Fue un patio, pero no de butacas
Las sillas de los Goya llenaron Twitter de comentarios durante la gala.
Convertir un pabellón de baloncesto en un auditorio digno de una ceremonia de premios no es sencillo. Hay muchos cabos por atar. O mejor, todos. Y claro, alguno se puede escapar.
En la 34ª ceremonia de los Goya, celebrada en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena, el cabo suelto han sido las sillas, en las que se han sentado los más de 3.000 asistentes a la ceremonia.
Ellos, acostumbrados a las butacas de las 33 anteriores galas, han tenido que seguir las casi tres horas y media de gala sentados en lo que en Twitter han comparado con sillas de bar, de sala de espera o de playa. Y eso sin olvidar que para llegar hasta ahí han tenido que dar un paseo de 40 minutos por la extensísima alfombra roja desplegada ante el recinto malagueño.
Lo gracioso ha sido que mientras actores, directores y otras autoridades han ocupado el espacio habitual del Unicaja de Málaga, los jugadores del equipo de baloncesto de la ciudad andaluza han disfrutado de la gala en las cómodas butacas del Teatro Albéniz.
No acaba ahí la historia. Algunos se acordarán a estas alturas que la Academia de Cine no ha invertido ni un euro en la ceremonia ya que le ha salido totalmente gratis. De ahí que se hayan celebrado en la ciudad andaluza.
El organismo ha contado este año con dos millones de euros de presupuesto para organizar la ceremonia, que ha venido de cuatro instituciones. El Ayuntamiento de Málaga, la Diputación de Málaga, la Junta de Andalucía y el Unicaja Banco han contribuido a la gala con medio millón de euros cada uno.
El escenario ha sido gigante, 580 metros cuadrados. También la alfombra roja ha sido extensa, 300 metros. Pero las sillas... Las sillas han sido otra cosa y de ahí los cientos de comentarios de Twitter. Los de arriba eran solo un breve ejemplo. Aquí hay muchos más.