El Senado declara legítimo el juicio político a Trump por el asalto al Capitolio
Sólo seis republicanos han votado a favor del 'impeachment' contra el expresidente, lo que hace barruntar el fracaso del proceso, pues hacen falta 17 para iniciarlo.
El juicio político al expresidente estadounidense Donald Trump por su responsabilidad en el asalto al Capitolio comenzó esta pasada noche con un fuerte contraste entre las estrategias de la acusación y la defensa y con una votación en la que el Senado declaró que el proceso es legítimo y constitucional.
Más de un mes después de que Trump instara a sus seguidores a marchar hacia el Congreso y de que una turba de ellos irrumpiera por la fuerza en el Capitolio, el Senado dio comienzo al segundo juicio político (impeachment, en inglés) contra el ya exmandatario, que abandonó el poder hace tres semanas.
“Los cargos contra el expresidente Trump son los más graves jamás presentados contra un presidente en la historia de Estados Unidos”, afirmó el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, al comenzar la sesión.
Primer debate: la Constitución
El hecho de que Trump sea el primer presidente de Estados Unidos que enfrenta un juicio político cuando ya no está en el poder centró la sesión inaugural del impeachment, el segundo que se celebra en el Senado contra el ahora exmandatario.
Los abogados de Trump argumentaron que era inconstitucional juzgarlo políticamente cuando ya no está en la Casa Blanca, mientras que los “fiscales” demócratas defendieron el proceso, al recordar que evaluaba hechos que ocurrieron cuando todavía era presidente.
“No podemos crear una excepción de enero en nuestra preciada Constitución, para que los presidentes corruptos tengan unas semanas para hacer lo que quieran” al final de su mandato sin temor a ser juzgados, dijo el “fiscal” jefe del impeachment, el legislador demócrata Jamie Raskin.
El Senado le dio la razón unas horas más tarde, al decidir que el juicio político contra un presidente que ya ha abandonado el cargo sí es constitucional, por 56 votos a favor y 44 en contra.
Así se retratan los republicanos
Todos los que votaron en contra de ese tema fueron republicanos, del partido de Trump, cuyos integrantes han evitado en su mayoría responsabilizar directamente al exmandatario por el asalto al Capitolio, que se saldó con cinco muertos.
Sin embargo, seis senadores republicanos se sumaron a la bancada demócrata y votaron a favor de declarar constitucional el proceso: Bill Cassidy, Ben Sasse, Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney y Pat Toomey.
Esa primera votación sirvió como termómetro del ambiente en el Senado y subrayó la gran probabilidad de que el juicio político acabe en absolución, ya que para condenar a Trump se necesitarían 67 votos y los demócratas solo controlan 50 escaños, así que tendrían que convencer al menos a 17 republicanos.
Un vídeo que corta la respiración
Aunque el debate de la primera jornada estaba centrado en la constitucionalidad, los legisladores demócratas que ejercen como “fiscales” del juicio político no quisieron perder tiempo e iniciaron su alegato con una proyección de un video de 13 minutos sobre el asalto al Capitolio y las arengas de Trump a sus seguidores.
Para muchos legisladores, senadores y periodistas que vivieron el asalto en persona el pasado 6 de enero, no fue fácil revivirlo a través de ese video, y el silencio fue palpable en el pleno del Senado cuando las imágenes terminaron de reproducirse.
“Los sonidos de la turba acaban de rodearnos otra vez”, relató la periodista Emily Cochrane del diario The New York Times, que estuvo presente en el Capitolio tanto el 6 de enero como en la sesión de este miércoles.
Fue una muestra del carácter extraordinario de este juicio político, que gira en torno a hechos que los senadores -que ejercen como jurado- vivieron en primera persona, al contrario que el primer impeachment contra Trump, que versó sobre sus presiones a Ucrania.
“Hay gente que murió ese día. Agentes que han terminado con daños en la cabeza y con daño cerebral (...). Senadores, este no puede ser nuestro futuro. Este no puede ser el futuro de Estados Unidos”, subrayó el fiscal Raskin en un emotivo alegato.
El padre de luto que lidera la acusación
Y es que Raskin no hablaba, solamente, como político, sino como padre. Un día después de enterrar a su hijo Tommy, el legislador demócrata vio cómo la horda de radicales irrumpía en el Capitolio y ponía en peligro la vida de una de sus hijas y de su yerno, que habían decidido acompañarle ese día al trabajo. Raskin recordó en su intervención cómo su hija más joven, Tabitha, y su yerno Hank, que está casado con otra de sus hijas, le arroparon el 6 de enero para que no se sintiera solo, después del funeral de su hijo, de 25 años, que se suicidó el día de Nochevieja. “Fue el día después de que enterráramos a su hermano, a nuestro hijo Tommy, el día más triste de nuestras vidas”, recordó.
