El plan de Pablo Casado
Génova, pendiente del pacto de Andalucía y de no "decepcionar"
Llegan las Navidades. Tiempo de familia, de descansar, de comprar regalos, de cenas con los amigos. Pero el líder del PP, Pablo Casado, va continuar una frenética agenda en las próximas semanas visitando lugares de toda España en un momento clave para el partido y de cara a un año plagado de citas electorales del máximo nivel.
Casado continúa con el plan que diseñó al llegar a la calle Génova. Y el objetivo en los próximos días es seguir anunciando candidatos para las elecciones municipales y autonómicas del próximo 26 de mayo -el superdomingo que coincidirá con las europeas también-.
Pero lo primero es lo primero. Estos días en la dirección del PP están volcados en las negociaciones en Andalucía con Ciudadanos para llegar a un acuerdo para gobernar la Junta y controlar la Mesa del Parlamento. La Cámara autonómica echa a andar el próximo jueves 27, pero los populares esperan tener para Nochebuena ya avanzado ese pacto.
En el PP, según fuentes de la dirección del partido, dicen que las negociaciones van bien, y que tiene que salir un Gobierno bueno. Y es que en Génova 13 saben que no hay mejor escaparate a nivel nacional que el Gobierno de Andalucía. Pero también, admiten, existe riesgo de "decepcionar" con su llegada a la superpotente administración andaluza que durante casi cuarenta años ha estado en manos del PSOE ("el régimen", como dicen), por lo que creen que se deben esmerar.
Son conscientes de que el foco estará puesto en todas las primeras decisiones que adopten. En la sede del Partido Popular recuerdan un cierto paralalelismo a cuando María Dolores de Cospedal llegó a la Presidencia de Castilla-La Mancha tras décadas de socialismo. Serán claves las primeras medidas que aprueben si logran finalmente el Palacio de San Telmo. Una de las obsesiones es tener la Consejería de Hacienda, el candidato Juanma Moreno prometió una bajada masiva de impuesto al estilo de la Comunidad de Madrid.
Lo que tienen claro también, señalan las fuentes, es que no quieren la fórmula que le gustaría a Cs de negociar con el PSOE para que se abstuviera Susana Díaz. Y, además, creen que los naranjas se tienen que mojar ahora. El análisis que hacen Casado y los suyos es que los de Rivera siempre han sido un partido muy "táctico" y suelen moverse en función de las encuestas. Pero el tablero se ha movido y desde el Partido Popular respiran porque ya no son el partido "apestado" para pactar. ¿Se puede permitir Rivera llegar a acuerdos con el PSOE tal y como está la situación en Cataluña?, reflexionan los conservadores.
Encuestas mejores que hace un año con Rajoy
¡Ay, las encuestas! Precisamente, este lunes han desayunado en el Partido Popular con algunas de varios medios que apuntan a una bajada muy significativa de escaños respecto a las elecciones de 2016, pero que vaticinan una mayoría si se juntaran con Cs y Vox. En la dirección del PP, no obstante, explican que hay que analizar los sondeos respecto a hace un año y que, uniendo los puntos, la tendencia es al alza en los últimos doce meses. Y resaltan que cuando hay proyección de escaños siempre aparecen como la primera fuerza de la derecha.
Casado, subrayan las fuentes, está preparado para que haya elecciones generales en cualquier momento. Y en el Partido Popular creen que los barones del PSOE quieren comicios en marzo, mientras que Ferraz preferiría mayo y en Moncloa les gusta diciembre. Aunque los populares tienen la intuición de que Sánchez, si puede, aguantaría hasta junio de 2020 en La Moncloa.
El PP tiene ya la maquinaria electoral casi preparada del todo. Quedan por saber los platos fuertes de los candidatos en Madrid y la Comunidad Valenciana. En Génova manejan anunciarlos el fin de semana del 12 y del 13, antes de que se celebre la convención prometida por Casado. Es muy especial el caso de Madrid, desde la dirección dicen: "Están muy bien los que están, ya veremos si hay novedad".
Ese cónclave del partido se está preparando con una perspectiva novedosa, con un desarrollo diferente a la típica cita de partido. El macroevento se celebrará el fin de semana del 19 y 20 de enero y la dirección ha invitado tanto a José María Aznar y a Mariano Rajoy. Lo que no se ha decidido todavía es cómo participarán y el formato.
Casado está intentando introducir un modelo de política anglosajona en el partido. Ahora toca terminar de anunciar los nombres y en enero se afanará en la parte programática. Repetir y repetir sus propuestas. La idea del equipo del líder es que España se sepa bien las medidas del partido en todos los campos, desde el ámbito territorial hasta de combustibles, por ejemplo. El equipo de Casado sabe que el candidato está sobreexpuesto, pero ponen en valor que es el único, por ejemplo, que habla en todo el país de temas como Educación.
Lo que sí se va a guardar es el nombre del aspirante a las elecciones europeas. Aunque quieren que tenga tiempo para hacer una buena campaña, en la dirección del PP piensan que tampoco se le puede quemar muy pronto. Los cálculos ahora es revelarlo como un mes antes de la cita de mayo.
Además, en esa batalla que hay en la derecha, en Génova creen que Cs se irá desplazando otra vez más hacia el centro y la izquierda. Además, ven recuperables a votantes que se han ido a los naranjas o a Vox al estar Casado reafirmando los valores del partido. Los naranjas entrarán en temas como la gestación subrogada o la prostitución, entienden en Génova, en los que ellos no van a profundizar.
Saben, no obstante, que hay muchos factores que pueden enturbiar estas semanas. El pasado siempre vuelve. Ahora se están conociendo desasosegantes episodios en relación a la operación Kitchen y el supuesto uso de medios del Ministerio del Interior, en la época del Gobierno de Mariano Rajoy, para espiar y destruir pruebas que tuviera Luis Bárcenas contra el partido.
La dirección del PP en este asunto es tajante, señalan fuentes de Génova. Miembros del equipo de Casado han hablado sobre este asunto con Jorge Fernández Díaz e Ignacio Cosidó, que niegan haber hecho eso durante su época en Interior. Pero las fuentes avisan: si hay alguna evidencia o certeza de que se utilizaron instituciones para espiar o robar documentos, al día siguiente "a la calle" esa persona. Esto se podría producir si apareciera, por ejemplo, una grabación.
Casado tiene un plan, empieza ahora en Andalucía. Y todo en política puede pasar.