidad ha reinado dentro de Zarzuela... Hasta ahora, cuando el debate sobre la posible vuelta del padre de Felipe VI a España vuelve a amenazar la estabilidad de la institución.
A continuación hacemos balance de lo que ha dado de sí la vida de los Borbones este año:
A lo largo de 2021, el rey Felipe VI han podido esquivar algunos asuntos peliagudos, como la relajada vida de la que disfrutan Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina, una vez que este ha salido de la cárcel, o la vacunación adelantada en Abu Dabi de las dos hermanas del rey aprovechando que viajaban a visitar a su padre.
Ahora bien, las finanzas de su padre y los supuestos intentos por evadir la fiscalidad han sido un continuo runrún que, aunque en manos de la justicia española y suiza, no dejan de engordar los argumentos de los que ponen en cuestión el papel de la monarquía.
El archivo de las diligencias abiertas contra Juan Carlos I por parte de la fiscalía Suiza y la filtración de que el tribunal Supremo hará lo mismo con las que tiene abiertas en España no han hecho más que complicar las cosas. Fue en ese momento cuando los rumores sobre el regreso del emérito a España —no de forma definitiva— cobraron toda la fuerza, dejando en manos de casa real la decisión de ‘permitir’ esa vuelta.
Al margen de su papel de rey, a Felipe VI le hemos descubierto este año como cariñoso progenitor de dos adolescentes. Se mostró como todo un padrazo el día de la despedida de su hija Leonor, consolando a una emocionada infanta Sofía. Después, le vimos especialmente atento a su hija pequeña el 12 de octubre cuando tuvo que asistir al desfile militar en soledad, y cómplice y cariñoso con la heredera en los Premios Princesa de Asturias.
Igual que se ha demostrado cariñoso con sus hijas, lo ha hecho con su mujer en varias ocasiones a lo largo de este año: el rey y la reina han intercambiado confidencias íntimas, miradas cómplices y discretas pero tiernas caricias.
Con su asistencia a la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes, en San Sebastián, la reina cerró la agenda de 2021, un año que ha vivido con relativa tranquilidad, ejerciendo de consecuente madre de dos niñas de 14 y 16 años, y en el que se ha consolidado como una de las royals más influyentes.
Como viene ocurriendo desde que fuese proclamada reina consorte el 19 de junio de 2014, cada aparición pública de Letizia es escrutada hasta el más mínimo detalle y este año, alejada ya de la contención de la pandemia, cada estreno, cada gesto, cada movimiento y cada cambio físico ha vuelto a ser el centro de todas las miradas. Además, más allá de modelitos y brazos torneados, la reina ha recibido por parte de la prensa internacional un notable reconocimiento a su trabajo: la revista Point de Vue la coronó como la reina feminista.
En el plano personal, Letizia disfruta de un mes de diciembre muy especial pues Leonor ha vuelto a casa por Navidad, aprovechando el descanso escolar en el Atlantic College de UWC. Eso sí, estas serán las primeras vacaciones en las que falte la felicitación de la abuela Menchu, aunque a la mesa se sentarán nuevas incorporaciones familiares: en agosto su hermana Telma daba a luz a su segunda hija, fruto de su relación con Robert Gavin; y su madre, Paloma Rocasolano, parece consolidar su relación con Marcus Tokuaboh Brandler.
En 2021, la hija mayor de los reyes y heredera al trono ha cumplido 16 años y eso ha supuesto un gran paso adelante en su papel institucional. Leonor ha afrontado su primera aparición pública en solitario, en el 30º aniversario del Instituto Cervantes, y ha abandonado el calor y la protección del palacio de La Zarzuela para compartir habitación con otras tres compañeras en su nuevo colegio, el UWC Atlantic College.
De su vida académica poco se sabe, salvo que entró en el exclusivo centro con una gran sonrisa —la foto distribuida ese mismo día así lo demuestra–, pero ni rastro de la heredera en la fiesta queer celebrada en el internado o en la marcha contra el cambio climático en la que, como se pudo ver en redes sociales, participaron los alumnos del UWC Atlantic College, entre ellos la princesa Alexia de Holanda.
Y si la discreción es la máxima de Leonor en su nuevo colegio, también lo fue en su primera y gran aparición pública en sus primeras vacaciones escolares. Fue en los Premios Princesa de Asturias, y en ellos la protagonista hizo gala de un estilo refinado y correcto, y de una actitud segura y desenvuelta.
