El FBI descarta que el ataque de Las Vegas sea un acto de terrorismo internacional, pese a la reivindicación del ISIS
El asesino es Stephen Paddock, de 64 años, blanco, norteamericano y, al parecer, sin vínculos yihadistas.
El grupo terrorista Estado Islámico se adjudicó ayer la responsabilidad del tiroteo que mató al menos 58 personas y dejó heridas a más de 500 en Las Vegas, en una información en la que, además, aseguraba que el atacante -anciano, blanco, norteamericano- se había convertido al Islam hacía pocos meses.
De acuerdo a lo publicado por Reuters, la agencia de noticias del grupo, Amaq, aseguró: "El ataque de Las Vegas fue ejecutado por un soldado de Estado Islámico y lo llevó a cabo en respuesta a los llamados a apuntar a los estados de la coalición", en referencia al grupo liderado por Estados Unidos que combate a los insurgentes en Oriente Medio. "El atacante de Las Vegas se convirtió al Islam unos pocos meses atrás", aseguró el comunicado.
Sin embargo, el FBI dijo que la matanza de Las Vegas, no está relacionada con una organización terrorista internacional. "Hemos determinado hasta este momento que no hay conexión con un grupo terrorista internacional", dijo Aaron Rouse, agente especial a cargo de la oficina del FBI en Las Vegas.
Al menos 12 heridos están en estado crítico, dijo una portavoz de la clínica universitaria de Las Vegas al canal CBS, que recibió a unos 104 heridos.
El principal sospechoso es Stephen Paddock, de 64 años, quien habría disparado el domingo por la noche desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay contra más de 20.000 personas que asistían a un concierto.
(Puedes seguir leyendo tras el vídeo...).
EL TIROTEO MÁS LETAL DEL PAÍS
El domingo, cerca de las 22.45, un hombre armado abrió fuego desde el piso 32 del Mandalay Bay, mató al menos a 58 personas en un festival de música country en Las Vegas. Luego, se disparó a sí mismo, según dijo la Policía estadounidense.
La cifra de muertos, que según las autoridades es preliminar, convierte al incidente en el tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos, eclipsando la masacre del año pasado en un club nocturno de Orlando, donde perdieron la vida 49 personas.
Unas 22.000 personas estaban entre la multitud cuando el hombre armado abrió fuego, lo que generó pánico y los llevó a huir aterrorizados, incluso chocando unos con otros, mientras que los efectivos se apresuraban a localizar al atacante.