El ‘número dos’ de la Fiscalía denuncia presiones de homólogos 'contaminados políticamente' como Consuelo Madrigal
Asegura que Delgado "no ha intervenido" ni en el informe sobre las querellas por la pandemia ni en otros asuntos relativos al Gobierno.
El teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, ha explicado este lunes que no convocó la Junta de Fiscales de Sala para fijar una respuesta a las más de 20 querellas presentadas contra el Gobierno por la gestión de la pandemia porque habría tenido que excluir de ese encuentro a algunos fiscales “contaminados políticamente”, entre los que ha mencionado expresamente a la ex fiscal general del Estado Consuelo Madrigal.
Navajas ha contado en Onda Cero que cuando comenzaron a presentarse las querellas contra el Gobierno por el coronavirus algunos fiscales acudieron a su despacho para intentar influenciarle sobre el fondo de este asunto. En concreto, ha hablado de Madrigal y de “otro compañero” cuyo nombre no ha dado, aunque fuentes consultadas por Europa Press han indicado que podría tratarse del fiscal Fidel Cadena. “Son fiscales de altísima consideración pero que en este asunto concreto están contaminados ideológicamente”, ha dicho.
“Una soflama contra el Gobierno”
En el caso de Madrigal, ha afeado a la ex fiscal general del Estado que publicara “una soflama contra el Gobierno”, apostillando que por ello podría haber sido objeto de un expediente disciplinario porque, según ha subrayado, “los fiscales tienen absolutamente prohibido felicitar o censurar a las autoridades políticas”. “Esa persona estaba absolutamente contaminada”, ha incidido.
A este respecto, ha reivindicado que, si bien tanto fiscales como jueces tienen ideología y “uno se siente más cómodo con ese Gobierno o con el otro”, “uno de los valores más altos que tiene el Ministerio Fiscal es la objetividad y la imparcialidad”, por lo que “lo que no puede hacer ni un fiscal ni un juez es que su ideología trascienda de la cabeza al papel”: “Tiene que desprenderse de su ideología y, si no se siente capaz, que pida el relevo y se abstenga”.
El ‘número dos’ de la Fiscalía del Supremo también ha mencionado como motivo para no convocar la Junta de Fiscales de Salas, que reúne a los fiscales más antiguos, la necesidad de evitar las filtraciones. “Estaba seguro de que convocando a 35 fiscales por algún lado se me iba a escapar el agua”, ha sentenciado.
En este sentido, ha recomendado que en aquellas fiscalías que manejan “información sensible”, porque “es muy golosa para la opinión pública y para los medios de comunicación,” se haga una revisión cada cinco años de los fiscales de plantilla, al igual que ocurre actualmente con los titulares de las fiscalías Anticorrupción y de la Audiencia Nacional, para que esos “filtradores” con “amistades peligrosas” no se conviertan en “un problema que dure toda la vida”.
“Con esta tropa no podía ir a la guerra”
Así las cosas, ha resumido, “tuve la impresión de que estos fiscales a mí no me servían”. “Son fiscales extraordinarios pero, en este asunto, dije: ‘Con esta tropa no podía ir a la guerra’”, ha remachado.
En tercer lugar, ha argumentado que, para fijar posición sobre dichas querellas, no era necesario convocar a la Junta de Fiscales de Sala porque “está para ilustrar al fiscal general en materia técnica o cuando algún fiscal o ella misma recibe una sugerencia del Gobierno”. Navajas ha esgrimido asimismo que “históricamente nunca se ha convocado para un problema de esta naturaleza” y ha puesto como ejemplo las querellas sobre la guerra de Irak de 2003 y el ‘Procés’.
En su lugar, Navajas decidió acudir a la Secretaría Técnica, que sí gozaba de su confianza, y ha desestimado las críticas a este organismo por tratarse de fiscales designados por la fiscal general del Estado, en este caso Dolores Delgado, aduciendo que es así con todos los gobiernos. “Si no nos gusta este sistema, vamos a cambiarlo”, ha planteado.
El informe de la Fiscalía
Por otro lado, ha respondido a las críticas que ha recibido de otros fiscales por el informe en el que recomienda archivar esas 21 querellas. Navajas ha asegurado que asume las opiniones discordantes, si bien al mismo tiempo ha hecho valer sus 45 años de experiencia en el Ministerio Público ―los últimos seis en el cargo actual―, enfatizando que su porcentaje de éxito es del “cien por cien” porque hasta ahora el Supremo ha validado sus indicaciones. “El más tonto de la clase no soy”, ha aseverado.
Navajas, que se jubila el próximo mes de diciembre, ha avanzado que cuando el Tribunal Supremo se pronuncie sobre este asunto aceptará lo que resuelva porque “el Derecho no son dos y dos cuatro” y su informe refleja tan solo una opinión jurídica, aunque “fundamentada”.
Interrogado directamente sobre la posible injerencia de Delgado, ha afirmado que “no ha intervenido para nada, ni por activa ni por pasiva, ni directa ni indirectamente”, y ha revelado que cuando ésta asumió el cargo se reunieron y le dijo que en los asuntos en los que ella no podía intervenir, por sus vínculos con el Gobierno como ex ministra de Justicia de Pedro Sánchez, él ejercería de fiscal general del Estado. “No puede decir nada y, además, no quiere decir nada”, ha sostenido Navajas sobre Delgado.
No obstante, ha reconocido que “el pecado original” de los fiscales es el sistema de designación del fiscal general del Estado, que ha considerado “manifiestamente mejorable”. También ha criticado las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno en una entrevista concedida el noviembre de 2019 en las que dijo que la Fiscalía dependía del Gobierno porque, según ha dicho, “fueron tremendamente desgastadoras para el Ministerio Público” aunque después rectificara en declaraciones posteriores.
El caso ‘Dina’ y el rey emérito
Navajas se ha pronunciado igualmente sobre las conversaciones de WhatsApp entre la abogada de Podemos Marta Flor, que representa a Dina Bousselham, ex asesora de Pablo Iglesias en Bruselas, en el caso sobre el robo de su teléfono móvil y la filtración de los datos de la tarjeta, y el fiscal del caso, Ignacio Stampa, estimando que son “escandalosas”. A su juicio, el fiscal debería haber sido apartado.
Por último, preguntado sobre los supuestos negocios ocultos del Rey emérito, ha comentado que las informaciones que han trascendido hasta ahora son “realmente escandalosas”, pese a lo cual se ha declarado “profundamente monárquico”, ensalzando además la figura de Felipe VI. “Desde luego”, ha dicho sobre Don Juan Carlos, “le ha hecho daño al Estado, a las instituciones y ha decepcionado a todos los que le veíamos como una figura inmaculada”.