El muro de contención de las derechas es Andalucía
El próximo 2 de diciembre los andaluces y andaluzas se juegan su futuro. Deben elegir entre dos modelos. Por un lado, el modelo progresista de avance social que ha sacado a Andalucía de un ostracismo económico secular, para situarla en Europa con políticas de igualdad, de justicia y cohesión social. Por el otro, el modelo de las derechas de PP y C´s para frenar en seco esas políticas y de esta manera desmontar el Estado del bienestar.
Por razones históricas sobradamente conocidas, cuando llegamos los socialistas al Gobierno, Andalucía tenía una situación de partida de enorme desigualdad, déficit de servicios públicos y tremendos desequilibrios sociales que, afortunadamente, han ido corrigiéndose en todos estos años. Y esta labor titánica sólo podía acometerse desde las ideas socialistas. ¿Por qué en Andalucía siempre gana el PSOE? Quizá porque los andaluces y andaluzas, elección tras elección, siguen optando por el modelo socialista que ha llevado la dignidad y el bienestar a esta tierra siempre tan maltratada por otros.
Uno de los pilares de esta labor socialista es la educación, que es un termómetro que mide el desarrollo y bienestar económico y social de las sociedades. Y en este sentido, Andalucía ha dado un salto espectacular hasta el punto que se puede decir que es la única región de Europa en la que en una misma familia, mientras los abuelos no pudieron ir a la escuela con el resultado de un índice de alfabetización bajo, sus nietos son licenciados universitarios, profesores o médicos. Esto no ocurre en otros lugares y es algo de lo que nos debemos sentir orgullosos todos los españoles y españolas.
Por este motivo, Andalucía es para las derechas el gran trofeo a conseguir desde hace años. Los servicios públicos, fruto de las políticas socialistas más genuinas, y que han servido para que esta tierra y sus gentes den el gran salto adelante, son una especie de inmenso botín con más de ocho millones de personas. Esto es un mercado muy goloso para el neoliberalismo más extremo que defienden las derechas. Porque hay que decir que parte de las políticas que solemos envidiar del norte de Europa ya se están poniendo en práctica en Andalucía, y esto quizá no lo valoramos suficientemente. Pero los andaluces y andaluzas no se han dejado engañar en ninguna de las diez ocasiones en las que han acudido a las urnas desde que recuperamos la democracia. Nunca han querido ser un simple mercado a privatizar y por ello nunca han querido un Gobierno de la derecha.
Frenemos la ola de la ultraderecha empezando en Andalucía
En esta ocasión las cosas son algo diferentes. El gran trofeo de las derechas es, sobre todo, el Gobierno socialista de Pedro Sánchez. PP y Ciudadanos interpretan la jornada del domingo como el gran muro que han de franquear para tratar después de lograr ese objetivo. No les importan los andaluces y andaluzas, como nunca les importaron, y de ahí su fracaso histórico. Como tampoco les importa contar con el apoyo de la ultraderecha más xenófoba y reaccionaria como Vox para alcanzar sus fines.
Vox no es más que la sucursal española del populismo de ultraderecha que está asolando Europa y los EE UU. Trump, el Brexit, el Frente Nacional en Francia, la Alternativa por Alemania, y los gobiernos de Italia, Hungría y Polonia, por poner los ejemplos más graves. Con Vox, la extrema derecha antisocial y antidemocrática quiere entrar también en España, y en su ceguera más absoluta, las derechas de PP y Ciudadanos les siguen el juego e incluso les legitiman su discurso del odio.
Por eso los y las socialistas de toda España, e incluso de Europa, estamos mirando a Andalucía como si fuera nuestra tierra y sentimos a su gente como nuestra gente. Porque el próximo domingo, Andalucía va a ser el muro de contención de la derecha. El primer revés de la ultraderecha en Europa y un claro NO al neoliberalismo de las derechas de Ciudadanos y PP. Andalucía es y será socialista.
