El pacto con el diablo de Doña Manolita, la lotera más famosa de España
La mítica administración es la que más décimos de Lotería de Navidad vende cada año en España
Hasta cinco horas de cola para hacerse con un décimo de Lotería. La fiebre por la famosa administración de Doña Manolita no decae pese al paso de los años. Cada otoño, miles y miles de personas se agolpan a las puertas de su sede para comprar un décimo de la Lotería de Navidad con el sueño de que les toque el Gordo. Su fama no es para menos: ha repartido el premio máximo cerca de 80 veces.
Pero el origen de esta famosa administración es mucho más humilde que su leyenda. Manuela de Pablo (n. 1879) tenía 25 años cuando abrió la administración número 5 en España en la calle San Bernardo. Los comienzos fueron difíciles, pero su carisma le hizo ganarse pronto una clientela fiel. Sin embargo, siempre se le escapaba ese deseo que todo lotero tiene en la cabeza: poder dar, algún día, un gran premio.
Y así fue cómo Doña Manolita “vendió” su alma al diablo. “El año 1926, harta de que no correspondiese jamás a esta administración un premio que valiese la pena, hice cuatro viajes a Zaragoza (...) En los cuatro tuve la suerte de ver a la Pilarica con su manto rojo, que es signo infalible de fortuna”, contaba por aquella época a Crónica. “Pedí unos números que se me ocurrieron sin saber por qué, los vendí en mi casa y el premio Gordo de Navidad fue conmigo aquel año”, relató la lotera. Y así, comenzó su racha de buena suerte.
Una cadena de premios vendidos en su administración elevó su fama y la ‘peregrinación’ hasta Doña Manolita empezó a ser una tradición. Aunque la suerte también trajo consigo algunas desgracias. . En 1937, su local sufrió serios daños por el bombardeo de Madrid durante la Guerra Civil y la lotera perdió el 95 por ciento de su clientela ese año.
Manuela falleció a principios de mayo de 1951. “Dicen que he vendido el alma al diablo, y que por eso me colma de fortuna aquí en la tierra, a cambio de hacérmelas pagar todas juntas el día que estire la pata…”, llegó a decir en vida.
Su muerte fue un shock para la ciudad. “Ayer perdió Madrid una de sus figuras más populares –podía leerse en ABC el 8 de mayo de ese año–, Doña Manolita de Pablo, la famosa lotera de la Gran Vía, de cuya mano esperaba toda España la caricia de la Fortuna”.
70 millones de décimos vendidos cada año
Tras su fallecimiento, la administración pasó a manos de su hermana Carmen y más adelante por el hijo de ésta. La familia dejo de ser propietaria de la Administración de Sol en 1987 después de que el último dueño abandonara el país precipitadamente tras dejar una millonaria deuda. Actualmente, tras permanecer durante muchos años en la Gran Vía, la famosa sede de Doña Manolita se encuentra en la Calle del Carmen. Se calcula que la administración vende cada año unos 70 millones de décimos, lo que se traduce en unos 1.400 millones en ventas.
Doña Manolita es considerada como todo un símbolo de Madrid. Incluso, ha sido mencionada en grandes obras literarias y canciones de célebres intérpretes españoles como Joaquín Sabina, en su tema “A la sombra de un león”, publicada en 1986, o Concha Piquer, en “Mañana sale” de 1958.
Y es cierto que la suerte llama a la suerte, pero su gran volumen de venta está ahora detrás de su inseparable relación con la fortuna. Doña Manolita es la administración que más diferentes números vende cada año, por lo que es más probable que el Gordo o algún otro gran premio de la Lotería de Navidad caiga entre sus clientes.
Pero, sea como fuerte, ha quedado claro que el pacto de Doña Manolita con el diablo ayudó a crear una tradición navideña que promete mantenerse generación tras generación.