¿Está en riesgo el suministro de gas ante la amenaza rusa?
Países como Alemania y Polonia lanzan un mensaje de tranquilidad con sus depósitos de gas llenos y la Unión Europea ya habla de solidaridad en caso de desabastecimiento.
El Kremlin cumple su advertencia: Gazprom cortará el suministro de gas a todos sus clientes europeos que no paguen en rublos. Por el momento, el chantaje ante las sanciones impuestas afecta ya a Polonia y Bulgaria. Y, desde Moscú, amenazan con extender la medida a otros países. España es un país muy dependiente del gas pero, ¿le afectará esta amenaza?
La dependencia de España llega a través de gasoductos, en un 46% de total de las importaciones, y como Gas Natural Licuado (GNL), el 53% restante. No obstante, Argelia es el principal proveedor y su gas llega a la península por Almería (Medgaz) y vía Marruecos por Cádiz. Pero no es el único y la importación de gas tiene más puntos de entrada al país. Por Badajoz y Tuy, desde Portugal y por Irún y Larrau, desde Francia.
En concreto, según la última estadística de la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores), con datos de julio, en los doce meses previos el 44,9% de las importaciones de gas a España procedieron de Argelia, muy lejos de las de EEUU (9,6%), Rusia (8%), Catar (6,4%), Trinidad y Tobago (4,3%), Francia (4,6%) y Noruega (3,6%).
Sin embargo, pese a que históricamente Argelia ha sido el principal vendedor de gas, a partir de enero de 2022 todo cambió y EEUU se colocó como el principal proveedor impulsado por las amenazas rusas ante una invasión y la ‘reconciliación’ diplomática con Marruecos.
En el caso del gas ruso, aunque se sitúa como el cuarto mercado más importante para España, tan solo supone para el mercado menos del 10% de toda la importación, por lo que el suministro está garantizado. No pueden estar tan tranquilos otros socios europeos mucho más dependientes de Rusia como Bosnia, República Checa, Finlandia, Alemania o Italia. Es por ello, que ante las últimas amenazas, en casos como el de Alemania, han lanzado un mensaje de tranquilidad a sus ciudadanos asegurando que sus depósitos están llenos. La Unión Europea también ha querido calmar la situación al hablar de solidaridad para compartir gas entre países y acabar con el temor del desabastecimiento.
En España, aparte que no existe ese riesgo además, desde Cores, órgano tutelado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se garantiza el suministro con la obligación de mantenimiento de existencias mínimas de seguridad de gas natural que equivale a 20 días de ventas firmes y 7,5 días adicionales. Además, en el caso de que la suma de los aprovisionamientos anuales de gas natural destinados al consumo nacional, procedentes de un mismo país de origen, sea superior al 50%, los comercializadores con una cuota superior al 7% de los aprovisionamientos anuales deberán diversificar su cartera, correspondiendo a la Corporación el control de esta obligación.
La advertencia de Argelia
Aunque el gas argelí ya no es el mayoritario aún sigue manteniendo un peso importante. Sin embargo, esto podría cambiar tras la advertencia desde el ministerio de Energía y Minas del país norafricano sobre que cualquier desvío del gas exportado “cuyo destino no sea otro que el previsto en el contrato” supondrá el incumplimiento del mismo.
Mohamed Arkab, titular de esa cartera, ha señalado a través de un comunicado que fue informado hoy “mediante mensaje electrónico, por su homóloga española, Teresa Ribera, de la decisión de España de autorizar la explotación, en flujo inverso, del Gaseoducto Magreb Europa (GME).
El Magreb Europa, que surtía de gas argelino a España y Portugal a través de territorio marroquí, fue cerrado en octubre al vencer el contrato de 25 años, en plenas tensiones entre Argelia y Marruecos.
Producción en España
Es mínima pero algo también influye en que no le afecte tanto la amenaza rusa. En la geografía española existen algunos yacimientos que entre los años 80 y 90 tuvieron una importante evolución. Es el caso del yacimiento cantábrico de la Gaviota que hoy en día está agotado y convertido en reserva.
El país también llega a exportar gas, aunque siempre en menor medida que sus países proveedores. A mediados del año pasado, España logró vender 5.614 GWh, su cifra más alta en los últimos tres años.
El efecto en los precios
La propuesta de “isla energética” propuesta por España y Portugal y aprobada por la Unión Europea va a permitir tomar medidas energéticas propias para que ambos países no se vean afectados por el alza en los precios.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que el acuerdo con Europa para limitar el precio del gas destinado a la producción eléctrica es un “reaseguro para los consumidores ibéricos”, y ha explicado que “habrá que distribuir” el ajuste entre el tope fijado y su precio real “entre los consumidores de energía”.
Esta medida se suma a las ya tomadas desde hace meses en el marco de la escalada del precio de la luz. Por ejemplo, el pasado 16 de septiembre entró en vigor el Real Decreto-Ley para rebajar el precio de la factura y que obligará a las compañías eléctricas a devolver parte de los beneficios extraordinarios que obtienen al repercutir sobre las centrales de generación de electricidad los costes de gas que no soportan.