El PP echa a correr para huir del pánico
Es hora de salir de la parálisis producida por el ascenso de Ciudadanos en las encuestas y la cara que la corrupción les muestra cuando se miran en el espejo.
Como un ejército bien entrenado, ministros y máximos dirigentes ya están cumpliendo la orden de Moncloa: sacar la artillería contra Ciudadanos y ponerse a pasear por teles y medios, porque el terror de perder los centenares de sillas que calientan diputados y dirigentes de toda España los ahoga un poco más cada día. "No siento miedo ni el aliento de Ciudadanos, lo único que nos han dicho es que salgamos más en la prensa", comenta el ministro Montoro con su retranca habitual, cuando le interrogamos por ese pavor que recorre las dependencias populares en el Congreso y las sedes gubernamentales. Mientras, Fernando Martínez Maillo, obediente y evidenciando que el susto no les cabe en el cuerpo, afirmaba delante de los micrófonos: "Hay ciudadanos y políticos de este país en el banquillo por cosas como las que aparecen ahí".
El coordinador del PP se refiere a las salvedades del Tribunal de Cuentas a las cuentas 2014 y 2015 de Ciudadanos, entre otros partidos. Miguel Gutiérrez, secretario general del grupo parlamentario, explica que "se trata de una salvedad contable, de la que el Tribunal ni tan siquiera ha incoado expediente sancionador y de la que el mismo presidente del Tribunal dijo ayer que no había nada ilegal. No se puede comparar con un partido que tiene su financiación judicializada".
Ni Cupido ha podido evitar este miércoles que los dos partidos del pacto de gobierno siguieran tirándose los trastos a la cabeza de cara a la opinión pública. Otra cosa es que en la intimidad acaben el día mirándose a los ojos a la luz de una vela, porque en el partido de Albert Rivera aseguran que van a apoyar los Presupuestos. "Pero, ¿quién ha dicho que no vamos a apoyar los Presupuestos? Los apoyaremos pero somos muy tajantes con la corrupción. Firmamos un pacto y lo tienen que cumplir. Mantendremos la tensión el tiempo que sea necesario. Hemos pedido estabilidad a cambio de reformas. No dan ni un solo paso en la ley anticorrupción, ni en reforma de la educación ni en los aforamientos y todo eso estaba en nuestro pacto", asegura Toni Roldan, portavoz de Economía, que remata con una intuición: "Cada vez que nos lanzan un ataque pierden votos, esa es mi percepción".
Más influencia que Cupido ha tenido la simbología del miércoles de ceniza entre sus señorías del PP. Día para la penitencia en el que se toma conciencia del daño que hace la vanidad. Un aperitivo -perdón, que es jornada de abstinencia- del viacrucis que se avecina. El jefe de gabinete de Rajoy, José Luis Ayllón, lleva la cruz a cuestas y se consuela lanzando sentencias: "La politiquería no puede ser nunca más preocupante que la política". Es decir, lo que el presidente del Gobierno hace en Cataluña es política, lo que Ciudadanos hace en la tribuna del Congreso es politiquería.
Ya sean fantasmas simpáticos como Casper o los inquietantes caminantes blancos de Juego de Tronos, el PP no puede disimular el susto. Ayllón - que ha cogido cuerpo y talla con aquello de que a veces el hábito sí hace al monje- no ha querido asumir que estén aterrados por el avance de Ciudadanos en todas las encuestas. "Si ellos no nos votan el Presupuesto, el Gobierno puede prorrogarlo todo el 2018, llegar a junio del 2019 y negociar el techo de gasto y así sucesivamente". Llega a recordar que un presupuesto, según la ley española, puede prorrogarse hasta 150 años si hace falta. Eso sí, Ayllón trata de disimular la herida pero le molesta profundamente que los de Rivera estén picando al PNV para que no apoyen el Presupuesto de Montoro, mientras el 155 esté vigente en Cataluña.
Mucho más flemático, Montoro, con la condescendencia de quien lleva 40 años entrando y saliendo del ruido, asume que alargar los Presupuestos ad eternum "no es un problema técnico pero, si es un problema político, es una cuestión de imagen". Pero el ministro de Hacienda está tan orgulloso y creído de que "este es el mejor momento económico de la historia de España" que todo este runrún terminará quedando sepultado por las apabullantes cifras.