El Gobierno saca adelante la reforma laboral en el Congreso por el error de un diputado del PP
La norma ve la luz por un solo voto, sin ERC, PNV ni UPN, que se pasó al 'no' a última hora, y con suspense en el recuento.
Ha costado y ha dado mucho trabajo, pero finalmente la reforma laboral ha sido aprobada por el Congreso de los Diputados, aunque el Gobierno ha tenido que tirar de unos inesperados socios parlamentarios para sacarla adelante. Más inesperados que nunca, porque la clave resultó ser un diputado del PP, que votó erróneamente de manera telemática.
Sin PNV y ERC, decepcionados con la actitud negociadora del Ejecutivo, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, ha logrado que la nueva norma salga adelante con el apoyo de Ciudadanos, PdeCAT. También se contaba con el apoyo de los dos parlamentarios de UPN, a priori necesarios para el éxito del texto, pero estos rompieron la disciplina de partido y cambiaron al ‘no’.
Su viraje hubiera supuesto el rechazo final a la reforma de no ser por el controvertido voto telemático de un diputado del PP, con el que hay polémica por un posible error informático, como denuncian los populares.
Eso sí, se aprobó con susto final en la votación, en la que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha anunciado al principio que la reforma quedaba derogada al sumar mal los votos, para júbilo de los diputados de Vox y del PP, y pasmo total en el Gobierno.
Tras unos segundos de confusión, Batet ha rectificado: “Los servicios de la Cámara me comunican que queda convalidado el real decreto”.
La norma salía con suspense, por tan sólo un voto, y con el ‘no’ de ERC, PNV y UPN: 175 a favor y 174 en contra.
Un no, el de sus habituales socios, que Díaz no ha entendido y que ha criticado desde la tribuna en su intervención, en la que ha asegurado que los avances que se obtienen con la nueva reforma hacen muy difícil negarse a su apoyo.
Para justificar las bondades de la norma, Díaz ha hecho lo que más le gusta: tirar de datos.
Lo ha hecho largo y tendido durante su réplica a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, quien ha llegado a plantear a la vicepresidenta que la reforma laboral del PP funcionaba para acto seguido criticar al Gobierno por ser “líderes en paro juvenil y femenino”.
“No es cierto lo que dicen”, ha contestado Díaz, “no sólo no han creado empleo, sino que han destruido empleo, más de un millón”, ha asegurado la vicepresidenta segunda, quien ha recordado que con el PP la tasa de paro llegó a ser del 27% y que hoy se sitúa en el 13,3%.
“Busque en los años de mandato de Rajoy, a ver si lo encuentra, un año sin crisis en el que la tasa de paro sea del 13,3%. Ya se lo digo yo, no lo va a encontrar. No lo han conseguido”, ha espetado.
Díaz ha recordado que durante el Gobierno del PP se registraron 186 millones de contratos de trabajo y que 44,5 millones de ellos eran inferiores a siete días. “Es una cifra escandalosa, la peor carta de presentación de un país. Para esto estaba pensada la estrategia de relaciones laborales del PP”, ha afirmado.
También ha reprochado al PP que saque pecho de los ERTE cuando “la definición moderna” de esta medida fue elaborada por “el Gobierno de Zapatero, no de Rajoy”. “Los ERTE que hemos estado votando no se parecen ni por asomo a los ERTE de ninguna legislación laboral, dejen de jugar”, ha reclamado Díaz, quien ha recordado a los populares su voto contrario a esta medida durante el inicio de la pandemia.
Díaz ha asegurado que con la nueva reforma laboral se acaba con “tener que elegir entre el paro y un trabajo precario” como en el Gobierno del PP, cuya legislación laboral, ha dicho la vicepresidenta, tuvieron que “sortear” durante lo más duro de la pandemia “porque si hubiéramos aplicado sus normas, hoy tendríamos esa tasa de paro del 26% o del 27%”.
La vicepresidenta del Gobierno ha afirmado que la reforma laboral del PP ”instituyó aquel nocivo mal menor” de “mejor un trabajo de miseria que nada; mejor un salario de miseria que el paro; no te quejes, que aunque sea un trabajo basura, aun tienes empleo”.
Ha tirado de datos también durante su primera intervención, en la que ha lamentado “rivalidades políticas” de quienes han votado no y en la que ha agradecido el apoyo de los partidos que han votado sí.
También ha dado las gracias al PNV por su talante pese a su voto negativo, en lo que ha sido un claro ‘dardo’ a ERC, mucho más duro con Díaz en las últimas semanas. “Quiero darle las gracias al PNV porque sí han discutido de contenidos, sí han sido serios”, ha afirmado.
De hecho, cuando Aitor Esteban, portavoz de los nacionalistas vascos, ha bajado de la tribuna, se ha acercado a Díaz con quien ha intercambiado palabras y gestos de cercanía.
“A nosotros nos gustan los consensos y valoramos lo que se ha hecho, pero no si se imponen en un parlamento democrático”, ha criticado Esteban, quien ha reconocido que “hay cosas positivas” en la reforma.
Esteban ha criticado que el Ejecutivo no mirase al Parlamento mientras se negociaba con sindicatos y patronal. “Se lo dijimos a los sindicatos, a la patronal, a Trabajo y se lo advertimos al presidente del Gobierno.Lo han tenido en su mano, saben perfectamente que el contenido no ha sido un problema. El problema ha sido el miedo escénico y la rigidez de alguno”, ha dicho.
El portavoz del PNV ha tildado de chantaje intolerable a los representantes democráticos” que la patronal exigiera que no se tocase “ni una coma” del acuerdo en la tramitación parlamentaria. “Se cerraron en banda, se sumaron ministros socialistas y hasta el propio presidente. Es el colmo del antiparlamentarismo”.
Esteban no entiende cómo el Gobierno no negoció “la mayoría parlamentaria anteriormente” porque, ha recordado, “corresponde al Parlamento su aprobación”. Tampoco comprende cómo el Ejecutivo no se abre a “hacer retoques sin tocar el núcleo” del acuerdo, “que es lo que importa a Europa”.
Nada que ver el tono de Esteban con el de Rufián, muy duro y crítico tanto con Díaz como con el Ejecutivo en general. Aunque ha asegurado que pese a esta votación “no se acaba el mundo” y que su partido va a “seguir hablando” porque es “consciente de la alternativa”, el portavoz de ERC se ha mostrado molesto con la actitud del Gobierno.
“El diálogo social está muy bien, la respetamos enormemente y nos parece muy hábil que estén todos. Pero las leyes se hacen en el Congreso, guste más o guste menos. Cuando vienes aquí diciendo que esto es lo que hay y no se toca, no te crees que el Congreso sea la sede de la soberanía popular, sino que es un notario que sella acuerdos. Eso sienta un precedente peligrosísimo que no aceptamos”, ha lamentado.
“ERC no funciona bajo amenaza, esto no ha sido un proceso de negociación, ha sido un proceso de presión y negación. Aquí la posición inexplicable no es la nuestra”, ha agregado Rufián.
El portavoz de ERC ha criticado que el Gobierno no haya aprovechado la mayoría parlamentaria de izquierdas para recuperar al indemnización por despido anterior a la reforma del 2012 ni para recuperar los salarios de tramitación. ″¿Podían hacerlo? Sí, podían. Porque lo prometieron, porque nosotros se lo proponíamos y porque tenían los números y la mayoría de izquierdas para hacerlo”, ha afirmado.
Rufián ha asegurado que “que esta reforma le guste a la CEOE no es casualidad” y que “es exactamente la reforma que habría negociado y votado Albert Rivera de haber sido vicepresidente”.