El plan de Rajoy para frenar a Rivera
La receta de Génova: gran convención en marzo, discurso económico, plan de afiliación...
El PP desayuna cada día con una nueva encuesta que vaticina el sorpasso de Ciudadanos. Aquellos 'naranjitos' se hacen mayores y demoscópicamente les están robando el pastel a los populares. Y en Cataluña se han convertido en el gran referente del constitucionalismo, frente a un Partido Popular hundido y residual. En el resto de comunidades, los populares miran preocupados el fenómeno con las autonómicas y municipales de 2019 a la vuelta de la esquina, la mayor 'agencia de colocación' de políticos del país.
Consciente de estas tensiones y de la preocupación, Mariano Rajoy ha convocado este lunes la Junta Directiva Nacional. Toca arrancar la batalla ante los naranjas. Y lo ha hecho a su estilo. No habrá cambios en la dirección del partido, no se vislumbra una crisis de Gobierno y se vuelve a fiar la estrategia a la recuperación económica.
Rajoy rebaja las encuestas... y prepara la gran convención
Rajoy ha sido claro ante los suyos: las encuestas son coyunturales y no reflejan realmente el resultado. De hecho, se ha afanado en recordar ante la cúpula de su partido que los sondeos en las anteriores elecciones generales situaban en un "pañuelo" a PP, PSOE y Cs, ganado posteriormente con claridad los populares.
Pero Génova ya se ha puesto en marcha 'marianista', diseñando un plan para recuperar terreno. Por el momento, ha convocado una gran convención nacional para el próximo mes de marzo en Andalucía. De allí se espera que el PP salga con un "rearme programático", según ha confesado el propio Rajoy.
A Rajoy se le puede tildar de 'pasota', de inmovilismo, de esconder la cabeza... pero de campañas sabe mucho. Es un tema que en la intimidad le apasiona, durante años fue el encargado de diseñarlas para el partido. La elección de Andalucía no es una casualidad. Las autonómicas andaluzas deberían ser en marzo de 2019 e inaugurarán el trepidante ciclo de comicios -con municipales, autonómicas y europeas en 2019 y vascas, gallegas y generales en 2020-.
En el PP andaluz tienen la mosca detrás de la oreja y creen que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, está planteándose adelantar esos comicios para otoño porque le beneficiaría electoralmente y frenaría el ascenso de Ciudadanos, que le apoyó en su investidura. Por eso, Rajoy quiere tener también ya a punto el PP andaluz, que podría ser el primero en librar una nueva guerra contra los de Albert Rivera.
La máxima de Rajoy es que cada elección es un "mundo en sí mismo", y así lo ha recordado los suyos en la Junta Directiva. Cree que la dinámica seguida en Cataluña no se extrapolará al resto de España porque las circunstancias el 21-D era excepcionales y los populares actuaron -siempre lo defiende- pensando más en España que en sus intereses partidistas. "Nosotros, sin duda, como partido hemos cometido errores, los admitimos, tendremos que aprender de los mismos y tendremos que hacer las cosas mejor en el futuro. Pero dicho esto, quiero decir también que la respuesta que ha liderado el Gobierno a esa situación ha sido buena para España, aunque acaso no lo haya sido para el Partido Popular", ha enfatizado Rajoy.
Los barones quieren más comunicación
En las distintas divisiones del PP regionales se repiten, no obstante, las mismas críticas al partido tras estas duras semanas: mala comunicación por parte del Gobierno y falta de ilusión. Así lo confiesan fuentes autonómicas a El HuffPost, que también subrayan que en muchas direcciones provinciales hay prisa por elegir ya a los candidatos para las principales alcaldías -una decisión que debe tener el visto bueno de Génova o que directamente sale de los despachos de la sede nacional-.
En las direcciones regionales quieren tiempo para poder llevar preparados a sus candidatos y también cree, apuntan las fuentes, a que Ciudadanos puede flojear y tener problemas a la hora de seleccionar sus listas para los comicios regionales. Pero apuntan a que hay que estar muy atentos a los "fichajes del mercado de invierno" que pueda hacer Rivera para las locales. Esa cita siempre es el mejor termómetro de cara a unas elecciones generales. Rajoy les ha dicho a los suyos que hay que trabajar más porque habrá más competencia en esa fecha.
Un alto cargo de la dirección del PP que departe a menudo con Rajoy hace este análisis: "Hay competencia, como ha dicho el presidente. Y eso requiere esforzarnos para marcar perfil propio, hay que sacar temas nuevos". Y añade: "Hay que escuchar, conectar mejor con la gente y que el Gobierno comunique la acción".