En estos días se sabe que disfruta de sus vacaciones de invierno junto a su familia en Zarzuela, aunque el secretismo rodea la estancia de Leonor en España, pues no se la ha visto y su agenda está vacía de actos —la princesa Alexia sí ha posado con sus padres y hermanas a su regreso—. Será el próximo 5 de enero cuando retome sus clases y su misteriosa vida en Gales, así que no tomará el tradicional roscón de reyes con su abuelo materno.
La marcha de su hermana mayor a Gales nos ha dejado descubrir el lado más sensible y familiar de la hija pequeña de los reyes. A Sofía la hemos visto abrazarse a su padre emocionada el día que despedía a su hermana mayor en el aeropuerto y agarrarse del brazo de Leonor al regresar en un claro gesto de cariño durante los premios Princesa de Asturias. También la hemos visto ilusionada cuando descubrió por sorpresa que a un mirador de Somiedo (Asturias) le habían puesto su nombre.
Que las hermanas están fuertemente unidas ha quedado claro a lo largo de este año en el que las hemos visto cómplices y cariñosas en cada aparición. Ahora bien, también han demostrado que cada una tiene una personalidad y un estilo diferente. A la corrección y la discreción de Leonor se opone el estilo relajado y moderno de Sofía, que ha protagonizado numerosos titulares por sus atrevidos y actuales looks.
El moño alto que lució en un acto de los Premios Princesa de Girona, el vestido ‘boho’ que eligió para el desfile militar del 12 de octubre o los vaqueros rotos con los que acudió al Hayedo de Montejo para colaborar con la iniciativa medioambiental Un árbol por Europa la han coronado como una de las jóvenes más estilosas.
En las últimas semanas, las noticias sobre el emérito se han precipitado en cascada. Han quedado archivadas las causas contra él por parte de las justicia suiza y se prevé que la fiscalía del Tribunal Supremo en España haga lo mismo después de Navidad. Si los tribunales ya no le investigan, Juan Carlos ve liberarse el camino para volver a España, cuestión que pone en serio aprieto a su hijo y a la Casa Real. Además, los nuevos correos de Corinna, la que fuera su supuesta amante, vienen a corroborar que tuvo negocios con el rey al mismo tiempo que denunciaba acoso y vigilancia por parte del servicio de espionaje español.
Pero para echar más leña al fuego, una nueva polémica se le echó encima: el Senado a punto estuvo de pedir a Bárbara Rey que compareciese en la cámara alta para declarar sobre los presuntos cobros por parte del Centro Nacional de Inteligencia para no descubrir su supuesto romance con el rey. La actriz murciana parecía dispuesta a contarlo todo si así se decidía. Pero finalmente, PSOE y PP rechazaron la petición de Carles Mulet, senador de Compromís.
Mientras, el círculo cercano a Juan Carlos se ha encargado de reavivar la polémica por su vuelta. La intención del emérito es estar en España por su cumpleaños, el 5 de enero. Como adelanto, se ha dejado ver en un partido de tenis entre Rafa Nadal, su gran amigo, y Andy Murray en Abu Dabi. Con buen aspecto y sin su inseparable bastón, estaba acompañado en el palco por el vicepresidente del Círculo de Empresarios José María López de Letona y el financiero Borja Gervás, demostrando así que aún cuenta con numerosos e influyentes apoyos en España.
Aunque la reina emérita ha vivido un sosegado año, entre compromisos oficiales relacionados con la cultura y el medioambiente y viajes, el final lo afronta con cierta inquietud. A las dificultades a las que se enfrenta Juan Carlos I para regresar a España por su cumpleaños —como es deseo del rey emérito—, se ha sumado la preocupación por el estado de salud de su hermano Constantino, de 81 años, ingresado de urgencia el pasado 16 de diciembre por un accidente cerebrovascular.
No hacía mucho que la reina Sofía se había reencontrado con toda su familia en Grecia. Fue en el mes de octubre, con motivo de la celebración de la boda de su sobrino Philippos. Un acontecimiento en el que a la emérita se la vio feliz, pues de sobra es conocida lo unida que se siente a su familia griega.
Al enlace, que reunió a numerosos miembros de la realeza europea, acudió acompañada de su hermana Irene y de su hija Elena. Ambas han sido sus más fieles escuderas este año, además de sus nietos, especialmente los hijos de Cristina, y Froilán y Victoria Federica, a la que hace solo unos días dedicó un cariñoso abrazo cuando coincidieron en el Teatro Real.
