El papa Francisco ordena eliminar el secreto pontificio para los casos de pederastia
La nueva instrucción entra en vigor inmediatamente y con ella se conocerán las denuncias, procesos y decisiones sobre los casos.
El papa Francisco ha ordenado eliminar el secreto pontificio en los casos de abusos a menores por parte de miembros del clero, atendiendo así a una de las reivindicaciones de las víctimas de pederastia.
Con la nueva instrucción, que entrará en vigor inmediatamente, no estarán sujetas al secreto pontificio las denuncias, los procesos y decisiones concernientes a esos casos de abusos, según informó hoy el Vaticano.
También se endurecen algunas normas sobre los casos de pederastia de manera que sea delito “la adquisición, posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo”, y no solo de los menores de 14 años como hasta ahora.
Las víctimas de abusos habían pedido insistentemente que se aboliera la práctica de la Iglesia católica de imponer reglas de silencio y confidencialidad en las causas judiciales del Vaticano relacionadas con la pederastia por parte de clérigos, por considerar que se protege a los agresores.
En la nueva instrucción, “sobre la confidencialidad de las causas” se establece claramente que “no puede imponerse ningún vínculo de silencio con respecto a los hechos encausados ni al denunciante, ni a la persona que afirma haber sido perjudicada ni a los testigos”.
La nueva instrucción detalla que en estos casos de abusos la información se tratará de manera que se garantice la “seguridad, integridad y confidencialidad” establecidas por el Código de Derecho Canónico para proteger “la buena reputación, la imagen y la privacidad” de las personas implicadas.
Pero se señala que “el secreto de oficio no obsta para el cumplimiento de las obligaciones establecidas en cada lugar por la legislación estatal, incluidas las eventuales obligaciones de denuncia, así como dar curso a las resoluciones ejecutivas de las autoridades judiciales civiles”.
Paralelamente, el papa ordena endurecer el delito sobre posesión, adquisición o divulgación de material pornográfico de menores, elevando la edad de estos menores desde los 14 a los 18 años.
Se trata de un cambio en las llamadas Normas de Delitos Graves aprobadas en 2001 durante el pontificado de Juan Pablo II. Según el documento firmado por el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, la nueva instrucción sobre el secreto pontificio fue acordada por el papa el pasado 4 de diciembre.
Juan Carlos Cruz, una de las víctimas más conocidas del sacerdote chileno Fernando Karadima, ha valorado como un gesto “importante en la transparencia y en la justicia para las víctimas” la decisión del Papa. “Se les terminó el carnaval de secreto y la oscuridad y se les dio vuelta su oscuro mundo en 180 grados”, ha asegurado.
“Supervivientes y abogados tomen nota. Hoy es un día importante para exponer a criminales curas y obispos que antes operaban bajo la excusa del secreto pontificio y bloqueban la justicia. Esta es una buena noticia gracias a los supervivientes que no paran su lucha”, ha señalado Cruz en su cuenta oficial de Twitter.
De este modo ha valorado Hurtado la decisión del Pontífice, que en la práctica permitirá ofrecer la debida información a la víctima y a las comunidades y facilitar la colaboración con los órganos de justicia civil.
“Todas estas excusas de obispos chilenos @episcopado_cl y de otras partes del mundo y la curia, se acabaron. Hoy es un día importante en la transparencia y en la justicia para las víctimas. Documentos deberán ser entregados a las autoridades civiles...”, ha señalado.
Por su parte, en un escueto mensaje también en la Red social de Twitter, Marie Collins, que fue víctima de los abusos de un sacerdote cuando era una niña y que formó parte de la Pontifica Comisión para la protección de menores creada Francisco, ha valorado esta decisión como un paso adelante que produce “un cambio real y positivo”.
Collins, que presentó su dimisión del organismo del Vaticano al considerar que había ciertos obstáculos al avance de las reformas en materia de pederastia, ha asegurado que lo había recomendado en sus primeros tiempos a la Pontificia Comisión y que “finalmente se estaba llevando a cabo”.
La reforma de la ley canónica que incluyese la abolición del secreto pontificio era una de las peticiones que las organizaciones de víctimas habían reclamado al Pontífice cuando convocó a toda la jerarquía episcopal en el Vaticano para atajar la pederastia por parte del clero en el seno de la Iglesia. El director editorial de la Santa Sede y experto vaticanista, Andrea Tornielli, ha manifestado que se trata de “un signo de apertura, disponibilidad, transparencia y colaboración con las autoridades civiles”.
Sin embargo, ha precisado que “la reserva de las víctimas y de los testigos deberá protegerse siempre” pero que la diferencia es que ahora la documentación “deberá ponerse a disposición de las autoridades civiles para la investigación de los casos ya implicados en los procedimientos canónicos”.