El pequeño truco al conducir que reduciría drásticamente lo que tardamos en ir de un sitio a otro cada día
Y no lo dice la DGT, lo dice la ciencia...
Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL, por sus siglas en inglés) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, han mostrado recientemente que habría menos atascos si se hiciera un pequeño cambio en la forma en que la población conduce: no ir pegados al vehículo de delante.
Específicamente, el nuevo artículo del equipo, publicado en IEEE Transactions on Intelligent Transportation Systems, argumenta que si todos mantienen la misma distancia entre los coches que están delante y detrás -un enfoque que el profesor del MIT Berthold Horn describe como "control bilateral"- se llegaría al destino casi dos veces más rápido.
"Los humanos tendemos a ver el mundo en términos de lo que nos espera, tanto literal como conceptualmente, por lo que puede parecer en contra de la intuición mirar hacia atrás", dice Horn, coautor del artículo con el investigador asociado postdoctoral Liang Wang. "Pero conducir así podría tener un efecto dramático en la reducción del tiempo de viaje y el consumo de combustible sin tener que construir más carreteras o hacer otros cambios a la infraestructura", añade.
Horn reconoce que es poco probable que los conductores cambien sus formas de mirar adelante, por lo que sugiere que las compañías de automóviles actualicen sus sistemas adaptativos de control de crucero y añadan sensores a sus paragolpes delantero y trasero. La mayoría de los sistemas actuales solo tienen sensores frontales.
Según Horn, el tráfico mejoraría notablemente, aunque solo un pequeño porcentaje de todos los automóviles estuviera equipado con estos sistemas. En el futuro, el trabajo -financiado en parte por Toyota-, planea hacer simulaciones para probar si este método no solo es más rápido para los conductores, sino también más seguro.
Las aves como ejemplos
El trabajo del equipo se inspiró, por una parte, en la forma en que las bandadas de aves estorninos se mueven en tándem. "Las aves han estado haciendo esto durante siglos -señala Horn-. Para programar este comportamiento, querrás mirar a los pájaros a tu alrededor y no solo a los que están frente a ti".
Según el equipo de CSAIL, durante décadas ha habido cientos de artículos académicos que analizan el problema del flujo de tráfico, pero muy pocos sobre cómo resolverlo realmente. Un enfoque propuesto es conectar electrónicamente los vehículos para coordinar las distancias entre ellos. Pero los llamados métodos de 'platooning' requieren una coordinación detallada y una red masiva de vehículos conectados.
Por el contrario, el enfoque del equipo CSAIL simplemente necesitaría un nuevo software y algunas actualizaciones de hardware de bajo costo. Horn propuso por primera vez el concepto de control bilateral en 2013 a nivel de un automóvil y los automóviles que lo rodean directamente.
Con el nuevo documento, ha tomado una visión más grande, mirando la densidad de autopistas enteras y cómo las millas de patrones de tráfico pueden verse afectadas por las velocidades cambiantes de coches individuales (a lo que su equipo se refiere como 'perturbaciones').
"Nuestro trabajo muestra que, si los conductores mantienen una distancia igual entre los coches a cada lado, tales perturbaciones desaparecerían a medida que se mueven por una fila de tráfico, en lugar de amplificarse para generar un atasco de tráfico", concluye Horn.