Respecto a la relación que mantiene con las hijas del rey, Leonor y Sofía, tras la polémica escena vivida en la catedral de Palma hace tres años, públicamente parece que todo ha vuelto a la normalidad, o a cierta normalidad. Este verano pudimos ver a la emérita junto a su hijo, su nuera y sus nietas saliendo de cenar, muy sonrientes, de un restaurante de Palma. Agarrada de la mano de Leonor, Sofía ejercía de cariñosa abuela mientras las niñas se dejaban querer.
Igual de cariñosa se mostró con sus nietas durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias, aunque en ese acto también se pudieron apreciar ciertos gestos de indiferencia y distancia con su nuera.
Si en 2020 descubrimos el lado más rebelde y polémico de Victoria Federica, 2021 ha servido para que la hija mayor de la infanta Elena se abra paso en el universo de las influencers, siendo una de las caras conocidas más solicitadas en los encuentros y fiestas de moda.
A lo largo del año, la prensa femenina y de crónica social, de dentro y fuera de nuestras fronteras, le ha dedicado numerosos titulares ensalzando sus elecciones de moda, pero fue su primer posado en una alfombra roja lo que confirmó a Victoria Federica como icono de estilo. La sobrina mayor de los reyes sorprendió a todos con un vestido largo de terciopelo azul de Lorenzo Caprile y un sofisticado look beauty en los premios Elle Style que fue especialmente alabado.
Sólo unos días antes, Vicky —como la llaman en su círculo más íntimo— había abierto su perfil de Instagram a todo el mundo, lo que algunos interpretaron que había hecho con la clara intención de profesionalizar su futuro como influyente en redes sociales y otros como un intento de parecer cercana —a pesar de los lujos de los que hace gala en su día a día— y alejarse del hermetismo de la familia real.
Sean cual sean los motivos, además del ambiente de glamour que la rodea y de la relevancia social que ha cobrado Victoria Federica, también ha sido protagonista de algunas polémicas, como las infracciones de tráfico cometidas por ella y su hermano, o el precio del alquiler del piso que comparte con su novio, el DJ Jorge Bárcenas, que se rumoreó ascendía a 5.000 euros al mes.
Ajenos a las críticas, la pareja sigue con su intensa vida social e incluso se han atrevido a dar un paso más: hace solo unos días posaban juntos en una de las fiestas más exclusivas celebradas estos días en Madrid.
Lo que está claro, es que la hija de la infanta Elena ha sabido sacar todo el partido al año que despedimos y ha logrado eclipsar a su madre y especialmente a su hermano, que siempre ha sido objetivo de la prensa del corazón y que ahora puede disfrutar de un perfil bajo que lo aleja de los flashes. De él hemos conocido en estos últimos días que la reconciliación con su ex, Mar Torres, está cada vez más lejos y su corazón parece estar ocupado por otra mujer que ¿adivinan a qué se dedica? Sí, otra influencer.
Un año y medio después de ingresar en la prisión de Brieva (Ávila), Iñaki Urdangarín consiguió el tercer grado. Instalado en Vitoria, en la casa de su madre, desde el mes de enero, el cuñado condenado del rey ha podido retomar cierta normalidad en su vida, pues sólo tiene que acercarse a la prisión de Zaballa para seguir el programa de rehabilitación y los controles semanales los puede realizar por teléfono. Esta nueva situación le ha permitido retomar la normalidad en su relación con su mujer y sus hijos.
En el verano, toda la familia disfrutó de unos días de playa y descanso en Bidart, como lo hicieron tradicionalmente antes de ser encarcelado. Semanas después, el 4 de octubre, el matrimonio se reunía con amigos y familiares para celebrar su 24 aniversario de boda.
A finales de ese mismo mes, Cristina e Iñaki hicieron su primera aparición pública. Fue en Barcelona, en un partido del Barça de balonmano, equipo en el que juega su hijo Pablo. Por las calles de la Ciudad Condal se pudo ver a la pareja pasear de la mano y dedicarse muestras de cariño, como dos tortolitos.
Iñaki y Cristina parecen estar más enamorados que nunca porque, superados los malos tiempos, la pareja disfruta de tiempo para ellos mientras sus cuatro hijos, ya mayores, hacen cada uno su vida, excepto Irene que vive con su madre en Ginebra.
Alejados de la escena pública, Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene intentan llevar una vida discreta. Y casi todos lo han conseguido. La única excepción, de momento, es el segundo de los hijos de los Urdangarín, Pablo. El joven, que acaba de cumplir 21 años, vive en Barcelona y ya ha sido protagonista de algunas noticias que no tienen que ver con lo deportivo y sí con su faceta como tiktoker y su vida sentimental, pues se habla de su especial amistad con una compañera de universidad.