En las imágenes aparece él mismo junto al primer ministro eslovaco, Igor Matovic, que en ese momento estaba hablando ante los periodistas. El día era gris y estaba lloviendo, así que Macron tuvo que sostener el paraguas a su compañero para que pudiese intervenir sin mojarse.
Rápidamente apareció por detrás una asistente de Macron con la intención de agarrar el paraguas, pero la reacción del presidente francés fue inmediata: pidió que se marchase y le dijo que no era necesario.
Poco después, ambos dirigentes se dirigieron hacia el Palacio del Elíseo y otra asistente se acercó para sujetar el paraguas. Pero Macron hizo lo mismo: decir que él mismo podía llevarlo.
Finalmente el presidente de Francia sí entregó el paraguas para poder entrar en el edificio y ponerse la mascarilla.