El Rayo y el Valencia, a semifinales de la Copa del Rey
La euforia copera se desata en Vallecas... fin al sueño del Cádiz.
En el ‘torneo del K.O.’ las sorpresas están a la orden del día. Y en ese escenario de resultados a priori inesperados, el Rayo Vallecano ya está en semifinales de la Copa del Rey. Este miércoles, el cuadro madrileño ha superado al Mallorca por 1-0 en su casa y luchará por un puesto en la final, como también hará el Valencia.
En el caso del Rayo, más que sorprendente es un logro histórico. Serán sus segundas semifinales en toda la historia del club, las primeras en 40 años, gracias a un solitario tanto de Óscar Trejo, que ajustició a los bermellones a pocos minutos para el descanso.
Los madrileños —cuyo técnico ya llevó al Mirandés a las semifinales de Copa— salieron decididos desde el arranque a crear problemas a su oponente, pero el partido estuvo abierto con alternativas para ambos equipos, eso sí, con el dominio habitual de la posesión por parte de los franjirrojos. A dos minutos para el descanso llegó el único tanto del partido.
Un pase al hueco de Trejo, en dirección a Álvaro García, llegó a las botas del utrerano, que fue derribado por Franco Russo tras un gran caracoleo en el sector izquierdo. Trejo remató la jugada marcando desde los 11 metros. El mejor premio posible para un Rayo que fue creciendo con el paso de los minutos.
El argentino lanzó el penalti de forma impecable y Sergio Rico, que debutaba con los insulares, no pudo hacer nada por atajarlo. En la segunda mitad, los pupilos de Luis García Plaza dieron un paso al frente pero no pudieron tumbar la meta de Stole Dimitrievski. Primero fue Kang in Lee con un tiro lejano y después Muriqi, que desperdició por encima del larguero un cabezazo sin oposición al segundo palo.
Los vallecanos resistieron el empuje final de los baleares aunque también pudieron haber ampliado su cuenta con un mano a mano de Bebe, que se fue al lateral de la red, y un disparo al palo de Nteka en el tiempo añadido. Al final, 1-0 y el Rayo en ‘semis’, una ronda casi inédita para ellos. La única vez que la disputaron fue en la temporada 1981/82 y fueron eliminados por el Sporting de Gijón en una eliminatoria a doble partido (0-1 y 3-0).
El Valencia doblegó al Cádiz
Por su parte, el Valencia doblegó al Cádiz por la mínima (2-1) gracias a un tanto salvador de Hugo Duro a 10 minutos para el final. El conjunto ‘che’ fue de más a menos y terminó apurado por los arreones de su rival, que nunca perdió la cara al partido pese a terminar con uno menos por expulsión de Cala a cinco minutos del 90.
Los de Bordalás comenzaron con fuerza y lograron adelantarse en el ecuador del primer acto tras una acción en la que Cala —que reclamó falta— perdió la posición ante Hugo Duro y este regaló el balón a Guedes a pocos metros de la portería defendida por David Gil. El internacional portugués orientó el cuero con maestría y definió de forma cruzada.
El gol vino bien a un Valencia que contemporizó y dio aire a los de Sergio González, que poco a poco fueron ganando terreno, sobre todo tras la presencia de Álex Fernández y Álvaro Negredo, ya en el segundo tiempo. Ya había llegado el tanto del empate en una acción que necesitó la revisión en el VAR. Comert impidió saltar a Cala y el vídeo dio la razón a los andaluces.
El penalti lo transformó Lucas Pérez, que marcó su primer gol como jugador del Cádiz, poniendo nervioso a un Valencia que funcionó a arreones y sin la precisión del primer asalto. Prueba de ello fue un remate de Cala que terminó en el palo (min.60), antesala de más ocasiones para los visitantes. Todas ellas sin premio.
Bordalás reordenó a los suyos —ya con Bryan Gil en el once y dando entrada a Ilaix Moriba en la segunda parte— y acabó obteniendo resultados. Cuando más caro estaba el billete para el Valencia apareció nuevamente Hugo Duro, el hombre de moda en la capital del Turia, para sentenciar el pase a semifinales en un córner.
El ex del Getafe irrumpió en el corazón del área para marcar con la cabeza el 2-1 definitivo a 11 minutos para el bocinazo final. Un gol que permite al Valencia volver a las semifinales tres años después y disputar las quintas de la última década, una estadística que confirma su idilio copero.