En el partido se extiende en ese sentido la sensación de que no se ha explicado bien lo que se ha hecho en Cataluña. Y dentro de la formación, un sector apunta a la gestión precisamente de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la crisis catalana. Pero, además, en las últimas semanas entre los populares también han escocido algunas otras actitudes como la del director general de Tráfico, Gregorio Serrano.
Otro líder regional comenta sus sensaciones tras las palabras del líder popular: "Rajoy es un señor al que le cae la bomba atómica al lado y no pestañea. Tiene una sangre fría envidiable. Los resultados en Cataluña han sido malos, pero no son extrapolables. Vamos a perder muchos votos, pero no veo el sorpasso. Pero está claro que en algo estamos fallando porque nosotros aprobamos el 155 y lo están rentabilizando otros. Creo que Rajoy se limitará a las convenciones hasta el verano y verá cómo va funcionando".
Este lunes se han visto las caras los populares más influyentes del país después del 21-D y de las encuestas favorables a Ciudadanos. Aunque también ha habido ausencias destacadas con algunos dirigentes llamados a llegar más lejos o que se han mostrado a veces críticos con Rajoy, como los líderes de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, del País Vasco, Alfonso Alonso, y de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.
Tampoco ha estado la 'número dos' del partido, María Dolores de Cospedal, de viaje oficial en Asia como ministra de Defensa. Si Sáenz de Santamaría recibe críticas, la expresidenta de Castilla-La Mancha es objeto de dardos por parte de otros sectores del Partido Popular por acumular varios cargos y no estar centrada en el día a día del partido. Ese papel lo juega el 'número tres', Fernando Martínez-Maillo, que está enfrascado precisamente en la organización de la convención nacional y de reuniones sectoriales para potenciar el discurso (la primera será en Santiago el próximo día 27 para hablar de Educación). También se va a celebrar una escuela de invierno en Canarias.
Presencias y ausencias... pero control absoluto del partido de Rajoy. Esto se ha evidenciado en que nadie ha pedido la palabra para replicar al presidente después de su intervención, a pesar de la incertidumbre que demuestran en privado los que han acudido hoy a la reunión.
Economía, campaña de afiliación y voto exterior
Rajoy marca su estrategia, pero ni una palabra sobre corrupción en su discurso ante la Junta Directiva. Al PP le espera otro duro año en los tribunales: este mismo lunes ha arrancado en la Audiencia Nacional el juicio por la rama valenciana de Gürtel y ante el Tribunal Supremo ha declarado la senadora Pilar Barreiro por el caso Púnica.
El presidente sigue verbalizando como principal objetivo el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo. Este lunes ha vuelto a repetir su promesa de llegar a los 20 millones de empleados. Es la cifra que lleva prometiendo desde las pasadas elecciones, y que se marcaba para 2020 y que ahora ha adelantado a 2019.
Para que todo esto suceda debe conseguir Rajoy que dure la legislatura, a la que solo pone en teoría en peligro la falta de presupuestos. La intención del Gobierno es empezar ya las reuniones con el resto de grupos políticos para que se adelante su aprobación respecto a los anteriores (que fueron acordados en Consejo de Ministros en marzo y ratificados por el Parlamento en junio). Otra propuesta no ha pasado desapercibida: una subida salarial para los funcionarios "mayor" que el alza del 1% de 2017.
Rajoy quiere ahondar en la idea de que el PP es el partido del empleo y la recuperación. "Siempre que hemos gobernado ha habido crecimiento económico, empleo y se ha podido mejorar la vida de las personas", ha resaltado durante su discurso, una idea que va a repetir durante los próximos meses: un partido de "seguridad, estabilidad y certidumbre".
Pero, además, va a ir introduciendo otros temas que puedan beneficiar al PP y que desgasten a Ciudadanos. El partido ha enviado en este sentido un argumentario a sus cargos para que defiendan en toda España la prisión permanente revisable. Los populares están señalando que la oposición quiera derogarla sin esperar a que el Tribunal Constitucional se pronuncie y resaltan que hay una corriente de opinión pública "muy mayoritaria" a favor de esta pena.
Todo esto va acompañado de una campaña que va a lanzar el PP de afiliación -que permitirá la inscripción por internet- para ampliar sus bases y movilizar de cara a los próximos comicios. Además, miembros del PP visitarán países latinoamericanos en los próximos meses para cuidar el voto exterior. En Génova son muy conscientes de la importancia de este sufragios, que les permitieron arrebatar un escaño a Ciudadanos en las pasadas elecciones catalanas.
La batalla en la derecha está servida.