El referéndum irlandés sobre el aborto transcurre con participación "animada"
Los colegios registran una afluencia mayor a las urnas que en la consulta celebrada en este país en mayo de 2015.
La jornada de votación en el referéndum irlandés sobre el aborto transcurre este viernes con una participación del electorado "enérgica"y "animada", según informaron los responsables de los centros electorales.
A media mañana, se superaba en casi todos ellos la afluencia a las urnas registrada en ese punto en la consulta celebrada en este país en mayo de 2015 para legalizar el matrimonio entre homosexuales.
Los partidarios y detractores de suavizar la actual ley del aborto, una de las más duras de Europa, consideran que la alta participación podría decidir el resultado final, pues aunque las encuestas conceden ventaja al 'sí', el 'no' ha reducido la diferencia en las últimas semanas y todavía quedan bastantes indecisos.
Algo más de tres millones de personas pueden acudir este viernes a las urnas para participar en una consulta convocada por el Gobierno del partido Fine Gael, en el poder desde 2011, con vistas a reformar después la legislación vigente.
El primer ministro, el democristiano Leo Varadkar, fue uno de los primeros políticos en votar, seguido de cerca por un gran número de medios de comunicación nacionales e internacionales, ante el gran interés que ha generado la posibilidad de que este país, aún mayoritariamente católico, elimine las duras restricciones del aborto, criticadas, entre otros, por la ONU y la Unión Europea.
Varadkar dijo estar "cautelosamente confiado" en que el "sí" ganará, pero recordó que no "debe darse por hecho" y animó a la ciudadanía a seguir acudiendo hoy a las urnas en masa.
"Una participación alta sería ventajoso para la campaña del 'sí'. Por suerte, el día soleado que tenemos hoy en Irlanda ayudará", dijo el primer ministro, de 39 años, médico de profesión y abiertamente gay.
En lado opuesto, el dirigente del Sinn Féin Peadar Toibin -tercera fuerza nacional- volvió a asegurar que la futura ley abrirá la puerta a los "abortos a la carta, al tiempo que se eliminará de la Constitución el "derecho a la vida" de los "no nacidos".
Toibin, uno de los activistas más visibles del 'no' durante la campaña, representa la complejidad moral que tiene este asunto en Irlanda, donde los principales partidos, como el Sinn Féin, están con el Gobierno, pero han dejado que sus miembros actúen de acuerdo a sus principios.
También los grupos provida y la Iglesia católica, aún influyente a pesar de los escándalos de abusos sexuales a menores, rechazan cualquier cambio, pues creen que dará paso a la terminación de embarazos de "no nacidos" con malformaciones físicas o psíquicas.
El Gobierno ha pedido al electorado que se pronuncie sobre la eliminación de la llamada "octava enmienda", incluida en 1983 en la Constitución, y que garantiza de igual manera el derecho a la vida del "no nacido" y de la madre.
De acuerdo con esta provisión, la ley promulgada en 2013 por el Ejecutivo del Fine Gael, la primera en la historia de Irlanda, solo permite la interrupción del embarazo en circunstancias excepcionales, como cuando la vida de la madre corre peligro, que incluye la amenaza de suicidio, pero no contempla casos de incesto, violación o malformaciones del feto.
Si desaparece la octava enmienda, el Gobierno redactará una nueva legislación que podría permitir el aborto en Irlanda en todas las circunstancias durante las primeras doce semanas de embarazo y, en casos excepcionales, hasta las veinticuatro semanas.