El Parlamento británico rechaza un Brexit sin acuerdo por sólo cuatro votos
La primera ministra, Theresa May, no ha podido ni intervenir, debido a la afonía que arrastra tras estos días de tensión.
Por los pelos. El Parlamento de Londres ha rechazado hoy una salida de Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo, pero lo ha hecho por la mínima, por 312 votos frente a 308.
La llamada enmienda Spelman/Dromey -por el nombre de las autoras de la misma- ha sido aprobada por los Comunes sólo por cuatro votos, lo que da idea de las tensiones políticas en torno al Brexit en la sede legislativa. La enmienda va más allá de la propuesta inicialmente por el Gobierno, ya que establece que el Parlamento rechaza un divorcio sin acuerdo "en cualquier circunstancia", mientras que la redactada por Downing Street descartaba una salida desordenada sólo para el 29 de marzo, que es la fecha prevista para la ruptura.
La primera ministra, la conservadora Theresa May, había anunciado horas antes que, dada la trascendencia de esta decisión, permitiría que los diputados conservadores -especialmente, los miembros de su propio Gobierno- votaran libremente y en conciencia. Y los euroescépticos de su propia formación, que son muchos e influyentes, han estado a punto de hacerle perder el debate.
May ni siquiera ha podido defender plenamente su postura en el salón de los Comunes, debido a la afonía que sufre desde el martes. La premier, que ayer ya tenía la voz completamente ronca y cuyo rostro revelaba un gran cansancio, fue sustituida por el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, quien ha hecho una encendida defensa del acuerdo con Bruselas.
Con este resultado, se espera que tal y como avanzó el martes la primera ministra, se vote una segunda enmienda para que el Gobierno pida formalmente a la UE un aplazamiento de la fecha del Brexit, tan cercana. Las filtraciones de los asesores de May a la prensa local en estas horas son confusas: van desde un retraso mínimo, de pocos meses, para cerrar el proceso antes de las elecciones europeas de mayo, hasta una ampliación tranquila, de no menos de un año.
En concreto, el nuevo debate, que se espera se produzca este jueves, debe versar sobre si extender la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, en virtud del cual el país debe abandonar la UE el 29 de marzo, al término de los dos años estipulados de negociación. Cada uno de los 27 países de la Unión deben, de forma unánime, respaldar esa prórroga para que pueda producirse.
Los parlamentarios británicos rechazaron hoy, además, otra iniciativa (374 votos en contra y 164 a favor) defendida por el tory Damian Green, que instaba a retrasar la ruptura hasta el 22 de mayo para que el país se prepare para una salida no negociada. Esta última enmienda, conocida como el compromiso Malthouse, indicaba que el Gobierno debería entonces acordar una especie de periodo de transición que se alargaría hasta diciembre de 2021.
May propuso votar sendas enmiendas después de cosechar una nueva derrota en Westminster. El martes, los diputados rechazaron por 242 votos a favor y 391 en contra el acuerdo del Brexit, ratificando así su decisión del pasado 15 de enero, cuando lo hicieron por una diferencia aún mayor (230 votos).
El principal escollo para salvar el texto actual es el llamado backstop o el mecanismo de emergencia diseñado por las partes para evitar que tras el Brexit vuelva la frontera dura entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
La UE ha insistido en que el acuerdo es innegociable y ha advertido de que, si Reino Unido solicita una prórroga de los plazos, tendrá que ser con un objetivo claro. "¿Prorrogar esta situación, para qué? Porque la negociación (...) ha terminado: El acuerdo está ahí", ha dicho el jefe del equipo negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier.