El ‘fracaso’ de los 200.000

El ‘fracaso’ de los 200.000

El ‘poder ayusista’ en el Partido Popular en solo unos días ha perdido influencia y capacidad de maniobra.

Protesta en defensa de la sanidad pública y contra el plan de urgencias extrahospitalario y recortes de la Comunidad.Pablo Blázquez Domínguez via Getty Images

“Lo que no puede ser no puede ser, y además, es imposible”, decía Talleyrand. Gran verdad en la senda de eso que suelen decir algunos cardenales de que Dios hace milagros pero sin pasarse.

En realidad, bien mirado, el actual ‘estado de bienestar’, hijo el método científico y de la civilización occidental, ha convertido muchos de los milagros de Jesús de Nazaret en cuestiones ordinarias en la sanidad pública, que resucita a los muertos, o casi, con trasplantes de corazón, de hígado, de pulmones, de riñones… Y consigue que los ciegos vean gracias a los láser y otros adelantos de la ciencia; y que haya medicamentos que aminoren los efectos de la epilepsia tenida en aquellos tiempos por cosa del demonio… Los desfibriladores, colocados a modo de extintores en lugares estratégicos, han salvado muchas vidas.

Hoy, en toda Europa, y en España de manera especial, la sanidad pública es sagrada; y hay pocas cosas que lo sean en este grado Es una conquista irrenunciable, como la educación universal y gratuita, vitales de necesidad, que sin embargo han sufrido las consecuencias de una alianza diabólica: la avaricia y la frivolidad. Un país al servicio de la minoría más influyente: la que tutea a ese poderoso caballero que es don Dinero, Quevedo dixit.

La anacrónica doctrina, que solo ha cosechado fracasos a medio y largo plazo, simiente de tantos cracs, de que bajando los impuestos la gente será más feliz, y de que en los bolsillos es en donde mejor está nuestro capitalito, es un bulo enorme.

El discurso ayusero de que bajar los impuestos es lo más ‘chachi piruli’ es sencillamente una trola. Bajando los impuestos por bajarlos, insensatamente, sin tener en cuenta lo que hay que tener en cuenta, siempre ha producido daños catastróficos para la gente corriente

Eso lo diría Agamenón, pero no su porquero. Porque esos euros pasan a otros bolsillos, ‘privados’ en sus dos acepciones principales, cuando llegan los problemas, por ejemplo una enfermedad seria, o cuando se quiere una educación universitaria para los hijos; o una vivienda asequible, de compra o en alquiler.

Por eso el discurso ayusero de que bajar los impuestos es lo más ‘chachi piruli’ es sencillamente una trola. Bajando los impuestos por bajarlos, insensatamente, sin tener en cuenta lo que hay que tener en cuenta, siempre ha producido daños catastróficos para la gente corriente. Es decir, trabajadores del montón, cuyo salario apenas les da para vivir, y a veces ni eso, y las ahora llamadas ‘clases medias’.

Los drásticos recortes en la sanidad madrileña, y en la enseñanza universitaria, han conseguido dos efectos antagónicos: el aplauso del sector privado y el abucheo ciudadano. Los 200.000 manifestantes del domingo en Madrid según datos de la Delegación del Gobierno, que los convocantes elevan a medio millón, que salieron a la calle en defensa de la sanidad pública ante la “estrategia descarada de desmantelamiento de los centros de atención primaria y urgencias” por parte del gobierno regional le llega al PP en el peor momento.

Durante meses, la presidenta Díaz Ayuso se ha especializado en provocar, humillar e insultar no solo a su oposición, sino al personal médico, de enfermería, celadores… Quizás ha llegado a creerse sus propios sueños, como que Sánchez es el único con derecho a ser pitado, insultado, abucheado cada 12 de Octubre.

Desde que los populares empezaron con la matraca de bajar los impuestos principiaron a ser im-populares en amplias capas de la población más desfavorecida. Destacados analistas, economistas, filósofos, pensadores de los que piensan y no de los que solo duermen la siesta en el orejero con la prensa conservadora en la entrepierna advertían de los efectos secundarios adversos de esa irrefrenable tentación. La reducción fiscal es no obstante posible y hasta conveniente en ocasiones contadas, como en una crisis enorme y con más lados  que un dodecaedro, donde por un lado hay que contener la inflación, topar precios en sectores estratégicos, subvencionar a la población o empresas más afectadas y, aprendiendo la durísima lección de la pandemia, reforzar el Servicio Nacional de la Salud, que es inter-autonómico en la praxis para situarnos, al menos en la media europea de inversión por habitante. Madrid está a la cola de España. A todo esto hay que sumarle el factor de la veleidad y la incompetencia y la búsqueda afanosa del titular más escandaloso o del tuit más tramposo y descerebrado.

