Prisión sin fianza para el asesino confeso de Marta Calvo
Jorge Ignacio P.J. confesó que había descuartizado el cuerpo de la joven y sus restos los había tirado en varios contenedores.
El juzgado número 2 de Alzira, en funciones de guardia este viernes, ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el presunto autor de la muerte de la joven Marta Calvo, de la que se perdió la pista el pasado 7 de noviembre en el municipio valenciano de Manuel.
La causa está abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), que ha indicado que la magistrada de guardia se inhibirá de las diligencias en favor del juzgado de primera instancia e instrucción de Alzira, que instruye esta causa.
Jorge Ignacio P.J., de 38 años, ha llegado sobre las 12:30 horas protegido por agentes de la Guardia Civil al juzgado, donde ha sido recibido por varios vecinos entre insultos y abucheos.
La pista de Marta Calvo, natural de Estivella (Valencia), se perdió el 7 de noviembre en Manuel, una pequeña población del interior de Valencia donde acudió para una cita con un hombre.
Dos días más tarde, su madre se personó en la vivienda donde el acusado vive de alquiler, en Manuel, ya que la última comunicación con su hija fue un mensaje de WhatsApp con esa localización, pero el supuesto autor del crimen le dijo que no la conocía.
Tras denunciar la madre su desaparición se inició una intensa búsqueda en la que participan agentes de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, entre otros efectivos, y durante la cual se concluyó, según indicó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, que la joven había sufrido una “muerte violenta”.
El sospechoso se entregó este miércoles en las dependencias de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia) y confesó que había descuartizado el cuerpo de la joven y sus restos los había tirado en varios contenedores, sin que todavía se hayan encontrado.
Ese mismo día, la policía judicial de la Guardia Civil ordenó la suspensión de la actividad de la planta de reciclaje de Guadassuar (Valencia) para investigar si el cadáver de Marta Calvo o restos del mismo pudieron haber llegado a estas instalaciones.
Además, está pendiente de que se realice la reconstrucción de los hechos en la casa que el sospechoso tenía en Manuel, ya que aunque estaba prevista para la tarde de este jueves se aplazó hasta después de su pase a disposición judicial.
El padre de Marta Calvo, en una carta remitida al programa “Espejo Público” de Antena 3, ha pedido “respeto y justicia para Marta”, de quien recuerda su sonrisa: “la sonrisa de esa niña dulce que se convirtió en una mujer llena de vida. Una vida truncada de forma atroz”.
Asegura que han vivido casi un mes “sumidos en una auténtica desesperación”, pues “lo peor que puede vivir un padre es no saber dónde está su hija”, hasta que llegó “esa una llamada que nunca hubieras querido recibir” y que “te confirma tus peores sospechas”.
En Estivella (Valencia), la localidad natal de Marta, se convocó ayer una concentración de repulsa a la que acudieron cientos de vecinos, muchos de ellos con velas, que abarrotaron una céntrica plaza del pueblo tras una pancarta que rezaba “Ni una menys” (“Ni una menos”).
El asesinato de Marta Calvo no se incluye en las estadísticas de mujeres víctimas mortales por violencia de género porque la Ley Integral de 2004 solo considera víctimas a aquellas mujeres que hayan sido agredidas por sus parejas o exparejas y a sus hijos menores.