Cuando llegó al Congreso el 6 de enero, el legislador fue recibido con una ovación de pie de demócratas y republicanos. Su hija y su yerno estaban en la parte de arriba del hemiciclo, en la zona reservada al público, y pudieron oír desde ahí cómo Raskin hacía una llamada a la unidad y pedía que el Congreso cumpliera su misión de ratificar formalmente la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre.
Una vez que Raskin acabó su discurso, su hija y su yerno fueron traslados a la oficina de otro congresista de Maryland, Steny Hoyer. “Para cuando supimos qué estaba pasando -recordó hoy-, ya era demasiado tarde. No podía llegar adonde ellos estaban para estar con ellos, en esa oficina, todo el mundo alrededor de mí estaba llamando a sus esposas y sus maridos, a sus seres queridos, para despedirse”.
Ante la llegada de los asaltantes, según Raskin, su hija, su yerno y su jefe de gabinete permanecieron escondidos en la oficina de Hoyer. “Los niños se escondieron debajo del escritorio y comenzaron a escribir lo que creían que serían sus últimos mensajes, susurrando al teléfono en llamadas para despedirse. Creían que iban a morir”, recordó mientras el Senado se quedaba en silencio. Lo único que podía oírse era a Raskin pasando las hojas de su discurso.
En un momento especialmente emocionante, el demócrata recordó que una vez que pudo reunirse con su hija y su yerno, les abrazó y les pidió perdón por lo que acaba a de ocurrir. “Le dije a mi hija Tabitha, que tiene 24 años y es una excelente profesora de álgebra, le dije que no volvería a ser así la próxima vez que ella viniera el Capitolio conmigo y, ¿sabéis lo que me dijo? Me dijo, “papá, no quiero regresar al Capitolio”.
Raskin terminó esas palabras con dificultad, visiblemente emocionado, con la voz quebrada e intentando limpiarse las lágrimas mientras trataba de recuperar el habla.
Esas palabras de su hija fueron lo que “más impactó” a Raskin, quien también dijo haberse sentido especialmente perturbado al ver las imágenes de los manifestantes que “torturaron” y golpearon repetidamente con una bandera estadounidense a uno de los policías del Capitolio.
Raskin aprovechó para describir en detalle lo sucedido durante el asalto, cuando cinco personas perdieron la vida, entre ellas un policía. “Hay gente que murió ese día. Agentes que han terminado con daños en la cabeza y con daño cerebral. Hay gente que ha perdido la vista. Un policía tuvo un ataque al corazón, otro policía perdió tres dedos ese día. Dos agentes han acabado con su propia vida”, enumeró Raskin mientras su voz se rompía de nuevo.
“Senadores, este no puede ser nuestro futuro. Este no puede ser el futuro de Estados Unidos”, suplicó.
El abogado de Trump divaga
Descolocado por la que describió como una “sobresaliente” presentación de los “fiscales” demócratas, el principal abogado de Trump en el juicio político, Bruce Castor, reconoció que la defensa lo había obligado a cambiar su estrategia respecto a lo que tenía previsto exponer en la sesión.
Fuentes cercanas a Trump filtraron a la prensa que el objetivo de Castor era “rebajar la temperatura” tras el contundente discurso de Raskin, pero lo que protagonizó el abogado fue una divagación sin rumbo aparente, en la que mezcló alabanzas a los senadores con referencias extrañas e inconexas.
El nombre de Castor se había convertido en tendencia en Twitter para cuando su compañero David Schoen le tomó el relevo y denunció el juicio político como un ejercicio de “partidismo crudo y mal entendido”.
“Este juicio desgarrará a nuestro país, quizá como solo hemos visto una vez antes en la historia de Estados Unidos”, advirtió Schoen, en aparente referencia a la guerra civil en el país (1861-1865).
El juicio político se retomará este miércoles a las 12.00 hora local (seis horas más en la España peninsular), cuando empezarán los argumentos de fondo de los fiscales del impeachment, que tienen un máximo de 16 horas a lo largo de dos sesiones para exponer su caso, antes de que llegue el turno de la defensa.