Reagan y Tachter fueron un invernadero de temporada. El resultado de sus políticas creó monstruos y monstruitos, a pesar de la legión de admiradores. La desregulación es lo que tiene: que siempre ganan los poderosos. Fue Europa la avanzadilla de las regulaciones para atar en corto a las multinacionales, y a los monopolios tecnológicos, y al capitalismo de casino….Hospitales, trenes, aeropuertos, autopistas del Reino Unido ya no son el ejemplo que fueron.

Ayuso y sus voceros – término muy empleado en Iberoamérica- consideran que las multitudinarias protestas están organizadas por la izquierda. No es verdad. Ya quisieran ellos esa capacidad de movilización, que no será la única. La derecha cuenta también con sanitarios que no solo trabajan en la sanidad pública, sino que la defienden. Que creen en ella. Muchos de los miles de ancianos muertos en las residencias madrileñas eran conservadores, y sus familias igual. En la ‘gran marcha’ madrileña solo había madrileños con sentido de la supervivencia.

Desde que los populares empezaron con la matraca de bajar los impuestos principiaron a ser im-populares en amplias capas de la población más desfavorecida

En su libro Los nudos gordianos, Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO, proclama que “el siglo XX ha sido testigo de grandes cambios en la función del Estado. Hemos transitado de la intervención excesiva a la reducción peligrosa. El Estado aluvial ha dado paso al Estado minimalista; el esfuerzo por racionalizar su desmesurada actividad equivocó el camino y lo ha llevado al terreno de la precariedad. Durante décadas la discusión sobre este tema se ha centrado en el tamaño del Estado, descuidando un rasgo central: su fuerza moral y política, su papel de vigía, su eficacia y capacidad para garantizar la igualdad de oportunidades sociales y culturales que promuevan la paz, la estabilidad y el bienestar de todos los ciudadanos”.

El ‘poder ayusista’ en el Partido Popular en solo unos días ha perdido influencia y capacidad de maniobra. Alberto Núñez Feijóo que aún no ha aclarado si sube o baja en esta escalera del purgatorio está de enhorabuena. Los constantes desafíos de la ‘chulapa de hierro’ han perdido fuerza. 200.000 ‘pancarteros’ indignados son muchísimos. Es una multitud transversal, en la que decenas de miles de personas, de su padre y su madre, están descubriendo que no solamente hay que tener dinero en el bolsillo o debajo del colchón, porque eso es pan o tele para un día pero tragedia y miseria mañana en la enfermedad y en la fatiga.

Pero quizás lo peor del encabronamiento social sea que la foto, sus lemas, las batas blancas han desviado la atención de algunos objetivos tácticos de Génova 13. Por ejemplo la reforma del delito de sedición apropiada según Moncloa y numerosos juristas y recortes de hemeroteca para asimilarlo a los códigos de la UE. Lo único que falta, si se sigue cumpliendo el principio de que a perro flaco toco son pulgas, es que otra vez más Bruselas llame la atención a Feijóo por bloquear la renovación del CGPJ y por consiguiente del TC, y que si no lo respalda expresamente, sí acepte esto de los ‘desórdenes públicos agravados’, hasta con 5 años de cárcel, que también suena muy serio y amedrentador.

Cierto es que a un importante sector de la sociedad, y también de la militancia y las baronías del PSOE, les huele a cuerno quemado estos tratos del sanchismo con ERC. El ‘bloque de investidura’ lo creó el ‘Ciudadanos’ ambicioso que quiso ser califa en lugar del califa, y se estrelló en Colón. Pero es asimismo cierto que ya se asume que la estrategia del ibuprofeno ha funcionado, que casi ha desaparecido la inflamación de los tiempos de Aznar y Rajoy; que Sánchez ap All Entries oyó el 155, que el prestigio y la serenidad activa de Illa parecen multiplicar la intención de voto al PSC… mientras el gobierno del PP con VOX en Castilla y León es un desastre sin paliativos, y Juanma ha sacado la patita cuando el país va a entrar en precampaña general.

Frente a los Fondos Next Generation, para la reconstrucción europea, al éxito de la cumbre de la OTAN, a la próxima presidencia de la UE….la derecha, radicalizada a pesar de que el trumpismo no es una inversión segura a futuro, tiene que esforzarse muy seriamente en encontrar su oremus perdido. Y de no llevar durante al menos un tiempo, el mismo cántaro de barro a la fuente de bronce.

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Empezó dirigiendo una revista escolar en la década de los 60 y terminó su carrera profesional como director del periódico La Provincia. Pasó por todos los peldaños de la redacción: colaborador, redactor, jefe de sección, redactor jefe, subdirector, director adjunto, director... En su mochila cuenta con variadas experiencias; también ha colaborado en programas de radio y ha sido un habitual de tertulias radiofónicas y debates de televisión. Conferenciante habitual, especializado en temas de urbanismo y paisaje, defensa y seguridad y relaciones internacionales, ha publicado ocho libros. Tiene la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.