El FMI alerta: la guerra comercial de Trump pone en peligro la economía global
El organismo internacional confirma su previsión de crecimiento mundial del 3,9%.
Las peleas comerciales entre Estados Unidos y sus socios pueden dañar a corto plazo la economía global dijo el lunes el FMI al confirmar que espera para 2018 un crecimiento mundial de 3,9%.
El riesgo de que las tensiones comerciales actuales se intensifiquen y que impacten negativamente en la confianza y en la inversión representa la mayor amenaza para el crecimiento mundial en el corto plazo", dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para el año próximo el FMI también mantuvo la previsión expresada en abril, de un crecimiento de 3,9%.
Pero "evitar medidas proteccionistas y encontrar una solución cooperativa, que promueva el crecimiento del comercio de bienes y servicios, sigue siendo esencial para preservar la expansión global", apuntó el organismo.
En medio del conflicto comercial, el FMI ha revisado a la baja el crecimiento del volumen del intercambio de mercancías.
La actualización publicada este lunes, sin embargo, revisó a la baja las expectativas de varios países europeos y también de América Latina.
De acuerdo con el FMI, América Latina y el Caribe crecerán 1,6% en 2018, aunque en abril había manifestado una expectativa de avance de 2,0%. Para 2019, el FMI espera de la región un crecimiento de 2,6%, 0,2 punto porcentual menos que en abril.
El Fondo apuntó que esa reducción es reflejo de la necesidad de ajustes en Argentina, un escenario de incertidumbres políticas en Brasil y tensiones comerciales aún sin resolver entre México y Estados Unidos.
Argentina fue sacudida por una aguda crisis financiera en el primer semestre de este año que forzó al gobierno a una reorganización de su gabinete y a recurrir al FMI que le otorgó un crédito de 50.000 millones de dólares.
Sin embargo, el país continúa con una elevada inflación y una tasa básica de interés de 40%, una de las más elevadas del mundo.
En el caso de Brasil, las perspectivas de crecimiento son "poco inspiradoras", según el FMI.
"La economía tiene un desempeño por debajo de su potencial, la deuda pública es alta y en aumento, y, aún más importante, las perspectivas de crecimiento de medio plazo permanecen poco inspiradoras", apuntó la entidad.
Para el año 2018, el FMI espera en Brasil un crecimiento de 1,8%; lo que implica un recorte de medio punto porcentual respecto a la estimación de abril.
Con relación a México, el FMI mantuvo en 2,3% su expectativa de crecimiento aunque recortó levemente la previsión para 2019, de 3,0% a 2,7%.
Por el momento, la proyección para las dos principales economías del mundo -Estados Unidos y China, protagonistas de una guerra comercial sin piedad- se mantuvo sin cambios para este año.
En cambio, el FMI estimó que el crecimiento de los países desarrollados se ubicará en 2,4% (-0,1 punto porcentual) en 2018, con Estados Unidos a la cabeza (+2,9%), gracias al impulso de la reforma fiscal implementada a fin de 2017, que consiste en una baja de impuestos para los hogares y las empresas.
El Fondo redujo también la expansión prevista para la Eurozona (-0,2 puntos porcentuales, a 2,2%), debido a los pronósticos más bajos para Alemania (-O,3 puntos porcentuales a 2,2%), Francia (-0,3 pp a 1,8%) e Italia (-0,3 pp a 1,2%).
El organismo observó "una ralentización de la actividad económica más pronunciada que lo previsto en el primer trimestre", para las dos economías líderes y mencionó como problema la incertidumbre política en Italia.
En cuanto al Reino Unido, cuyo crecimiento fue calculado en 1,4% (-0,2 pp respecto de lo previsto en abril), los términos del 'Brexit' siguen siendo inciertos "a pesar de meses de conversaciones", dijo Obstfeld.
Señaló además, que las interrupciones del suministro y las tensiones geopolíticas han contribuido a elevar el precio del petróleo, lo que beneficia a los países exportadores como Rusia y otros países productores de Medio Oriente.
El FMI recomendó a los gobiernos estar más atentos a la equidad económica y proteger a los más pobres, ya que la recuperación económica no ha generado una distribución suficiente.