El régimen bielorruso llama a la Nobel Svetlana Alexiévich para interrogarla
Lukashenko presiona al Consejo opositor con la detención de dos de sus miembros, mientras sigue la pelea en la calle para que se marche
La Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexievich ha sido citada por el Comité de Investigación bielorruso como testigo penal por la creación del denominado Consejo de Coordinación de la oposición, del que forma parte.
“A Svetlana Alexiévich le convocaron al Comité de Investigación a las 14.00 del miércoles en calidad de testigo en una causa penal iniciada por la creación del Consejo de Coordinación”, ha explicado el propio Comité de Investigación, según recoge la agencia de noticias rusa Sputnik.
El gabinete de prensa del Consejo de Coordinación ha confirmado la convocatoria: “Sí. Svetlana tiene previsto acudir”, ha apuntado un portavoz del grupo. Alexievich no ha participado hasta el momento en la labor del organismo por motivos de salud, aunque mantiene contactos con sus miembros.
En una entrevista con El País, la escritora y periodista ha avisado al mundo de que “en cualquier momento pueden tocar a la puerta” y detenerla. “Estamos indefensos. Lo que sucede es horrible (...). Vienen largos y malos tiempos (...). No sé cómo, pero con las fuerzas internas y sin ayuda exterior no podemos superar la situación”, sostiene.
También fueron citados hoy la jurista Lilia Vlásova, que estuvo declarando durante cuatro horas, y Pável Latushko, antiguo ministro de Cultura (2009-12) que fue despedido como director del Teatro Académico Nacional por apoyar las protestas.
Las autoridades bielorrusas detuvieron justo ayer a dos miembros del Consejo coordinador opositor, cuya líder, Svetlana Tijanóvskaya, mantuvo por primera vez consultas con representantes de Estados Unidos, desde el exilio en que se encuentra. Según informó la oposición, la opositora Olga Kovalkova y el sindicalista Serguéi Dilevski son acusados de organizar acciones masivas no autorizadas en la fábrica de tractores de Minsk, en referencia a sus llamamientos a la huelga contra el presidente, Alexandr Lukashenko. Ambos son miembros del presidium del Consejo coordinador creado por la oposición bielorrusa para el traspaso pacífico del poder y contra el que la Fiscalía abrió la pasada semana una causa penal por intentar tomar el poder en el país.
Kovalkova, una de las opositoras más activas desde el exilio en Lituania de su líder, aseguró a Efe dos días antes de su detención de que “es una cuestión de tiempo que la oposición gane al pulso a Lukashenko”. “De Lukashenko no esperamos nada. Nunca demostró la capacidad o la voluntad de dialogar con su pueblo. Mientras no se vaya, los bielorrusos seguirán protestando pacíficamente”, dijo en una conversación telefónica.
Kovalkova aseguró que la oposición sí confía en “muchos altos funcionarios” que también trabajan en el sistema, “toman decisiones” desde hace muchos años y “entienden lo que pasa”. “Instamos al sistema a abrir un diálogo a todos los niveles, federal y local”, precisó.
Advierte de que, si ese diálogo no prospera, la crisis se agravará, tanto política como económicamente, las compañías extranjeras dejarán de operar en el país y las huelgas convertirán en insostenible el sistema erigido por Lukashenko desde que asumiera el poder en 1994.
“Y la responsabilidad recaerá exclusivamente en Lukashenko”, dijo la opositora, que fue trasladada hoy al centro de reclusión de Okrestina, trágicamente conocido por los abusos y torturas a los detenidos en las protestas postelectorales.
La entrada de EEUU
Mientras, Tijanóvskaya se reunió en Vilna con el subsecretario de Estado norteamericano, Stephen Biegun, al que agradeció el apoyo de Estados Unidos al pueblo bielorruso y a sus demandas de cambio democrático. Tijanóvskaya explicó a Biegun que las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, en las que fue reelegido Lukashenko con más del 80 % de los votos, según la Comisión Electoral Central, no fueron “ni libres ni justas”.
“Lukashenko no cuenta con el apoyo ni del pueblo bielorruso ni de la comunidad internacional. Cada día que él se niega a aceptar la voluntad de su pueblo sólo prolonga y agrava la crisis”, afirmó.
La opositora subrayó que sus partidarios están abiertos el diálogo y abogan por un “arreglo pacífico” a la crisis que estalló con las multitudinarias protestas postelectorales.
“Estamos abiertos a una mediación de organizaciones internacionales para facilitar el diálogo. También demandamos la investigación imparcial de los crímenes cometidos por las autoridades de Bielorrusia contra su pueblo”, dijo.
Además, llamó a todas las potencias a respetar la soberanía e integridad territorial de Bielorrusia. “Sólo el pueblo de Bielorrusia decidirá su futuro en unas elecciones nuevas, justas y libres”, recalcó.
Contra la injerencia externa
Por su parte, Biegun condenó la violación de los derechos humanos y el uso de la fuerza contra la población en Bielorrusia en las últimas semanas, al tiempo que pidió la liberación de todos los presos políticos.
Biegun agregó que, pese a dicha condena, Washington no tiene intención de interferir en los asuntos internos del país dirigido con mano de hierro desde hace 26 años por Lukashenko. “EEUU no puede y no piensa determinar los acontecimientos en Bielorrusia. Eso es un derecho de los bielorrusos”, subrayó.
El funcionario estadounidense se mostró impresionado por la figura de Tijanóvskaya y consideró justificada su popularidad en su país. “El objetivo del encuentro era escuchar qué es lo que piensan los habitantes de Bielorrusia y ver qué es lo que está haciendo para obtener el derecho a elegir”, indicó.
Biegun tiene previsto abordar hoy martes, en Moscú la situación en Bielorrusia con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Según informó el embajador de EEUU en Moscú, John Sullivan, Biegun se propone manifestar a Lavrov que es inadmisible la injerencia rusa en los asuntos de la vecina Bielorrusia.
Mientras, el Kremlin y la Cancillería rusa expresaron hoy su preocupación por la interferencia en Bielorrusia, en clara alusión a Occidente, a quien acusan de intentar lavar una cuña entre Moscú y Minsk.
“Seguimos preocupados por algunas manifestaciones directas e indirectas de injerencia externa en los asuntos bielorrusos. Esto es inaceptable”, afirmó en una rueda de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.