La pandemia del coronavirus ha provocado que todos tengamos que cambiar nuestros hábitos de forma radical. Hay que llevar mascarilla, guardar las distancias con los demás, lavarse muy frecuentemente las manos... y evitar saludar dando la mano a los conocidos.
Interiorizar esos comportamientos no es siempre fácil. Y, si no, que se lo digan al mismísimo rey Felipe VI, que este miércoles ha protagonizado un momento muy curioso al inicio del acto de escenificación de la reapertura de fronteras entre España y Portugal.
El monarca ha bajado del coche y ha ido rápidamente a saludar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ya le estaba esperando. Felipe VI le ha ofrecido la mano, para darse un afectuoso apretón, y ahí ha puesto entre la espada y la pared al jefe del Ejecutivo, que ha permanecido con las manos detrás del cuerpo y ha avisado con un gesto al rey de que, por seguridad, no podía corresponderle.
Un momento un tanto embarazoso ante el que el rey ha reaccionado rápidamente, apartando la mano en cuanto se ha percatado de que los tiempos... están cambiando.