El Supremo israelí suspende temporalmente la ley de regularización de asentamientos en Palestina
Cerca de 600.000 colonos residen ya de forma ilegal en Cisjordania y el este de Jerusalén, según la ONU.
El Tribunal Supremo israelí emitió hoy una decisión en la que ordena la suspensión temporal de la ley para regularizar retroactivamente colonias judías en territorio palestino hasta que tome una decisión sobre la misma, según el texto al que tuvo acceso Efe.
"Tras la petición de la Fiscalía General, que solo ha llegado ahora, accedemos parcialmente a la petición para una suspensión cautelar", dice la orden, que obliga al Parlamento israelí (Knéset) a presentar su respuesta al tribunal antes del próximo 16 de septiembre.
La polémica norma, aprobada el pasado febrero y duramente condenada por la comunidad internacional, entre otros por la ONU y la Unión Europea, permitía legalizar a ojos de la ley israelí las colonias judías levantadas sobre tierra propiedad de particulares palestinos en los territorios ocupados.
Israel distingue entre colonias legales e ilegales, si bien para la comunidad internacional todos los asentamientos en territorio ocupado son ilegales o ilegítimos y uno de los principales obstáculos para el proceso de paz.
El Fiscal General israelí, Avijai Mandelblit, se posicionó desde el principio en contra de la ley y tras aprobarse pidió que se suspenda su aplicación hasta que se pronuncie el tribunal, si bien este ha concedido la medida cautelar solo hasta la próxima vista del asunto, que se espera tenga lugar en otoño, informó el diario Jerusalem Post.
De mantenerse, la norma permitiría legalizar cerca de 4.000 viviendas de colonos en tierras particulares palestinas, a cambio de ofrecer a los propietarios compensación. Cerca de 800 están situadas en asentamientos precarios levantados por colonos independientemente y sin autorización estatal, y el resto en asentamientos considerados legales por el país, según la ONG israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora).
Esta organización considera que la ley supone un robo de tierras y una anexión de facto del Área C de Cisjordania, que según los acuerdos de paz de Oslo Israel mantiene bajo control administrativo y de seguridad.