El G7 acuerda aumentar la presión sobre Rusia y advierte a China
Sobre el petróleo ruso, los líderes de las potencias consideran diversas opciones incluida la posibilidad de una prohibición total.
Los líderes del G7 se plantean la posibilidad prohibir el transporte del petróleo ruso a menos que su venta respete un precio máximo acordado con los socios internacionales.
“Sobre el petróleo consideramos diversas opciones incluida la posibilidad de una prohibición total de servicios que permitan el transporte de petróleo y derivados del petróleo rusos a nivel mundial”, dice el comunicado conjunto del G7 tras la cumbre celebrada en Elmau (sur de Alemania).
Esa prohibición no se daría, según el comunicado, en caso de que “el petróleo se compre a un precio acordado con los socios internacionales o por debajo de éste”.
Además, los jefes de Estado y de Gobierno del G7 han confirmado su apoyo a Ucrania con una conferencia internacional y un plan de reconstrucción a coordinar y aplicar por Kiev.
“Estamos firmemente decididos a apoyar la reconstrucción de Ucrania con una conferencia internacional para la reconstrucción y una plan internacional de reconstrucción, que será desarrollado y aplicado por Ucrania en estrecha coordinación con los socios internacionales”, señala el comunicado.
El apoyo financiero a Ucrania asciende en 2022 a más de 2.800 millones de dólares para ayuda humanitaria y el G7 está dispuesto a aportar o ya ha suministrado 29.500 millones de dólares en forma de apoyo presupuestario, agrega el texto.
“Estaremos al lado de Ucrania todo el tiempo que sea necesario y proporcionaremos ayuda financiera, humanitaria, militar y diplomática para la valiente defensa de su soberanía e integridad territorial”, afirmaron los líderes del G7, que reiteraron su condena a la “ilegal e injustificable guerra de agresión rusa”.
El aviso a China
ccidente quiere contrarrestar la influencia china en los países desarrollados construyendo infraestructuras y estrechando las relaciones comerciales. Durante la cumbre del G7, que termina este martes en la localidad alemana de Elmau, los países más desarrollados confirmaron que tienen la intención de destinar 600.000 millones de dólares para construirlas en los países de ingresos medios y bajos.
De ese dinero, Estados Unidos aportará 200.000 millones a través de fondos públicos y privados durante los próximo 5 años, según indicó el presidente de ese país, Joe Biden, durante esta cumbre.
Según Biden, las inversiones en infraestructuras son “cruciales” para un desarrollo sostenible y para lograr una “estabilidad global”. El macroplan de infraestructuras ya fue propuesto por el mandatario estadounidense en la cumbre del G7 que tuvo lugar en el Reino Unido. Y todo ello inmerso en plena disputa con Pekín por la hegemonía mundial