El objeto en el despacho de Felipe VI que genera debate: si es lo que parece, ¿qué hace ahí?
Algunos no creen que sea eso.
Las fotos distribuidas por Casa Real de la reunión que los reyes mantuvieron este martes en el Palacio de la Zarzuela con al embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliot, están dando mucho juego.
Has sido varios los usuarios que se han dado cuenta de un curioso detalle en una de esas imágenes: a pesar de que suelen estar miradas al milímetro, Felipe VI aparece con los ojos cerrados.
Y otra de esas instantáneas ha generado cierto debate en la red social después de que se fijase en ella Patrycia Centeno, experta en comunicación no verbal.
Centeno ha destacado unos objetos que aparecen sobre la mesa del despacho del rey y que parecen ceniceros, algo que le ha sorprendido negativamente.
“Un día me gustaría que alguien me explicara los grandes misterios (pifias) de las puestas en escena de Casa Real... El papel sobresale de la mesa porque ¿a nadie se les ocurre retirar/apartar los (innecesarios y obsoletos) ceniceros?”, se pregunta.
Sin embargo, varios usuarios han señalado que no son realmente ceniceros, sino bandejas para dejar, por ejemplo, caramelos:
En cualquier caso, el comentario de Centeno ha provocado reacciones como estas:
Los reyes se reunieron con el embajador para trasladar sus condolencias por el fallecimiento del duque de Edimburgo el pasado viernes a los 99 años de edad.
Casa Real envío el mismo día del fallecimiento de Felipe de Ediumburgo un telegrama de condolencias a la reina Isabel II de Inglaterra por la muerte de su marido. En su mensaje, Felipe VI y Letizia se dirigían a la “querida tía Lilibet”, apelativo cariñoso con el que la familia real británica llama a la monarca, y le trasladaba su “profunda tristeza” por la muerte de “nuestro querido tío Philip”.
“En estos momentos dolorosos, queremos trasladaros nuestras más sentidas condolencias en nombre del Gobierno y del pueblo español, así como también toda nuestra cercanía y apoyo”, señalaron los Reyes.
Asimismo, aseguraron a Isabel II que nunca olvidarán los momentos compartidos con el duque de Edimburgo “ni el legado de servicio y dedicación a la Corona y a Reino Unido que siempre desempeñó a vuestro lado”.