El sueño de Obaiah
Sin educación no hay desarrollo ni progreso social. Es la base de cualquier política que busque mejorar la vida de las personas y de sus comunidades. Pero este es un derecho al que muchas personas, sobre todo de países en vías de desarrollo, no tienen acceso. Esta situación se agrava en el caso de las personas con discapacidad. Sus posibilidades de avanzar son prácticamente nulas. En la India las familias las consideran una carga y sufren un fuerte rechazo y discriminación social. Los padres, a menudo, los esconden en casa. Y muchas de estas personas pierden su nombre y son rebautizadas con el apodo de su discapacidad.
Es el caso de Obaiah, ciego de nacimiento y con poliomielitis. Sus padres lo tenían en casa. Un equipo de la Fundación Vicente Ferrer, conocedor de esta situación, se desplazó hasta la aldea donde vivía la familia para hablar con los padres. Querían explicarles la importancia de que Obaiah fuera a la escuela para niñas y niños con discapacidad visual que la FVF estaba a punto de abrir en Kuderu. Tuvieron que visitarles más de 20 veces. Sus padres, analfabetos, no entendían la importancia de que su hijo estudiara si tampoco podía leer. Desconocían que existía el braille.
En la India cerca de 27 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad, de las cuales el 69% vive en zonas rurales, según datos del Gobierno. Sin embargo, se estima que la cifra es mucho mayor, ya que a menudo las familias no los registran. La educación es la única herramienta real que permite a estas personas competir en una sociedad que les margina por su discapacidad.
El esfuerzo y la perseverancia dio resultado y finalmente los padres de Obaiah lo matricularon en la escuela. Fue uno de los primeros niños que estudiaron en ese centro. La primera generación que tuvo oportunidades reales y las aprovechó. Licenciado en Arte y máster en Literatura Inglesa, Obaiah ha visto cumplido su sueño: ser profesor de primaria en la escuela inclusiva de la Fundación. Ha querido devolver a su comunidad todo lo aprendido. Porque tan importante es que te den una oportunidad como saberla aprovechar. La educación le ha dado la libertad de poder decidir su futuro. Algo a lo que antes ni siquiera podía aspirar porque no tenía presente. Obaiah ha conseguido cambiar la historia que habían previsto para él.